Humillación

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—¿Vas a perdonarme algún día, Lea?—preguntó Aries a la morena que estaba sentada frente a el. Ella lo miró con desconfianza.

—No se, si te soy sincera—le respondió alzando la cabeza. Estaba confundida si darle una oportunidad o pasar al siguiente, ya que no es tan fácil cuando una está enamorada.

—Por favor, haré lo que sea—rogó Aries agarrando las manos de la chica. Sagitario que estaba junto a Lea lo miró sonriendo.

—¿Lo que sea?—dijo alzando las cejas.

—Tú no te metas, Sagitario—respondió Lea, Sagitario volteó la cabeza al frente y siguió copiando.

—¿Vas a perdonarme?—pregunto de nuevo.

—¿Y porque habría de hacerlo?—Lea alzó una ceja.

—Porqué...te amo—dijo un poco inseguro.

—Un te amo no solucionarán todos tus problemas, más te vale que te esfuerces—dijo Sagitario y Lea estuvo de acuerdo—por ejemplo, primero debes ganarte la confianza de sus amigas, a mi me puedes convencer con un big mac, yo digo nomas.

—Ahí la cagaste, pero estoy de acuerdo con lo primero—le dijo Lea. Sagitario bufó.

—Tú nunca me dejas aprovecharme de nada—respondió.

Lea devolvió la atención a Aries, quien la miraba pensativo.

—Tengo que demostrarte que te amo—dijo Aries en voz alta. Lea asintió con cara de "¿no es obvio ya?"—ahora solo me toca pensar en cómo...

Lea rodó los ojos y devolvió la vista al pizarrón. Estaba segura que Aries iba a pasar bastante tiempo pensando.

***
—¿Por qué la tierra se llama tierra?—preguntó Géminis mirando él extenso campus.

—¿Porque hay mucha tierra?—dijo Escorpio mirándola a ella.

—Si, pero también hay mucha agua, podría llamarse agua—lo miró pensativa.

—Creo que con tierra se refiere a hogar, o algo así. Además, sería raro si se llamara agua.

Apoyó la espalda en el duro banco, miró sus manos y tomó impulso. La tomó entre sus dedos y la llevó a su boca, besando sus nudillos.

—Tu mano está fría—le dijo viendo los distintos colores de esmalte en sus uñas. Se acercó a su cara hasta estar a unos centímetros de esta, la chica lo miró nerviosa.

—Escorpio...—intentó decir, pero el la calló con sus labios. Fue un beso corto, pero muy tierno que dejo a Géminis embonada por un par de segundos—Cre-creo qué hay que volver.

El asintió en silencio, viendo las mejillas rojas de la chica y sonrió.

—Deberíamos volver—estuvo de acuerdo, se levantaron de su asiento y caminaron hasta dentro.

***
—Libra—la llamó Piscis, ella salió de sus pensamientos. Mirando el alboroto de gente que había en el restaurante.

—¿Qué sucede?—preguntó confundida. El bufó.

—Te estaba hablando y dejaste de prestarme atención—le dijo. Ella vio el plato aún lleno de papas fritas y el ya vacío de su novio, se apresuró a comer aunque no tenía apetito.

Los signosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora