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-¿Pero qué ocurrió? –pregunté preocupado observando a la madre de Maya limpiar sus lágrimas.

-Tiziano intento abusar de Maya pero ella hizo una azaña y escapó del lugar, su padre y yo intercambiamos ideas y lo mejor es que ella se vaya a Tennesse por un tiempo.

No quería caer en la realidad. Maya, la misma Maya a la cual hoy tenía planeado pedirle ser algo más que amigos, se iría y no la vería por no sé cuánto tiempo.. el destino no estaba siendo muy bueno con ambos.

-Pero si es por su bien, -habló Sarah –Lucas y yo nos ocuparemos de que nadie se entere de lo ocurrido y protegeremos a Maya desde aquí.

-Muchas gracias Sari –la mujer nos estrechó fuertemente y luego de unos minutos salimos de la casa.

Sarah tomó un camino diferente al mío y prometimos seguir en contacto, toda la tarde me la pase encerrado en mi habitación sin ganas de nada, mamá intentó animarme un par de veces pero no accedí. Me sugirió salir a tomar algo de aire y le hice caso, camine sin rumbo alguno hasta llegar a un local de cafés. Hice mi pedido y tomé asiento en un rincón del lugar.

-Déjame adivinar –una pelinegra con ojos azules tomó el lugar vació frente a mí –mal de amores.

Alcé una ceja con desgano –Algo así –ella asintió y tomo un sorbo de mi café -¡Oye!

-Hey, creí que teníamos una conversación –río –y aparte necesitaba un poco de ese café, en serio, créeme.

Estuvimos un buen rato conversando de cosas sin sentido pero que ayudaron a olvidarme por un momento de los repentinos problemas amorosos en mi vida, el nombre de la pelinegra era Sofía. Ella me había caído bien a pesar de tomar mi café sin permiso.

En la noche probé suerte mandándole un texto a Maya ya que su madre nos había dicho que no respondería llamadas. Sonreí de oreja a oreja al ver la notificación de la respuesta de ella.

"Hey huckleberry ¿cómo estás? Yo estoy mejor, en serio. Me gustaría verte en un rato en el parque ¿puede ser? :)"

***

El frío asiento que estaba ubicado junto al árbol se veía tentador, hace ya quince minutos estaba parado esperando por Maya. La espera valió la pena cuando la ví acercarse a mi lugar, la ví diferente, estaba apagada.

-Huckcleberry -susurró y me abrazó, era un abrazo tan cálido, me sentía en casa.

-Hey, ¿cómo estás? -alzó su rostro y la besé.

Pasamos unos minutos más abrazados en silencio, estar con ella me tranquilizaba de alguna forma, me complementaba.
Maya se apartó terminando el abrazo y comenzo a hablar.

-Sabes que me iré, no me gusta que esto lo que está ocurriendo nos separe pero dicen que es por el bienestar de mi vida, y sé que no se equivocan, pero me duele..duele tener que dejar mi vida aquí, a mi familia, a Farkle y a tí. -el nudo en su garganta se hacía presente -No sé cuanto tiempo estaré allá, espero que no mucho..No quiero que esto parezca una despedida, pero lamentablemente lo es.

Sentia mis ojos pesados -No. No lo es -la abracé fuertemente mientras ambos llorabamos en silencio. -Te quiero, Maya.

-Y yo a tí, Lucas.

Dangerous Woman - Lucaya a.uDonde viven las historias. Descúbrelo ahora