NOVENO CAPITULO:

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/DIAS DESPUÉS/

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.

Agité mi cabeza una y otra vez- Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Volví a agitar mi cabeza, hay Yisus, ¡¿Por qué me haces esto!?, no podía quitarme esa bendita oración de la cabeza, no dejaba de sonar en mis cavidades mentales una y otra vez, todo ese montón de mujeres orando una y otra vez lo mismo a una velocidad en donde "Eminem" quedaría en pleno ridículo. Nunca más en la vida vuelvo a decir que iré con mamá a la iglesia, nunca de los nunca y si en tal caso lo vuelvo hacer, asesínenme antes de llegar.

-Hubieran visto a Charlie hoy en la tarde- dijo mamá mientras ponía el pollo rostizado sobre la mesa- no se durmió para nada mientras oraban.

- ¡porque tú me dijiste que me darías un chancletazo si lo hacía! - alcé ofendido mientras las oraciones seguían pregnadas en mi cerebro- eso no tiene perdón de Dios- tapé mi cara con las manos, ¡4 horas allí dentro!, ahora lo único que quiero es suicidarme, no pongan aspirinas frente a mí que juro que me las tomo todas.

-sigue hablando y me acompañaras este domingo a la vigilia.

Abrí la boca- tú quieres matarme- fingí que me limpiaba una lagrima- tendré pesadillas todo el mes, ¿sabes?

-no que te gustaba mucho ir conmigo-negó irónicamente.

-es que uno ya no puede bromear o mentir pacíficamente- repetí como en ocasiones anteriores- no se lo tienen que tomar tan enserio-

-Ahora ya sabes las consecuencias de mentir- me señaló.

-no-

-si-

-no- volví a decir-

-Charlie- enarcó las cejas ante la expectativa de papá.

-No- volví a decir acentuando la palabra.

- ¡Di que sí o te doy chancletazo ahora mismo! -

Entrecerré mis ojos- si- dije como susurró- ella asintió satisfecha- no deberías amenazarme de esa forma luego de 3 horas en la iglesia, mala.

-ya luego me redimiré con Dios- habló alzando la cabeza ante mis negaciones- por cada chanclazo que te doy oro 5 aves marías y 4 padres nuestros y estoy perdonada.

Este Chico Estúpido, ¡ES MIO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora