Capítulo 10: Destino

10.2K 857 488
                                    

Conducía por la ciudad como si hubiese sido poseído por el mismo demonio, evadiendo el tráfico. Las calles retumbaban a su paso mientras él mantenía el entrecejo unido, recordando las palabras de la chica que siempre conseguía ponerlo mal.

Se alejó lo más que pudo de la ciudad y sin pensarlo llegó hasta aquel lugar donde días atrás había llevado a la peli-rosa y le propuso por primera vez ser su amante.

Había intentado engañarla con un "me enamoré de ti". Bastante lista para no haber caído ante tal encanto, y eso era frustrante pero emocionante a la vez, nunca la había costado tanto trabajo conseguir algo, pensaba mientras apretaba sus manos al volante.

Bajó del auto un poco más tranquilo tras azotar la puerta, caminó hacia lo que sería el borde del camino y miró toda la ciudad desde ahí. Se veía hermosa, pensaba mientras dejaba salir un suspiro y el viento alborotaba su cabello negro.

Trataba de alejar su mente de todo lo que lo atormentaba, pero la imagen de ella seguía abordando su mente, algo no estaba claro en todo esto, y eran sus verdaderos sentimientos.

[...]

El tiempo transcurría en aquella gran aula solitaria, el tic toc del reloj colgado arriba de la pizarra era lo único audible en aquel lugar.

Los ojos verdes estaban clavados al reloj de pared, esperando cumplir las horas de castigo impuestas por la directora Tsunade.

La aguja del reloj se movía lento, haciendo el tiempo más lento de lo normal para quien quería salir de ahí pronto. Por la mente de la chica pasaban muchas cosas, cosas que intentaba comprender y algunas otras asimilar.

Habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo...

[Sakura:]

Realmente es impresionante todo lo que ha pasado desde que llegué aquí, intento sonreír pero nada ha sido positivo.

Todo iba bien hasta que entré a casa de los Uchiha, solo puedo bajar la cabeza ante las imágenes que abordan mis recuerdos.

Convertirme en el juguete de un niño rico no está en mis planes, pero...

... Mis puños se aprietan, no puedo asimilarlo.

Si realmente cumple su amenaza y convence a su padre de que deje de ayudar a mi familia... Yo... ¿Qué haré? Si salgo de esa casa y busco otro trabajo no podré seguir estudiando, además, trabajando todo el día más lo de la posada y el trabajo a parte de papá a penas alcanzaríamos para los medicamentos y sostenernos, entonces ¿y las químioterapias cada tres días?...

Las lágrimas comienzan a brotar sin mi permiso.

Tal vez... ¿Deberíamos simplemente dejar a mamá morir?

Abrí mis ojos espantada y horrorizada por mis propios pensamientos. Yo amo a mi madre. Las lágrimas fueron más abundantes, el nudo en mi garganta me ahogaba más, quería llorar a gritos, pero no podía, solo escondí mi rostro con mis brazos sobre la mesa.

Pero... ¿Qué rayos estoy pensando? No puedo perder a mi madre así, ¡no, no, no, no! Mamá... Juro que haré lo que sea por ti...

(...)

Un chico rubio entra al aula de repente, desesperado, buscando algo.

Había olvidado su manga de DBZ debajo de su lugar y había entrado en pánico cuando no lo encontró entre sus cosas cuando decidió leerlo en casa.

Mi amada esclava [Precuela] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora