Mi amada esclava [Precuela]

Capítulo 9: Objeto de pruebas

Sakura ha quedado impactada, en shock, sin comprender ¿por qué le ha dicho todo eso? Será cierto lo que le dijo ayer… ¿Qué la amaba?... La situación la estaba consumiendo, necesitaba escapar de todo esto.

De un solo movimiento escapó de los dominios del Uchiha, empujándolo. —Apártate víbora, que no estoy participando en tu actuación de “novios” — caminó a paso veloz alejándose lo más que pudo antes de que él reaccionara.

Llegó a los baños y se refugió ahí, buscando el agua de los lavabos para mojar un poco su cara intentando despejar sus ideas. Dejó la llave abierta mientras se miraba al espejo, las gotas de agua rodaban por su pálido rostro, se veía atormentada, cansada de jugar el juego de otros.

Dentro de la confusión, buscaba respuestas a lo que no tenía pregunta, simplemente, ese maldito está jugando con ella como un gato con su presa antes de devorarla. Por más vueltas que diera el asunto en su cabeza, por más preguntas que se formulaba, la respuesta era la misma.

“—No confíes en sus palabras.”

Cerró la llave y se quedó ahí esperando escuchar el timbre para regresar a clases, mirando su reflejo, las ojeras comenzaban a notarse, no había estado durmiendo bien, su tez blanca se veía sin vida y sus ojos verdes apagados, por un momento la idea de rendirse atravesó su cerebro, pero movió su cabeza para desechar la idea.

Cuando regresaron a clases, él actuaba extraño; era amable con ella e intentaba estar cerca a cada momento, con una sonrisa encantadora que robaba suspiros, que bueno que ella sabía lo que había tras esa expresión falsa.

Lo ha dejado en ridículo cuando le dijo al profesor Ebizu que la “estaba molestando”. Lo siguiente que hizo el profesor fue cambiar de lugar al moreno, enviándolo hasta el frente. Todos se han burlado, pero Sasuke los fulminó con la mirada obligándoles a callar.

Pasaron las horas y el timbre de salida sonó, ella intentó tomarlo con calma pero su corazón no le ayudaba. Nuevamente todos salieron excepto los castigados.

Sakura recogió sus cosas como de costumbre y se despidió de sus amigas. Ino antes de salir del aula le hizo una seña con la mano y movió sus labios sin desprender sonido.

—Luego me cuentas todo — dijo, a sabiendas que había algo entre ella y el chico más cruel y sexy del colegio.

La peli-rosa solo sonrió nerviosa. Se sentó de nuevo en su pupitre y miró a su enemigo.

Sasuke se encontraba arriba del escritorio del profesor, sentado, mirando hacia la ventana.

—Bien Sakura. Así quedan los términos de tu contrato — abrió una carpeta que traía consigo —¿quieres leerlo?

—¿De qué contrato hablas, víbora? — cuestionó desde su lugar, el tipo había hecho un contrato a papel ¿es en serio?

—¿No lo recuerdas? — se bajó de del escritorio y la miró serio —en donde tú te conviertes en mi esclava para pagar la deuda que tienes con mi padre.

La chica frunció el entrecejo como respuesta —eso no incluye actuar como tu novia.

—Ahora lo incluye, gatita… — sonrió de lado —es eso, o tu amo te ordenará que hagas otro tipo de "cosas" para él — su lengua se pasó por los labios mientras la miraba desde su altura.

Un escalofrío recorrió su frágil cuerpo, pero eso no la detuvo y se levantó de su lugar  —¿qué te hace pensar que yo caería tan bajo para que guardes mi secreto?

—Te recuerdo que tu secreto no es lo único que están en juego ¿sabes que tengo el poder para obligarte a hacer lo que quiera? Basta con decirle a mi padre que deje de proporcionar los medicamentos de tu madre y el dinero de las químioterapias — cruzó sus brazos sobre su pecho, imponente ante ella.