Soy un caos

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Vi a esta hermosa chica desde el pasillo del detergente. Por coincidencia hacíamos el mismo recorrido en el supermercado. Iba cinco pasos adelante de mí y sus hábitos de compra eran idénticos a los míos. El mismo jabón, las mismas frutas, el mismo desodorante y así. Cuando llegamos al pasillo de los cereales la vi indecisa así que tomé dos cajas de fibra con chispas de yogurt y puse una en su carrito. Puso cara de sorpresa, como diciendo ¿Qué haces? Le digo que desde que llegué he ido tras ella y que por las cosas que ha escogido pienso que esa combinación de cereal le gustará. Abre los ojos muy grandes y da dos pasos atrás. Está a punto de pedir ayuda. Intento acercarme a ella. Le digo que no, que todo es un error, que es muy linda y todo, pero que no la estoy siguiendo.

¡Es sólo un pretexto para conocerte! -Le dije con risa nerviosa.

Toma su bolso, deja el carrito de compras y se aleja apresuradamente. Pensé que llegaría la policía a buscarme. Media hora después me atreví a salir intentado parecer una persona normal.

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