—¿En qué piensas?— me sorprende Dafne, pasa por mi lado y recoge el chándal sucio del suelo. Lo mete en una bolsa para llevarlo a la lavandería del internado.— Pienso en lo que pensará la gente cuando me vean otra vez después de lo del martes — confieso en un suspiro. Sacudo la cabeza para ahuyentar todos esos miedos, y sigo estirando la sábana sobre la camilla. Me voy a volver loca de tanto pensar.
Dafne chasquea la lengua, se acerca a mí y me quita la sábana de las manos.
— Quita anda, ya sigo yo.— Me empuja con la cadera para apartarme de la camilla. Yo la dejo hacer mientras escucho lo que dice —: Tu no tuviste la culpa, te caíste y punto. Eso le puede pasar a cualquiera. Si cuchichean sobre tu vida, será porque la de ellos es aburrida.— Me mira por encima del hombro y me guiña un ojo cómplice.— Además, no estas sola, peque. Estamos nosotros; Mik, Chloe, Ivanna, yo...— deja de mirarme y sigue acomodando las sábanas de la camilla.— Que les den por el culo.— añade.
No sé qué pensar, la verdad. Llevo aquí día y medio, y estoy segura de que el resto de internos ha estado hablando sobre mi accidente todo lo habido y por haber. Miedo me da saber la cantidad de cosas que habrán hablado, y lo peor, las que se habrán inventado. Además, tengo pánico al momento de tener que ver a Kenia. Aún no tengo nada claro, pero todas mis sospechas apuntan a ella.
Aunque no les he contado nada a Dafne ni a mi hermano sobre esto, si de algo me ha servido estar día y medio guardando reposo en la enfermería, ha sido para poder hablar con mi hermano largo y tendido. Sé que él me quiere con locura, y con tal de tenerme entretenida, a accedido a ser una maruja y me ha contado todo lo que pasaba en el internado en mi ausencia. La mayoría de las cosas han sido chorradas; que si han pillado a Mark en el baño con Jhon, que si Lawrence humilló en el comedor a una de las cocineras, que si Christian ha sido más simpático de lo normal para después implorar que le dejara verme, que Dafne vive en la inopia desde que está con Axel... Lo típico. Pero, lo que más me ha llamado la atención de todos los cotilleos, son los referentes a Kenia. Sobre todo, cuando me ha asegurado que Kenia ha estado fingiendo estar enferma, una y otra vez, para intentar que la metieran en la enfermería. Obviamente, Lawrence le ha mandado al cuerno, acusándola de querer venir solo para fastidiarme.
Así que sí, la voz que en un principio me susurró que Kenia era culpable, se hace cada vez más clara. Además, tengo entendido que no le hace ninguna gracia que Christian esté preocupado por mí. Y a mi tampoco, la verdad.
— ¡Pero qué cojones es esto!— las palabras de Dafne me obligan a reaccionar. Pero para cuando me doy cuenta, la veo sosteniendo frente a mi cara la gigantesca pluma negra que escondí bajo la almohada, mientras Dafne y Mikael dormían aquí la noche del martes.
—Es... es...— Dafne enarca una ceja, suspicaz, a la espera de que le mienta y pillarme de lleno.
Quiero contárselo, claro que sí. De hecho, contarle la verdad a mi amiga de toda la vida, sería todo un alivio. Sería como conseguir una cómplice, una aliada, alguien a quien contarle todo lo que atormenta mi mente. Pero también sé que no tengo manera de demostrar nada, y que, para la buena verdad, todo suena verdaderamente extraño.
— Es de un pájaro.— Miento, recordando lo que mencionó Damián de la pluma al verla.— Dafne parpadea repetidas veces, incrédula. Sé que no me cree una mierda, así que me apresuro a reforzar mi mentira con algo de verdad.— Me la encontré dentro del falso Dolmen en el que jugábamos de pequeñas. Me gustó y, bueno, no sé... Después tuve el accidente y aquí estoy. Así que supongo que es algo así como un amuleto de la suerte.
«Madre mía, qué mentirosa me estoy volviendo.»
— Un pájaro— repite sin creerme. Pone los ojos en blanco, alza las manos en alto y suspira a modo de derrota.— Está bien. Si quieres quedarte con esta cosa llena de piojos, tú misma. Pero ya puedes lavarla primero, marrana.
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Escala de grises #PGP2024#
Teen FictionUna vida triste, pérdidas que duelen, y amores que matan. Sí... matan. Jamás pensé que mi vida pudiera resumirse a una simple frase construida a base de un juego de palabras. Pero, sobre todo, lo que jamás me hubiera esperado, era que aquella frase...