IX

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...

Me paso corrector sobre mis ojeras, no dormí del todo bien anoche menos mal que mamá salió al hospital para revisarse su herida, de no ser así... estaría merodeando alrededor mío con sus ya muy conocidas preguntas.

Sonrío al espejo, ¡La vida sigue! Es solo una pelea no dependemos de él, podemos seguir adelante con o sin Christopher.

Un bocinazo me saca del estupor, salgo de mi habitación y bajo corriendo las escaleras.

—¡Llego dentro de unas horas! —Grito antes de salir, por si Andrea escucha.

Cierro la puerta principal tras mío y corro hasta el auto de Lauren, ella abre la puerta del copiloto.

—Holis —Saluda mientras tomo asiento—. Las maravillas que hace el maquillaje...

La miro mal.

—Ok, me contarás ahora mismo todo lo que ocurre, ¿Está claro?

Suspiro, sé muy bien que no me dejará en paz hasta saber lo que pasa blanqueo los ojos y ella ríe.

—Tú hermano y yo peleamos.

Ella me mira seria un minuto, luego se vuelve todo roja.

—¡No te rías! —Le chillo.

—¡No puedo evitarlo! —Me imita chillando.

—¡Eso no hacen las mejores amigas!

—¿Qué hacen? Es mi hermano y está loco por ti, sé que no durará ni un día enojado contigo, ¡Por favor!

Bajo la mirada.

—Es asqueroso estar enamorada.

—Pero te gusta —Me dice Lauren pícaramente.

—Pues no me queda de otra.

Las dos reímos, Lauren es una de las pocas personas que tiene la facilidad de hacerme reír incluso en los peores momentos.

(...)

Llegamos a un barrio super lujoso, de esos que tienen enormes jardines decorados con enormes fuentes y enormes arbustos y más de esas cosas, cada casa más hermosa que la otra.

Después de estar compitiendo con Lauren sobre cuál de las casas era la más hermosa, nos quedamos frente a una, que bien podría ser la más hermosa.

—¿Es aquí? —Pregunto temerosa.

—Es aquí —Dice rotundamente.

Trago saliva.

—Relájate —Me da una palmada en el hombro que bien podría romperme todos los huesos, la miro mal—. Perdón, mi tía es un pan de Dios, salí por ella.

La Emperatriz de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora