VI

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...

Jueves

Christopher me deja en el hospital y luego se va diciendo que tiene algo muy importante que hacer, durante toda la noche y mañana se ha comportado de forma muy extraña, pienso que ha de ser por lo de la chica esta que apareció de la nada, me dijo que probablemente sea la chica que suele sacarle fotos mientras duerme, me lo dijo como si nada a lo que me puse completamente paranoica, me dijo de que la chica ya tiene una orden de restricción y que desde hace mucho tiempo ya no lo hacía.

Sin restarle importancia a todo esto entro en el hospital.

Me dirijo hacia la habitación de mamá, afuera veo a James el novio de Andrea, cuando me ve sonríe.

—Hola —Le saludo mientras abro la puerta.

—Espera, Andrea la está vistiendo para ir a casa.

Ir a casa.

Lo miro bien, ¿Y a este que le pasa? ¿Cree que mi casa es su casa?

Relájate Kristen, no te alteres no porque Christopher se comporte como un chico misterioso tienes que descargarte con todos.

—Soy su hija, puedo entrar —Abro la puerta mientras me adentro en la habitación.

Mamá se encuentra poniendo un vestido floreado con la ayuda de Andrea y de la camilla, cuando escucha el chirrido de la puerta al cerrarse me miran mamá me sonríe y Andrea hace un intento de sonrisa.

—¿Que tal? —Pregunta pícaramente mamá.

Siento como me ruborizo, es muy fácil que me ruborize.

—Todo bien... —No quiero preocupar a mamá más de lo que ya está.

Hoy ni bien me desperté le conté a Lauren todo esta por poco no tuvo un infarto, lo reemplazo zarandeandome y retando, ¿Y si traía un arma de fuego? ¿Y si te disparaba? ¿Es que no tienes cabeza? Esa chica está loca, si es que fue quien creo que es.

—Y estoy muy contenta por ti... —Dice de repente Andrea mientras deja a mamá sentada en la camilla toda lista
—. Pero, ¿Podrías llamar a James? Necesito que alguien la lleve, no puede caminar del todo bien.

Hago lo que me dice, James entra toma a mamá con un brazo de la cintura, mientras esta coloca un brazo por el hombro de James. Abro la puerta completamente para facilitarle el salir, una vez en el pasillo avanzamos lentamente hasta el ascensor.

—Hijo yo puedo sola —Dice mamá a James.

Presiono el botón de planta baja.

—No se preocupe, es todo un gusto para mí poder ayudarla —Lanza un tímida mirada a Andrea, ella le sonríe.

La Emperatriz de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora