Al besar una princesa

#7: Besa una princesa nueva

—¿Cómo conociste a Rachel?

Charlotte esta levemente inclinada sobre su pupitre para alcanzar el oído de Susie, Woods, quien parece ser el único profesor que nunca se entera de nada, está enfrente tratando de explicar algo, no muchos prestan atención genuina de todos modos.

Lo que más detesta Susie de su clase es que es tan jodidamente aburrida que no solo distrae a Charlotte, quién es distraída por excelencia, pero hace que ella misma desenfoque su atención a lo que él diga y piense banalidades el resto de la clase, lo que no debería suceder pero Dios, su cerebro lo hace casi en automático.

Y ahora Charlotte está preguntándole este tipo de cosas. Susie bufa.

—Aquí estás de nuevo preguntando por ella.

—No te he preguntado por Rachel antes—se queja como una niña contra su espalda.

—No hoy.

—No nunca.

Desde la noche en la playa Charlotte no había vuelto a saber de Rachel, no es que le importe, pero siempre que se rodea de la pelirroja suceden cosas emocionantes, no ha vuelto a sentir algo que se acerque a adrenalina desde entonces.

—Bueno, antes te quejabas de ella y ahora pareces muy interesada en lo que ella haga o deje de hacer.

—Solo es curiosidad—se defiende, mordiendo un poco sobre la tela en la espalda de su amiga.

—¿Así se le dice ahora? En la vida real se conoce como obsesión.

—Cállate.

—La conozco por Dale, mas tú y ella no habrían cruzado palabras de no ser por mí, yo la invite a tu aburrida fiesta de compromiso ¿sabes?

—¿Por qué?

—Porque era jodidamente aburrida y estaba consciente de que si Rae iba todo se pondría interesante, además ella me lo pidió.

—¿Por qué?—pregunta de nuevo.

—Ella quería conocerte—Charlotte casi se atraganta con su propia saliva—No estoy muy segura de porque, ella te vio uno de esos días que Dale vino por mí, tú también la debiste haber visto pero quizás no la recordaste con lo ocupada que estabas juzgando a mi novio.

A Charlotte le gustaría negar eso, pero haciendo un vago recuento en su memoria sí que no recuerda a Rachel y lo único que viene a su memoria son todos esos malos pensamientos sobre Dale.

—Ella estaba intrigada, supongo que también tenía curiosidad. Yo no conocía a Rachel en ese momento y por lo tanto tampoco su sexualidad y cuando pregunto por ti le dije que tenías novio, ella solo me sonrió más y me dijo que parecías una muñeca. Se la pasó un tiempo insistiendo en que yo creara una situación donde se conocieran casualmente...

—Eso es ridículo.

—Si mi clase le parece tan ridícula ¿Por qué no pasa usted y la da?—Charlotte queda muda cuando se da cuenta de que Woods la está mirando directamente a ella mientras le tiende el marcador, oh, también se da cuenta de que simplemente se puso de pie para decir aquello.

—Van a matarme—murmura, Susie ríe por lo bajo.

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—Cada día te superas a ti misma, un día estas sentada en un pupitre olvidado y al otro estás avergonzándote a ti misma frente a toda la clase—Charlotte le da una mala mirada—quiero decir y al siguiente enseñas a las personas que te dijeron que no lograrías nada, estoy orgullosa de ti.

Charlotte gruñe y Michelle la acobija bajo su propio brazo.

—¿Por qué siento que todos los días me avergüenzo yo sola?