Al besar una princesa

#18: Besa una princesa cansada

Rachel giña descaradamente hacia Charlotte, ella no lo está imaginando, Rachel de verdad lo hace, eso antes de que alcé su cuerpo luego de la reverencia en grupo y desaparezca tras el telón rojo.

Salió tal como Rachel quería, dos días después de hablarle a Charlotte de su papel como villana fue llamada para darle la noticia de que en efecto, fue ella quién recibió el papel. Y un par de meses más tarde ahí estaba, ejerciéndolo con tanto orgullo como le cupiese en el cuerpo..

Charlotte estaba agradecida de, aparte de tener la oportunidad de verla tan de cerca, verla sonreír también.
Últimamente Rachel había estado comportándose de una forma un tanto extraña, a pesar de que no mencionaba nada al respecto Charlotte no era una tonta y podía notarlo.

La pelirroja se ausentaba y distraía con facilidad, sus sonrisas poco a poco se volvían forzadas y su actitud juguetona aparecía cada vez menos.
Charlotte lo dejaba estar, no quería sofocarla.

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—Gracias por  llevarme—sonríe Rachel a ambos, primero a Adam y luego a ella. Charlotte no quiere parecer de esas chicas que le buscan defecto a todo, pero la sonrisa que Rachel dio pareció más una mueca.
El cielo está tan nublado y apagado que las pupilas de Rachel se vuelven oscuras al mirar, el azul se esconde tras un color gris apagado.

—No hay de qué, Rae—responde Adam, haciendo sonar el auto con las llaves—¿Pero con quién habías venido?

—Chicos del crew—responde no dándole importancia ni mucha información, al tiempo que sube al auto. De nuevo se comporta tan seria que está haciendo que los nervios de Charlotte aumenten.

El camino pasa en relativo silencio, Rachel tararea en la parte de atrás canciones lentas con ritmo suave, que quedarían perfectas si tan solo el cielo dejara de tronar sobre sus cabezas y comenzará a llover de una vez.

Siente golpes pequeños y rítmicos en su espalda, se gira y encuentra a Rachel recostada a lo largo de los asientos, su cabeza está un poco alzada hacia arriba aunque no parece incómoda. Le da una sonrisa que Charlotte regresa y continua con los golpeteos.

—No entendí por qué matarías al protagonista—comienza Adam, Charlotte se reacomoda en su lugar—¿Por qué te dejarían ganar?

—La gente está cansada de los finales felices.

—No hay siempre finales felices, a veces el bueno muere.

—No, me refiero a uno donde el villano gana, aún si el protagonista muere o la pareja principal no queda junta, siempre hay esperanza y nunca hay algo que concrete que las cosas terminan mal, ahí el villano es un factor invisible, necesitan algo que pueda verse.

—El bien siempre va a ganar—alega Adam con sencillez.

—Por eso todo se vuelve tan aburrido.
Adam detiene el auto en una gasolinera unos minutos después, "ahora vuelvo" anuncia antes de salir.
Tan pronto como Charlotte lo ve fuera se gira en su asiento y mira a Rachel, quién está muy entretenida tocando el techo del auto con sus dedos con uñas pintadas de negro.

—Iremos a un café más tarde para celebrar, yo invito—emocionada y alegre, Charlotte dice.

Rachel escupe una risa.

—¿Celebrar qué?

—Tu obra, estuviste genial y pensé...

—No es necesario, princesa—interrumpe, bajando sus manos y dejándolas caer en su barriga, la mira con seriedad.

—Pero quiero, ya hace un tiempo que no salimos las dos solas, que no salimos en general.

—Estamos ocupadas.