#14: Besa una princesa entregada

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Rachel tiene la mala costumbre de no darse cuenta cuando lastima a alguien.

Charlotte siente que su corazón se marchita amargo pero hay algo reconfortante en la forma en que la mano de Rachel se aferra a su cintura, como si no quisiera dejarla ir. Eso es exactamente lo que quiere, irse.

El ya conocido gusano de los celos está haciendo agujeros en su pecho, profundo y procurando hacerse notar mediante ojos rodando de allí a Marte.

Rachel sonríe al chico de enfrente, una sonrisa fácil y escurridiza, igual que esa mano en su cintura.

El chico está demasiado cerca de Rachel, su cabeza es grande y Charlotte se imagina a una molesta mosca, que en lugar de hablar solo zumba.

Muy jodidamente cerca.

Charlotte quiere espantarlo, o mejor aún, que alguien lo espante por ella. Cualquiera serviría en ese estúpido bar.

La situación es tan absurda.

Comenzando con que nadie se ha dado cuenta de lo incomoda que ella está, entre Rachel y el hombre que se presentó como Marcus y les ofreció una bebida hacia ya una hora, ninguno lo ha notado.

Charlotte estaba lista para declinar la invitación amablemente apenas notó sus intenciones, pero mierda, él era guapo y llevaba un reloj carísimo en la muñeca (por supuesto que Charlotte se dio cuenta) Rachel la calló con un pequeño apretón en la mano y le regaló una sonrisa a Marcus mientras aceptaba el trago.

Y él es tan odioso y pretencioso.

Alardeando cuantos autos y perros tiene, ja!, Como si eso fuera importante o impresionara a alguien. Pero solo para quedar claros, Charlotte también tiene autos, perros no, pero podría costearse algunos.

Bueno, a pesar de que no es gran fan de los perros, le causan ansiedad, son ruidosos y dejan pelo en todos lados, si Rachel lo pidiera ella traería los perros más bonitos y peludos que pueda encontrar.

Y continuando con su pesadilla.

Rachel se comporta tan ensimismada y juguetona alrededor de él, mientras aún sostiene a Charlotte, quién, otra cosa que ellos no notaron, no ha dicho ni una sola palabra y lo único que sale de su boca son suspiros molestos.

Es bastante odioso e incómodo, ella ni siquiera puede escuchar correctamente de lo que están hablando esos dos, la música tan alta le impide está actividad.

No hay otra cosa más interesante en la cual centrarse, solo ebrios y gente buscando un rollo de una sola noche.

Hablando de eso... los ojos de Charlotte viran hacia el chico, lo mira de arriba abajo y sigue el camino que hay desde su brazo hasta la pierna de Rachel. Él está jodidamente acariciando la pierna de la chica y esta no se inmuta ni un poco, es más, sonríe como si estuviera de acuerdo al claramente no inocente toque.

Entonces Charlotte nota que la mano de Rachel ya no está más en su cuerpo. Ahora Rachel pasea la mano que antes la sujetaba en lo largo del brazo del sujeto.

—Ya tuve suficiente—Dice la rizada en voz alta, pensando que al menos así lograra captar la atención de alguien.

Cosa que no pasa, Rachel está muy ocupada respondiendo al coqueteo de Marcus como para notar que ella ha comenzado a dirigirse a la salida.

Antes de cruzar la puerta, da una mirada atrás, resultándole imposible no hacerlo. Sus ojos caen en la imagen de ellos dos besándose.

Charlotte pisotea varias veces en un berrinche, es algo usual en ella cuando las cosas no salen tal y como ella planea, y eso se vuelve una rutina cuando es sobre Rachel.

Al besar una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora