Estoy enamorado.
Estoy enamorado de sus palabras, de su risa extraña y sus blancos dientes, de sus ojos hermosos y la galaxia que puedo ver en su mirar, de sus celos, enojos, su arrogancia y su inseguridad. Estoy enamorado de la forma en que hace que todo se vuelva más sencillo, y del modo en que toma las cosas más simples y las vuelve un caos. Estoy enamorado de sus chistes, su sarcasmo, de su sentido del humor -y vaya que es pésimo-. Estoy enamorado de sus miedos, de cada uno de sus defectos. Estoy enamorado del modo en el que ríe, en el que se molesta, de sus gestos mientras está seria, mientras está pensando, comiendo, llorando. Estoy enamorado de la curva perfecta en su sonrisa, sus labios gruesos y sus mejillas rosadas. Estoy enamorado de sus besos, sus caricias, de lo cálido de cada abrazo, del modo tan maternal en el que se preocupa por lo que me pasa. Estoy enamorado del modo tan tímido en el que toma mi mano cuando caminamos juntos. Estoy enamorado de sus anécdotas raras, sus reclamos, sus consejos, de poder compartir con ella algunos sueños. Estoy enamorado de estar con ella cada día, cada hora, cada minuto. Estoy enamorado de cada momento, incluyendo los que no son tan buenos.
Estoy enamorado, perdida y jodidamente enamorado de ella.