Capítulo 9: "No es la mordida lo que lo hace"

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Nota:

No se porque escribo tantas notas. Neh, me gusta.

Tengo una pregunta para ustedes, que necesito que respondan, pues puede afectar la historia: ¿quién les cae mejor? ¿Max o Laura?

Respondanme, lo necesito enserio. ¿Vale?

Ya vamos mil lecturas. ¡No puedo creerlo! Gracias, lindas.

Aquí está el cap de hoy. Espero que les guste tanto cómo el anterior.

¿Hay algún lector que sea hombre por ahí? Quiero saber... si es así, reportate con un voto o comentario. Me encantaría que te hicieras presente. Me haría feliz.

¡Voten y comenten!

Por suerte, logramos llegar sanos y salvos a la escuela. Max cargaba en sus hombros al herido, quién seguía sangrando, por lo que me apresuré a abrir la barrera de contenedores de basura que habíamos colocado.

Entramos y nos encontramos con Lucia que nos observaba furiosa. Oh oh, ya empezamos.

-¿Por que... trajeron a éstas personas?-explotó completamente enojada y rabiosa. Apreté los puños y me mordí la lengua intentando no decir nada. Laura al vernos se acercó a nosotros.

-Laura-mascullo Max, con la voz agitada-tienes que ayudarnos. Por favor, tienes que coser su herida.-pidió refiriéndose al profesor. Ella asintió, y los dirigió a una mesa que había por ahí cerca. Olvidé mencionar que Laura estaba estudiando medicina antes de que todo pasara.

-Apenas tenemos comida y ustedes traen a más bocas que alimentar-gritó Lucía. Ya estaba perdiendo los estribos...

-¿Que querías? ¿Que los dejáramos morir? ¿O que?-preguntó Ross defendiendolos.

-Me importa una jodida mierda que hubieran muerto. Nosotros importamos, nosotros debemos sobrevivir.-nos recordó, y exploté.

-¡Ellos también merecen vivir! ¡No los íbamos a dejar morir! ¡Ellos también son seres humanos, joder! ¡Deja de creerte el centro del jodido universo!-al escuchar mis gritos, Alice y Theo aparecieron.

-¿Que ha pasado?-preguntó mi amiga con voz pasiva y tranquilizadora.

-Que salvamos a dos personas de los caminantes. Y ésta-señale a Lucía-se enfada. No podíamos dejarlos morir-agregué.

-Nati tiene razón, Lucia. No podían dejarlos morir-dijo Theo serio mirándola. Sonreí victoriosa. Max volvió a nuestro lado y Ben abrió la boca por primera vez desde que llegamos.

-¿Pudo salvar a mi amigo?-preguntó esperanzado. Max suspiró pesadamente.

-Laura dice que perdió mucha sangre, pero que hará lo posible para curarlo.-contestó haciendo una mueca.

-Ellos no se quedarán-advirtió Lucía. Y dale con lo mismo. La fulmine con la mirada.

-Se quedarán. No voy a dejarlos morir ahí afuera, y menos si a el tipo le falta la pierna. Yo la corté, yo les daré un lugar para quedarse-asegure y Ben me sonrió ampliamente.

-Gracias, enserio.-dijo el muchacho completamente agradecido.

-Bien. Pero, cuándo ya no tengamos comida, se arrepentirán-avisó Lucía molesta y se fue por ahí.

-¿Dónde están Clem y Duck?-pregunté recién dándome cuenta de su ausencia.

-Están allá-señaló Alice. Ahí estaban, jugando al fútbol, hasta que Duck cayó, raspandose la rodilla, por lo que la niña vino corriendo hacía mi.

-Llegaste-comentó con una sonrisa.

-Si, así es. ¿Que le pasó a Duck?-pregunté frunciendo el entrecejo.

-Se raspó la rodilla, ayúdame a curarlo-pidió tomando mi mano. Asentí, y nos dirigimos hacía el chico.

-Ey, ¿estás bien, amigo?-pregunté inclinandome hasta quedar a su altura.

-Estoy bien, solo me duele un poco-respondió haciendo una mueca. Rebusqué en mis bolsillos, tratando de encontrar alguna curita, pero no había nada.

-Voy a preguntarle a Laura dónde están las banditas, ¿vale? Luego, desinfectaremos ésa herida.-ellos asintieron, mientras que yo me dirigía a la mesa dónde Lau estaba intentando coser la herida del hombre.

-Ah, hola, Nati-saludó al verme por el rabillo del ojo. Su ropa estaba manchada de sangre.

-Hola, Laura. ¿Cómo está?-pregunté refiriéndome al herido.

-¿Te soy sincera?-Asentí-perdió mucha sangre, no creo poder salvarlo. Pero, seguiré intentando-prometió.

-Tenía que hacerlo.

-Max me contó que tuviste que hacerlo. No tenías otra opción. Pero, no fue tu mejor idea-me regaño, con severidad.

-Ya. Lo siento. ¿Necesitas ayuda?-quise saber. Ella negó con la cabeza.

-Solo necesito algo de espacio-pidió con una dulce sonrisa.

-Vale. Solo quería preguntarte dónde tienes las banditas-ella me miró.

-Duck de nuevo, ¿eh? Ése niño vive teniendo accidentes-solté una pequeña risita. Era cierto-en la caja de allá-señaló un pequeño cofre, que estaba en el suelo. Lo tomé, lo abrí y agarré algodón, alcohol, y una bandita.

-Gracias, Lau. Si necesitas algo, me llamas, ¿vale?-asintió y siguió trabajando con el herido. Caminé nuevamente hasta Duck y Clem, quiénes charlaban animadamente.-aquí tengo lo necesario.

-¿Va a dolerme?-preguntó Duck preocupado. Negué.

-Solo va a arderte un poco-contesté echando alcohol sobre el algodón, con el que limpié la herida que tenía algo de sangre, por lo que jadeo un poco. Luego coloqué la bandita.-listo.

-Nati, Ross. Vengan-nos llamó Laura. Me incorporé y fui hacía ella. Ross llegó a los pocos segundos.

-¿Cómo está?-preguntó el rubio. Ella suspiró profundamente.

-Está muerto, perdió demasiada sangre-respondió ella. Y una sensación de culpabilidad me recorrió. Era mi culpa.

-No es tu culpa-me aseguró Ross, cómo adivinando mis pensamientos.

-Es cierto, no es tu...-Laura no pudo terminar la frase, pues un zombificado profesor la tomó de los hombros, queriendo morderla. Intenté impedirlo, separandola de él, pero solo logré que se lanzara sobre mi. Coloqué mis manos en su podrido y asqueroso rostro, alejandolo de mi. Cuándo un disparo se escuchó y me quitaron el cuerpo de encima. Ross me tendió la mano ayudándome a levantarme, mientras que todos se nos iban acercando.

-¿Por que carajos no nos dijiste que había sido mordido?-gritó Max fuera de si, tomando a Ben del cuello de su camiseta.-por tu culpa, casi muere-agregó refiriéndose a mi.

-No fue mordido, lo juro-aseguró Ben, alterado, intentando zafarse del agarre de Max, quién lo miraba con furia.

-Entonces, ¿cómo explicas que se convirtió en caminante?-gritó ésta vez Ross. Y Ben, pareció comprender algo

-No lo saben, ¿verdad?-preguntó extrañado y a la vez confundido.

-¿Que es lo que debemos saber?-preguntó Lucía fríamente.

-No es la mordida lo que lo hace. Ése es el destino que nos espera a todos. Cuándo mueres, te conviertes en una de ésas cosas-explicó señalando con la cabeza al caminante que yacía en el suelo.

-¿Que? ¿Y cómo lo sabes?-pregunté, y él me miró fijamente, para luego soltar un suspiro.

-Cuándo todo esto comenzó, una chica murió por sobredosis de drogas, entonces se reanimó cómo una de ésas cosas-explicó simplemente.

-Esperen, recapitulemos. ¿Eso es lo que nos pasará si morimos?-preguntó Laura pálida. Ben asintió. De repente, Alice sacó una pistola de su cinturón, y apuntó por arriba de los contenedores de basura acumulados.

-¡Quietos!-ordenó en un grito.

The Walking Dead (Ross Lynch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora