The Walking Dead (Ross Lynch)

Capítulo 15: El video de la cámara

Llevábamos como 10 minutos caminando por el bosque. Estábamos cansados, y hambrientos. Cuándo Alice, que caminaba apoyada en el hombro de Theo, paró en seco, y Duck se acercó a preguntarle si estaba bien. Por lo que todos pararon, y me acerqué.

-¿Estás bien, Alice?-pregunté, mirándola, preocupada. Ella se agarró dónde Andy le había disparado. Y por suerte, la técnica para detener las hemorragias de Theo, había funcionado. Me miró.

-Estaré bien. Duck, ve con Theo, necesito hablar unos minutos con Nati-pidió esbozando una sonrisa pequeña. El niño asintió y obedeció. Comenzamos a caminar nuevamente.-pensé que estábamos perdidos, y que moriríamos mutilados.

-Yo también lo pensé. Por suerte, logramos escapar-comenté, estremeciendome al recordar a Laura, cuándo la encontré en aquél baño. Y que no pude hacer nada para ayudarla o salvarla. Ahora debía de estar rondando por la granja, en forma de caminante.

-Yo sabía que algo ocultaban esos hermanos, esa puerta, si la hubiéramos abierto antes, quizás podríamos haber salvado a Laura, y no habría muerto-dijo haciendo una mueca. Asentí, en silencio absoluto.

-¿Que haremos ahora?-pregunté pasados unos segundos. Ella me miró, pensativa. Y luego volvió a mirar al frente, fijamente.

-Seguiremos sobreviviendo, pero por ahora, y principalmente, necesitamos comida. No puedo creer que me comí un trozo de las piernas de Laura-comentó estremeciendose un poco.

-Pero tu no lo sabías, jamás lo habrías hecho estando consciente-afirmé mirándola, de reojo. Asintió energéticamente.

-Jamás, me llevaba genial con ella, hasta la consideraba mi amiga. Todavía estoy en shock por lo que pasó-agregó pasados unos segundos.

-Yo igual. Ahora, quiero saber algo-anuncié esbozando una sonrisa maliciosa. Pero, ella seguía sin sospechar lo que quería preguntarle.

-Pues dime.

-¿Por que Theo te llamaba, amor?-pregunté alzando y bajando las cejas repetidamente, por lo que se sonrojo completamente.

-Eh... bueno... él y yo... ¿como decirlo?... somos novios-me contó rápidamente y sonrojandose un poco más.

-¿Enserio? No puedo creerlo. Felicidades, Alice. Eso si, usen preservativo-recomendé guiñandole un ojo. Y su rubor aumentó considerablemente.

-Guarra. De momento, no vamos a hacer nada, así que, tranquila-comentó en voz baja. Luego, me acerqué a Max, quién iba al frente, con su escopeta.

-Hola-saludé con una leve sonrisa.

-Ey. Dime, ¿es verdad que esas personas mataban gente? ¿por comida?-preguntó incrédulo.

-Si, eran unos maniáticos. Estaban dementes. Yo sé que hay que sobrevivir, pero, ¿recurrir al canibalismo? Yo no lo haría ni aunque me muriera de hambre.

-Ni yo. ¿Sabes? Cuándo te vi golpeando a ese tipo, pensé que ibas a matarlo-comentó, y yo lo miré asombrada.

-Jamás mataría a alguien, a menos que sea un caminante-repliqué.

-Lo sé, te habría ayudado, pero tenía que asegurarme de que ningún caminante noa atrapara-se excusó esbozando una pequeña sonrisa.

-No importa...-iba a agregar algo más, pero Duck me interrumpió.

-Theo, ¿que es ese ruido?-lo escuche preguntar. Agudicé el oído, y pude escuchar el motor de un auto.

-Suena como un auto-dijo Alice, frunciendo el entrecejo.

-Oh no, no más extraños-suplicó Ben juntando ambas manos y mirando al cielo, cosa que me resultó divertida. Me agaché un poco, y avancé lentamente, con mi revólver en manos. Y mire entre unos arbustos, y efectivamente, era un auto, que parecía abandonado.

Me aproximé hacía él, sin dejar de estar en guardia. Y a través de la ventanilla, pude notar que no había nadie. Luego, quité las llaves del auto, que seguían puestas. Me dirigí hacía el baúl, lo abrí, y sonreí de oreja a oreja.

Estaba lleno de recursos. Comida, ropa de abrigo, baterías, de todo un poco. Llamé a mis amigos, quiénes aparecieron al instante, y al ver el baúl, se alegraron tanto como yo.

-Éstos recursos pueden salvarnos a todos-comentó Alice alegre.

-Hay que llevárselos-ordenó Ross.

-Esperen-dijo Clem, frunciendo el entrecejo. Todos se detuvieron y la miraron.-¿y si éste auto no está abandonado? ¿y si los dueños vuelven y se encuentran con que está vacío?

-Clem, necesitamos éstas cosas para sobrevivir-replicó Max.

-Pero, ¿y si hay alguien que las necesita más que nosotros?-preguntó cruzandose de brazos y alzando una ceja.

-Clementine, escuchame, linda.-pedí inclinandome hasta quedar a su altura-éste auto está abandonado, lo que quiere decir que probablemente, sus dueños estén... muertos. Así que nosotros tomaremos esto, ¿vale?-pregunté, y ella asintió, y luego bajó la cabeza. Me acerqué a Ross, quién seguía revisando cajas.

-Con esto, sobreviviremos un buen tiempo, solo nos faltarían las medicinas.-comentó revisando la última caja.-aquí hay un suéter para Clem-agregó al verme, y me pasó un suéter color rojo oscuro.

-Clem, ponte esto, linda, pronto hará frío-pedí, y ella lo tomó, y se lo puso, a regañadientes. Luego, no sé porque, pero recordé que tenía la cámara que había encontrado en el campamento de Jolene.-Ross, ¿hay algunas baterías ahí?-pregunté, y él frunció el entrecejo.

-¿Para que las necesitas?

-Para una cámara-contesté simplemente, y él asintió.

-Aquí tienes-me las pasó, y yo las coloque en la pequeña cámara. Y la encendí, y pude ver un vídeo en ella.

Era nuestro refugio, la escuela, el día que llegamos a ella, y estábamos poniendo las barricadas para evitar que los caminantes entren. Luego, la cámara fue enfocada en las acciones de Clem, todo lo que ella hacía, como jugar con Duck, o dibujar.

Después la cámara se enfocó hacía quién grababa el video, y me llevé una gran sorpresa al descubrir que era Jolene. Y dijo:

-Tranquila, pequeña. Mientras ellos sigan recibiendo comida de los granjeros, estarás a salvo.

Y ahí terminó.

Yo me quedé confundida, aunque había comprendido que quizás Jolene tenía una obsesión con Clem. Por suerte, ya no podría hacerle daño, porque, bueno... estaba muerta. Pero, no podía creer que no hubiera notado que nos observaban. Soy cabeza dura.

-Bien, con todo esto, estaremos bien. Pero, habrá que ir a la ciudad por medicinas-comentó Ross con una mueca.

-Al parecer, nuestra suerte, está mejorando-dije sonriendo. Quizás, estuvieramos bien por un tiempo. Quizás.