Capítulo 31: Desmayos

1.7K 108 8
                                    

-¿Quién demonios eres? ¿Que le has hecho a mi pequeña, hijo de la gran puta?-pregunté furiosa, mientras todos me miraban.

-No soy Vernon, si eso es lo que estás pensando. No le he hecho nada, pero si quieres que Clementine esté bien, entonces mide tus palabras conmigo-amenazó.

-¿Que es lo que quieres?-le pregunté bajando el tono de voz. Podía escuchar su respiración.

-Un rescate-respondió simplemente, y luego, se cortó la transmisión. Miré al walkie tolkie.

-Carajo. Tenemos que salir de aquí-Ben interrumpió mis pensamientos con un grito, y luego, cerró la puerta, apoyándose en ella, pues unos caminantes andaban por ahí.

-Nati, tenemos que encontrar una salida. Vamos-me apuró Ross, tomando algo que parecía una herramienta para... separar algo. Lo miré, pensando que sería inútil-nunca sabremos cuándo lo necesitaremos.-miré a mis otros amigos. Max ayudaba a Ben con la puerta, mientras Alice apuntaba con su revólver a la puerta, en caso de que no resistiera.

Pude ver que había un pasillo, que dirigía al fondo de la morgue. Caminé hasta allí, con Ross detrás de mi. Entonces, vi un ascensor, podríamos salir por ahí. Intenté abrirlo, pero no cedía. Mi amigo se aproximó, y abrió un poco las puertas, poniendo el separador ahí.

-Mierda, Ross te necesitamos-gritó Alice, algo desesperada. El rubio maldijo entre dientes, y me explicó como debía hacer para abrir las puertas. Y después se fue.

Comencé a mover la pequeña palanca del objeto, por lo que las puertas se abrían lentamente. Pero, de pronto, se nubló mi vista, y mi fuerza fue disminuyendo poco a poco. Por lo que intenté caminar hasta mis amigos, quiénes se encontraban en la parte delantera de la morgue. Pero, caí al suelo, y mis ojos se cerraron.

--------------------------------------------------------------------------------

Desperté, encontrandome con que estaba acostada en una de las camillas del lugar. Y que Ross sostenía una sierra sobre mi brazo, situación por la cuál me alarmé enormemente.

-¿Seguro de que esto es necesario?-preguntó el rubio preocupado.

-Quizás es la única manera de que se salve-respondió Alice, encogiendose de hombros.

-Pues, aquí va-y en el momento en que iba a cortar mi brazo, decidí anunciar que había despertado.

-Estoy despierta, estoy despierta-comenté incorporándome.

-Genial. Oye, íbamos a cortar tu brazo para evitar que te infectaras-me contó Max, mirando mal a Alice.

-Igualmente, no creo que sea la mejor idea-intervino Ben, mirando al suelo.

-Quiero conservar mi brazo-decidí, completamente segura.

-Nati, puede que sea la única manera de salvarse de la mordida-replicó mi amiga.

-Pero, si el corte no se hace bien, puede morir por desangrado-comentó Max, con una mueca de preocupación.

-Quiero conservar mi brazo-repetí.

Y Ross apartó la sierra de mi brazo.

-Bien. ¿Encontraste una salida, verdad?-preguntó Alice rodando los ojos. Asentí.

-Si, siganme.-ordené, y los dirigí nuevamente a las puertas del ascensor. Ross comenzó a mover la palanca, y pudimos abrirlo. Encontrándonos con una escalera, que llevaba hacía arriba.

-Yo iré primero para asegurarme de que no haya nada-avisó Alice, y comenzó a subir, seguida de Max, Ben, luego Ross, y por último yo.

Comenzamos a subir las escaleras, sin hacer ruido, para que ningún caminante nos descubriera. Pero, para mi era más dificil, ya que el brazo se me estaba adormeciendo.

-¿Estás bien ahí abajo?-me preguntó Ross en un susurro. Asentí, aunque no podía verme bien.

-Estoy bien, estoy bien-contesté con algo de esfuerzo. Pero, me llevé un susto de muerte cuándo un caminante casi me cae encima.-¿todo bien allá arriba?

-Si, jodidamente lindo-respondió Alice, con sarcasmo. Rodé los ojos. Entonces, comencé a sentir otro mareo, por lo que me detuve, ya que podía caer. Y mis ojos se cerraron nuevamente.

-------------------------------------------------------------------------------

Al despertar, me encontré con la "agradable" sorpresa, de que colgaba de la escalera, boca abajo, por lo que podía ver el fondo desde ahí.

-Mierda, Nati, no caigas-pidió Ross, algo desesperado. Empecé a hacer fuerza, hacía adelante, y logré agarrarme de la escalera, cómo antes de desmayarme.

Seguimos subiendo, hasta que pude ver la luz del sol. Y me di cuenta de que habíamos llegado a la azotea del hospital. Pero, estábamos atrapados, no sabía como saldríamos de ese lugar.

Nos acercamos al borde de la azotea, encontrándonos con que las calles estaban plagadas de caminantes.

-Hay miles-murmuró Alice impresionada y preocupada.

-Parece que nos hubieran seguido, pero no es posible, ¿o si?-preguntó Max preocupado.

-No creo que eso sea posible-replicó Ben aún más preocupado.

-Clementine está ahi afuera, entre toda esa mierda-comenté, y todos me miraron.

-Haremos lo que sea necesario para encontrarla, lo prometo-aseguró Ross.-ahora busquemos una salida.

-Oigan, creo que no podemos ignorar lo que le pasó a Nati. Ya se desmayó dos veces-agregó Alice, mirandome con pena.

-Al diablo con eso, estoy bien-repliqué algo molesta, y ella desvió la mirada.

-¿Y ahora que?-preguntó Max pasados unos segundos.

-Tenemos que encontrar la manera de bajar ahí abajo-respondió Ben, mirando abajo, dónde se encontraban rondando los caminantes. Todos empezaron a buscar maneras de bajar, cuándo empecé a dirigirme a un extremo de la azotea, dónde pude ver una escalera de incendios, podríamos bajar por ahí, pero nos atraparían los caminantes apenas pongamos un pie en el suelo.

Hasta que vi a Max, quién observaba el campanario que estaba ahí. Y luego miré a una escalera, que estaba tirada.

Y se me prendió la lamparita.

Si usábamos la escalera para llegar al campanario, tocariamos la campana. Entonces los caminantes serían atraídos por el ruido, y podríamos escapar por la escalera de incendios. 

La tomé, con la mano intacta, y comencé a caminar hacía dónde Max estaba. Mis amigos, al ver mis intenciones, se acercaron con paso rápido. Coloqué la escalera, que sorprendentemente logró llegar hasta el campanario.

-¿Que diablos te traes?-preguntó Ross, frunciendo el entrecejo.

-Voy a subir al campanario, tocaré la campana para atraer a los caminantes, y luego podremos escapar-expliqué.

-Un momento, ¿tocaré? ¿tu? Ni en tus sueños más salvajes-replicó Max, haciendo una mueca.

-Tengo que hacerlo, yo fui mordida, ustedes tienen mucho que perder si mueren. Vamos-pedí, y después de mirarse entre si unos segundos, asintieron no muy seguros.

Comencé a subir la escalera lentamente, con el corazón latiendo a mil, y evitando mirar abajo, porque sino, tendría mucho más miedo, y sería más probable que cayera, y me terminara muriendo.

Al llegar al campanario, la escalera cayó, y al llegar al suelo, se rompió en mil pedazos, por lo que comencé a preguntarme como haría para poder volver.

Me acerqué la campana, y comencé a tocarla, atrayendo la atención de todos los caminantes que estaban en la calle. Poco a poco iban reuniéndose alrededor del campanario.

-Ahora, salta, yo te atraparé. Lo prometo-aseguró Max, con una sonrisa. Asentí, tomando aire, y salté. Pero, quedé colgando del cordón de la azotea. Él me dio la mano, y me ayudó a subir.

-Bien hecho, princesa. Ahora, vámonos-ordenó Ross, y todos corrimos hasta la escalera de incendios.

The Walking Dead (Ross Lynch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora