Capítulo 11: Ataque sorpresa

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Nota:

Y... ¡Hola! ¿que tal? Los saluda Lu (así me llaman)

Que bueno que tenga algunas lectoras directioners, las amo. Ahora les pregunto: ¿conocen a Demi Lovato? Y si la conocen, ¿les gusta? Yo sinceramente, la amo, es mi modelo a seguir. Contestenme, ¿siiiiii?

¡Voten y comenten!

Frente a nosotros, había una cerca, puntiaguda y blanca, pero no parecía ser eléctrica. También había un gran terreno, típico en una granja. Por un lado podía verse el establo, por otro lado se veía el granero, máquinas que no tenía ni una puta idea de para que servían. Y al fondo una gran casa, humilde pero grande.

-Súper-murmuró Ross a mi lado, mientras entrábamos. Yo no podía dejar de mirar a mi alrededor, era increíble.

-No sé porque, pero no me da buena espina-me susurró Max muy bajito, para que nadie más que yo lo escuchara. Asentí, a pesar de que el lugar sea magnífico, presentía algo malo. Y eso no era bueno.

-Chicos, ella es nuestra madre-presentó Andy con una extraña y sospechosa sonrisa, señalando a una mujer. Era pelirroja, y teñida, se notaba. Tenía ojos color verde. Y tenía el aspecto de ser alguien muy amable y agradable.

-¡Hola!-saludó con una voz algo chillona aunque dulce, tenía acento ranchero. Me acerqué con una sonrisa, y le di la mano.-soy Brenda.

-Hola, me llamo Nati, y ellos son mis amigos. Ross, Max, Laura, y Ben-presenté señalandolos.

-¿Y de dónde vienen?-preguntó ella aún con esa sonrisa. Fruncí el ceño.

-Ellos vienen de la vieja escuela, mamá-se apresuró a contestar Danny.

-Oh, ese lugar es muy vulnerable, queridos-comentó Brenda.

-Si, eso supongo-replicó Max con desconfianza.

-Ah si, trajimos esto-recordó Ross levantando los pequeños tanques de combustible. Y se los pasó a Andy-en buena fe.

-Oh, que buenas personas que son-alabó con dulzura, y le pellizcó la mejilla, cosa que me molestó enormemente. Pero, ¿por que me molestaba?-Danny, querido, ve a ver que puedes hacer por esa pobre vaca enferma.

-¿Está enferma? Nosotros tenemos a una mujer que estaba estudiando para ser veterinaria. Podemos traerla aquí, con el resto de nuestro grupo-propuso Ross. La mujer lo miró con una sonrisa, y pude notar en sus ojos, un destello.

-Eso sería genial, querido. Si hacen eso, yo puedo preparar una gran cena para todos-nos miramos. La oferta no era mala, solo había que traer a Lucía, quién estaba estudiando para ser veterinaria, y a nuestro grupo.

-Trato hecho.-dijo mi rubio amigo, con una sonrisa satisfecha. Luego, me guiñó un ojo disimuladamente-Ben, Max, acompañenme a buscar a los demás-pidió tomando su escopeta.

-Ey, Ben-lo llamó Laura. El chico volteó y ella le lanzó su revólver-llevatelo, para protegerte-ordenó, y él asintió entusiasmado. Luego, Lau y yo, vimos cómo se alejaban, desapareciendo entre el espeso bosque.

-Bien, Danny, ayúdame con la cena, querido-pidió Brenda unos segundos después. Ambos caminaron hasta la casa, y entraron.

-Si quieren-empezó Andy, tomando el combustible-pueden darse una vuelta por la granja.

-Claro-contestó Laura con una sonrisa victoriosa. Al parecer, éso había estado esperando. Andy caminó hasta donde había un generador, y comenzó a trabajar en él.-bien, no sé tu, pero a mi no me caen muy bien éstos hermanos-comentó ella mirando alrededor mientras caminábamos cerca de la cerca eléctrica, pero no lo suficientemente cerca como para electrocutarnos.

-Me dan mala espina, pero quizás solo son buena gente que quiere ayudarnos, y nosotros estamos juzgandolos mal-repliqué haciendo una mueca.

-No lo creo-contradijo-pero, si tu crees en ellos, entonces yo también-aseguró con una amistosa sonrisa. ¿No les dije antes que es súper agradable?

-Oye, ¿tu crees que éste sea un lugar seguro?-pregunté después de unos segundos de silencio. Laura miró alrededor un par de veces antes de contestar.

-No lo sé-reconoció haciendo una mueca graciosa-ellos dicen que es seguro, pero hay que fijarse.-finalizó. Asentí, levemente. Y caminamos un poco más antes de que ella hiciera una pregunta algo rara-: ¿te gusta Ross?-en ese momento, al analizar lo que dijo, solté una carcajada que se habría escuchado hasta en China.-¿que es tan divertido?

-Que preguntaste si me gustaba Ross-respondí al parar de reírme como demente.

-¿Y te gusta?-quiso saber, mirandome interrogante y alzando una ceja.

-No-contesté con seriedad.-es mi mejor amigo, es cómo un hermano para mi. Jamás podría gustarme. ¿Por que lo preguntas?-pregunté frunciendo el entrecejo.

-Por cómo te mira él-dijo simplemente y mirando al frente.

-¿Y cómo me mira?-quise saber.

-Está enamorado, locamente enamorado. He visto esa mirada antes, sé de lo que hablo.

-Eso es imposible. ¿Él? ¿Enamorado de mi?-pregunté incrédula.

-Si, ¿por que lo dudas?

-Siempre me decía que yo era cómo una hermanita pequeña para él, su mejor amiga-respondí con la mirada perdida.

-Pues yo sé de lo que hablo, él te quiere, pero no cómo su mejor amiga.-replicó. Y a partir de ahí, nos quedamos en silencio. Ella miraba alrededor, buscando algo al parecer, mientras que yo pensaba en lo que habíamos hablado.

¿Le gustaría a Ross? ¿O no? Si él gustara de mi, ¿por eso tendría que dañarse nuestra mejor amistad? No, definitivamente, no. No dejaría que nuestra amistad de tantos años se arruinara. Aunque, seguía pareciendome algo imposible que él sintiera cosas por mi.

Aunque, quizás eso explicaba que fuera tan celoso cuándo otros chicos me hablaban. Pensaba que solo eran celos de mejor amigo, pero creo que me equivocaba. Y por eso era tan cariñoso conmigo y no con otras chicas.

Jodanme.

Le gustaba a Ross, ahora todo cuadraba. No podía creerlo. Pero, ¿por que me sentía tan feliz al respecto? ¿Y... como fue que no me di cuenta antes? Soy imbécil.

-Lau-la llamé. Tardó unos momentos en reaccionar y luego me miró.-creo que tienes razón. Creo que le gusto a Ross.

-Por supuesto que si. Hasta un ciego lo notaría-replicó con una sonrisa.

-No puedo creer que no lo noté antes. Soy estúpida-dije negando con la cabeza.

-A veces pasa-me consoló dándome palmaditas en el hombro. Miré nuevamente al frente. Todo estaba tan silencioso, hasta que de repente, se escuchó un ensordecedor disparo, y Laura gritó de dolor. La miré alarmada, encontrandome con que había sido ella a quién habían disparado, pero fue en el hombro, así que no era muy grave.

-Mierda-murmuré al escuchar otro disparo. Provenían del bosque, y escuché que nos gritaban.

-Entreguenos la comida que nos deben, putos-nos exclamaban furiosos. Eran los bandidos del bosque con los que nos habíamos topado antes.

-Laura, todo va a estar bien-prometí con algo de desesperación, ayudándole a pararse. Coloqué uno de sus brazos sobre mi hombro, para que pudiera caminar mejor. Y comenzamos a caminar por dónde habíamos venido, procurando que no volvieran a dispararnos y dar en el blanco.

The Walking Dead (Ross Lynch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora