Al termino del día, Deuz y Bonnie se dirigían a casa tomados de las manos. El sol se ocultaba dando paso a la Luna y a la noche.
Iban caminando por una calle solitaria cuando dos sombras se interponen.
Bonnie tomó firmemente la mano de Deuz. En su mente planeaba alguna forma de escapar pues sabía quienes eran esas sombras, y qué querían. Agradecía no tener su guitarra al hombro, pues sería un estorbo.
-¿Quiénes son?–preguntó Deuz.
Un silencio incómodo reinaba en ese tramo de calle. El moreno, que tenía su mano en su bolsillo, junto a su teléfono, haciendo uso de su buena memoria marcó al teléfono de Oxy...
-Eso a ti no te importa–respondió una de las sombras.
-Son secuestradores, seguro contratados por los enemigos de mis padres. Planean llevarme para chantajear a mi familia, seguramente por dinero, tras alguna escusa barata–dijo Bonnie con un semblante y tono frío.
-Tú si sabes, Bonnie–dijo una de las sombras que caminó hasta la poca luz que había, dejando ver a un hombre alto, cabello negro, piel pálida y lentes de sol obscuros. Su compañero por igual solo que su cabello era rubio platinado.
-En ese caso deben ser muy buenos–dijo Deuz, logrando que los tres presentes arquearan las cejas y lo miraran expectantes–eligieron una calle tan solitaria como lo es esta, la que está tras la avenida principal y esperaron a que fuera de noche–Bonnie relajó un poco su semblante–pero cometieron el pequeño error de abordar a Bonnie cuando está conmigo–dijo el moreno amenazante.
Bonnie, en un intento de salvar a su novio suicida quiso correr por donde habían venido, pero se toparon con otro par de hombres, que con pequeños pasos dados con el afán de, poco a poco, acorralar al par de jóvenes.
-No huyas Bonnie, no tiene caso. Te tomaremos a ti y a tu hermana–dijo el de cabello rubio.
Bonnie se tensó ante la posibilidad de que pudieran encontrar a su hermanita.
-Ustedes no saben dónde está–dijo el pelimorado muy confiado–nos separamos en el aeropuerto. Ambos íbamos sin teléfono celular y con identificaciones falsas.
Los hombres parecieron tensarse ante las palabras del menor. Había acertado.
No sabían que su hermana menor ahora vivía bajo el nombre de Kiwi, y obviamente no sabían que esta vivía con Andrea.
Ambos tuvieron que cambiar drásticamente su apariencia para huir del peligro que implicaba ser un Fitzgerald.
Originalmente el cabello de Bonnie era morado azulado opaco, pero tuvo que teñirlo de un morado brillante, usar lentes gruesos y caminar encorvado para que sus ojos no se vieran a simple vista. Y Kiwi, originalmente su cabello era azul opaco y tuvo que teñirlo castaño, dejarse un flequillo lo suficientemente largo para que sus ojos verdes no se notasen y usar lentes de marco lila, que para sorpresa de ella y su familia, necesitaba ya que su vista no era muy buena.
Por las sombras, los señores Fitzgerald tuvieron que arreglar que Kiwi fuera a un orfanato a las afuera de una pequeña ciudad para que no pudieran encontrarla. Esto le fue dicho a Bonnie, y con su hermana, planearon una buena actuación para fingir que se separaron en el aeropuerto. Pero por diversas razones que no estaban previstas en el plan se volvieron a encontrar.
-Como sea. No dejaré que toquen a Bonnie, si se lo quieren llevar, primero se tendrán que meter conmigo–dijo Deuz desafiante.
-No te creas mucho, niño–dijo el de cabello negro sacando un arma de su saco, pero no apuntaba con ella. Buscaba asustar a los menores para que nadie terminara herido.
Fue en ese instante que se escuchó una voz algo familiar...
-¡Mira Maggie! ¡Son Deuz y Bonnie! Hola chicos–diji Kami arrastrando a Maggie por un brazo. Todo era parte del plan de Oxy y Onnie para ayudar a su jefe.
-¡Chicas!–Dijo Bonnie siguiéndoles el juego.
-Señoritas, estamos atendiendo unos asuntos, ¿serían tan gentiles de irse?–las echó el rubio.
Todos los hombres tenían su vista puesta sobre las chicas que no vieron lo que estaba tras de ellos.
Oxy, Springtrap, Onnie y Foxy golpearon con palos en la cabeza a los hombres, dejándolos inconscientes.
-Sabía que vendrían–dijo Deuz sonriendo con agradecimiento a sus amigos.
-Lo que sea por usted, jefe–dijo Onnie.
-Ahora llamemos a la polici-
-No. Tenemos que llevarnoslos. Ellos son lo más bajo en la gran pandilla corporativa que está en contra de mi familia. Hay que sacarles algo...–Bonnie se quedó mirándolos con el ceño fruncido.–¡Maldición!–gritó antes de golpear con fuerza la muralla a su lado.
-¡Bonnie!–gritó con regaño y preocupación Deuz.
-Y-yo...lo siento...es solo, que después de todo lo que mis padres y yo peleamos para que estos tipos no nos encontraran e igual lo hicieron...Kiwi puede estar en peligro ahora mismo...esos tipos no sabían dónde estaba, pero jo tardarán en encontrarla...
-Bonnie...
-Debo llamarlo...–se dijo a si mismo en un murmuro.
-¿Llamar a quien?–le preguntó Foxy.
-Es un tipo que contrataron mis padres para ayudarnos en caso de que esto pasara...–Bonnie comenzó a marcar un número con un poco de torpeza en su teléfono.
-¿Qué está pasando aquí?–preguntó Foxy.
-Supongo que Bonnie tendrá que explicarnos a todos porque yo tampoco sé... –dijo Deuz...
–Chiguau...Soy yo...
Se que me tardé bastante y es que escribí al menos veinte capítulos que no me convencieron hasta que se me ocurrió este y pos ahí ta bien kk pero no importa~