CAPITULO 17

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Una noche como la que se encuentra viviendo con Donkor nunca la había tenido. Niko fue el único hombre con el que ha estado en todos los sentidos. Es su único amor, solamente a él le ha pertenecido. Fue él quien le enseñó el placer que se puede alcanzar cuando realmente amas a alguien.

Él conocía como reaccionaba su cuerpo a cada caricia, su boca había recorrido los lugares más íntimos de la anatomía femenina miles de veces y a pesar de todo eso, hoy es la primera vez en su vida que Ariadne tiene una cita, si una cita porque a pesar de todo Don había hecho de esta noche la más romántica, la más especial. Una noche que la mujer recordaría por el resto de su vida ya que la había marcado de una manera diferente.

"Cuando tomó de mi mano me sentí bien, no tuve la necesidad de aparta la mía, su toque me relajó, ha sido la única vez que he deseado tanto no pertenecerle a Niko en cuerpo y alma, pero no lo puedo evitar él me marcó para no ser de nadie más." Piensa Ariadne mientras intenta encontrar una justificación hacia lo que comienza a sentir.

En el momento en que Donkor la sacó a bailar, lo único que deseó la mujer fue que existieran solamente los dos. La declaración que el hombre le hizo en español, la hizo sentirse amada por primera vez en todos los sentidos.

La mujer está segura que el hombre que la acompaña no tiene ni la menor idea de que ella sabe perfectamente hablar el español, cuando aprendió hablar el italiano, decidió aprender el español y el francés, pero el único que ha practicado es el español junto a Nicole, las dos leen libros y escuchan canciones en ese idioma.

Al terminar de bailar tuvo que disculparse, necesitaba apartarse un momento de él, sus caricias junto a sus palabras la aturdieron.

Ahora se encuentra en el baño intentando recuperarse, se mira al espejo y lo que ve le gusta, sus ojos están brillosos, las mejillas sonrojadas y su corazón late como el de una adolescente cuando se le presenta un hombre hermoso por primera vez.

"¡Ariadne que estás haciendo!" se reprende, "estás rompiendo tus reglas, por Don lo único que puedes sentir es un cariño de hermano" niega y sonríe porque si alguien entrara en ese momento a los baños creería que está completamente loca por estar hablando sola. "Pero él... él está enamorándose de mí y yo no sé qué hacer, no tengo derecho a rehacer mi vida, porque tengo la certeza de que Niko regresará. Todos me han dicho que debo olvidarlo porque ya han pasado más de dieciocho años y ni siquiera me ha buscado, pero como le digo a mi corazón que no lo sienta y a mi cabeza de que no lo piense...!"

Don es el único hombre que le ha hecho tener dudas sobre sus sentimientos y solo él le ha hecho desear no amar tanto al padre de su hija.

Ariadne mira su reloj y ve que ya lleva demasiado rato metida ahí, conversando con sigo misma. "Mejor salir antes que Donkor se preocupe".

Lava las manos y sale para ir al encuentro de su acompañante. Lo ve que viene hacia ella desde otra mesa y la mujer no puede evitar que su mirada caiga encima de él.

―Él... ―dice casi en un susurro que no está segura que Don lo escuchara― ¿Qué hace él aquí? ―ahora su voz sale entre cortada y no puede evitar sentir miedo, mejor dicho pánico. El desgraciado la mira y sonríe mientras saborea sus labios, el maldito sabe quién es y disfruta verla temer. El recuerdo de sus manos en su cuerpo y sus labios en los de ella la hacen estremecer.

―Ari tranquila, nadie te hará daño. ―Don se coloca justo frente a ella interrumpiendo el contacto que mantiene con su maldito pasado, una vez más él es quien interviene entre los dos―. Ariadne ¿Te encuentras bien? ―sus palabras y su semblante preocupado la hacen salirse de sus pensamientos. Sus manos no se han apartado de los brazos femeninos mientras poco a poco las lleva hasta las de ella para entrelazar sus dedos.

CODIGO DE LEALTADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora