CAPÍTULO 10

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⸺¿Por qué lloras mi pony? ⸺el hombre limpia las lágrimas de la mujer que se encuentra acostada a su lado. Uno frente al otro sin apartar sus miradas.

⸺¿Cómo puedes preguntarme algo así? ⸺responde ella con rabia⸺ ¡Te extraño por el amor de Dios! ⸺el hombre sonríe ante el arrebato de aquella mujer. Llevaba demasiado tiempo sin verla comportarse de tal manera.

⸺No seas tontita, ⸺aprieta con cariño la delicada nariz de su acompañante⸺, siempre estoy aquí, a tu lado.

⸺¡Eso es mentira! Ya no puedo verte, no puedo abrazarte. No puedo contar con tus consejos. ⸺la pareja se encuentra recostada en una cama cubiertos con batas blancas, una de sus manos se encuentra entrelazada, como temiendo que en cualquier momento uno de los dos desaparecerá.

⸺Sabes que siempre contarás con ellos, basta con cerrar tus ojos y sabrás exactamente lo que te diría. Ahora debes ser feliz, ⸺el hombre lleva su mano libre al vientre de la mujer⸺, Manuso te necesita y Nicole también.

⸺¿Cómo sab...? ⸺la mujer no alcanza a terminar la pregunta ya que su acompañante la mira divertido levantando una ceja⸺. ¡Bueno, si ya sé! ⸺acepta.

⸺Es hora de irme. ⸺informe él.

⸺¡No quiero! ⸺se queja ella.

⸺Pero antes de hacerlo necesito pedirte una cosa. ⸺la mira esperando una respuesta y ella asiente⸺. Cuando vayas a la iglesia, no lo hagas sola y acuérdate de la ventanita por la cual siempre nos metíamos para jugar.

⸺¿Qué? ⸺pregunta sin comprender.

⸺Solo ten en mente eso por favor. ⸺suplica el hombre antes de despedirse de su hermana con un beso en la frente.

En un abrir y cerrar de ojos Ariadne se encuentra recostada en su cama, hace unos minutos atrás había caído rendida en ella, hundiéndose en un profundo sueño. No siente tristeza, al contrario, está relajada y tranquila. El día de mañana se realizaría la misa para los cuarenta días de la muerte de Manuso Menegaki y ya todos se encontraban en la isla.

Nicole había regresado en perfecto estado unos días antes, y aunque su comportamiento era un poco extraño, todos pensaban que era por la muerte de su tío; pero la sorpresa fue mayor cuando no llegó sola con Anggelo sino que también eran acompañados por Alexandro quien había decidido aún no aparecerse por el pueblo. Katerina, Sifis y Cristobal también decidieron quedarse en Irakleion y no ir al pueblo hasta el día de la misa.

⸺Amor ¿estas despierta? ⸺pregunta Donkor acariciando tiernamente el vientre plano de su mujer⸺ ¿Por qué llevas la bata puesta? ⸺el hombre había madrugado para salir a correr, a pesar de estar lejos de su gimnasio él encontraba siempre la manera de ejercitarse un poco, le ayuda a mantener la adrenalina en niveles normales y no desear matar a su hermano cada vez que se topa con él o lo ve a lo lejos como mira a su mujer.

⸺Me levanté hace hora y me bañé, pero luego me dio sueño, así que me acosté y me quedé profundamente dormida. ⸺le explica mientras acaricia la cabellera de su amado.

⸺Si quieres te traigo el desayuno a la cama. ⸺sugiere él.

⸺No, vamos a prepararnos y comer ya que quiero ir a la iglesia a encenderle una vela a mi hermano. ⸺dice mientras intenta colocarse de pie, algo que Donkor sutilmente le impide colocándose encima de ella.

⸺¿Sabes lo hermosa que te ves recién despertada? ⸺pregunta el hombre mientras hunde su rostro en el cuello femenino, inspira su aroma y luego comienza a repartirle pequeños besos que la hacen suspirar.

CODIGO DE LEALTADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora