Ver TV

2.1K 236 19
                                    

–¿Cuándo empiezan tus preliminares?
Preguntó Momoi.

–Mmmm, todavía no estoy segura. Lo último que escuché de nuestra manager es que debido a que la Interhigh masculina era mucho más reconocida posiblemente nos iban a dejar las canchas en los tiempos de sobra, eso nos va a alargar la trayectoria, básicamente, tenemos que esperar a que todos los partidos masculinos estén bien organizados para después distribuir los femeninos.

–Tal vez nos topemos entre juegos entonces.

Observó Aomine con una sonrisa casi contagiosa.
Asentí un poco nostálgica, nuestro último año, nuestra última Interhigh.

–¿Verdad que es triste?
Expresó Momoi como leyéndome los pensamientos. Nunca había hablando con ella directamente pero pude observar que aunque era muy habladora también podía ser una mujer muy misteriosa. Asentí. Todavía se me hacía raro que Aomine y Momoi fueran amigos tan cercanos.
A lo lejos divisé los cabellos dorados de Kise. Oh no. Traté de ver a Aomine de reojo.

–¡___-chii!
Chilló Kise abrazándome de forma que casi caemos al suelo.

–¡Pudimos habernos lastimado!
Le reprendí nerviosa. Kise me repasó extrañado.

–Sí, Kise. PUDIERON haberse lastimado.

Dijo Aomine severo. No podía evitarse, Aomine ya me había dicho lo muy poco que le gustaba ver a Kise cerca de mi. Aunque le expliqué que no tenerlo cerca era absurdo debido a todos estos años de amistad, él no lo entiende, sin embargo no lo culpo, hasta ahora estamos aprendiendo a tener confianza el uno al otro.
Kise lo miró de arriba a abajo sorprendido. ¡Maldita sea! ¡Me había olvidado por completo de contarle! ¡No lo veía ni le hablaba desde que le pedí la dirección de Aomine!

–Momoi-chi, Aomine-chi.
Saludó con la mano con una sonrisa que no se reflejaba del todo en sus ojos.

–¡Ki-Chan! ¡Tiempo sin vernos!
Saludó Momoi emocionada. Jalé a Kise lejos de ellos. Me excusé unos minutos y lo tomé de la corbata para ponerlo a mi altura.

–Hay algo muy importante que no te había dicho, Ryoutta, posiblemente te vayas a ofender de aquí al espacio exterior.

Le susurré casi al oído. Él me examinó tratando de entender las muecas que le hacía y se dio cuenta como si la respuesta le hubiera llegado como un relámpago.

–¡No!
Gritó si podérselo creer. Lo solté de la corbata y lo empujé lejos debido a que me había sobresaltado.

–Sí.
Afirmé entre dientes.

–¡No!
Exclamó acercándose nuevamente a mi. Le puse los ojos en blanco y él hizo puchero.

–El que no corre, vuela.
Se cruzó de brazos, este chisme iba a durar semanas en perdonármelo.

–Lo siento.
Le susurré.

–Es hora de que ___-chi y yo nos vayamos.

Afirmó a Kise mientras me tomaba del brazo acercándome nuevamente a ellos.

–De hecho, ____ y yo íbamos a salir hoy.
Dijo Aomine como restregándoselo en cara a Kise. ¿Íbamos a salir hoy? Me agarró del otro brazo lejos de Kise.

–Está bien, te veo en casa ___-chi.
Se despidió también respectivamente de Aomine y Momoi con un aura de depresión. Aunque no se me escapó esa mirada gélida que puso en Aomine antes de marcharse.

–¿Viven juntos tú y Ki-chan?
Preguntó Momoi sorprendida.

–Claro que no. Lo qué pasa es que Kise y mi hermano son buenos amigos así que de vez en cuando se queda con nosotros en casa.

Demonios de dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora