Lo que solía ser

1.7K 189 1
                                    

–Entonces... ¿Tú eres el novio de mi hija?
Le extendí la mano y la estrechó con firmeza.

–Eh, sí. Me llamo Aomine Daiki.
Se paseó a mi alrededor, examinándome. ¿Qué carajos? ¿Debería de estar perdiendo tiempo haciendo este tipo de cosas? Fruncí el ceño.

–Señor ____(ta) ¿No debería dejar este asunto de la aprobación para cuando nos aseguremos de que todo va a estar bien?
Le dijo Kise hostil. Vaya, vaya. No habían sido muchas la veces que lo había visto hablarle de esa manera a alguien. El señor ____(ta) se acarició la barba, pensativo.

–Veo que todavía estás resentido, Ryoutta. Pero tienes razón.

–Bueno ¿y?
Pregunté. Me estaba empezando a cabrear y creo que se me notaba por los poros. Kise asintió.

–Pues como ya me imagino que sabrán, mi ex mujer está desquiciada.
Kise chasqueó la lengua y desvío la mirada cruzándose de brazos. El padre de ____ lo vio con una sonrisa melancólica y continuó.

–Nada nuevo ¿verdad? Pero no se preocupen.
¿Qué no me preocupe? Gruñí.

–¿Cómo demonios no nos vamos a preocupar?
El padre de ____ se frotó la frente, estresado.

–Verán, debido a que Chizuku, la madre de mis hijos, ha estado chantajeando a mi nueva familia le estoy siguiendo el paso. Al parecer su marido está en banca rota y está buscando desesperadamente algo más a que agarrarse. No tenía pruebas contundentes ya que desde que la pude meter a la cárcel, sus movimientos se han vuelto extremadamente cautelosos. Parece una verdadera criminal. No me sorprende porque viene de familia de esa calaña, pero ya la situación se ha vuelto desesperante. Descubrí que consiguió redes en otro lugar, con el presidente de una empresa muy importante y por eso no deben preocuparse... al menos no por ____. Lo que ella quiere es casar a ___ con el dueño, cosa que me da miedo porque tiene unos 54 años. He logrado interferir ciertas llamadas y básicamente está vendiendo a mi hija como mercancía a cambio de una vida económicamente estable. Respecto a Ethan... ella podrá estar loca, pero siempre lo adoró, confío en que va a estar bien por esa razón, pero no tengo manera de estar seguro.

¿Casarse?

–Ese es el problema. ¿Y la solución?
Preguntó Kise notablemente irritado. Noté que ambos me veían de reojo. Me recosté en el sofá y me quedé viendo el ventilador de techo.

–Ahora el marido de Chizuku la busca porque le robó el poco dinero que le quedaba, lo dejó en la calle. La demandó acusándola claramente de robo, pero a la vez se entregó argumentando que se había dejado llevar ayudándola a sobornarme desesperado por conseguir dinero rápido y fácil. Él tiene absolutamente todas las pruebas. No fue del todo estúpido y grabó parte de las cosas que hicieron juntos a escondidas. Ya la policía fue notificada, pero no se ha hecho nada instantáneo porque cabe la posibilidad de que tenga un arma consigo y les haga daño.

Relajé la mano cuando la sentí entumecida y pegajosa. Al parecer la estaba cerrando con tanta fuerza que logré que sangrara un poco.

–Entonces nos queda... quedarnos aquí a esperar qué pasa...
El padre asintió y Kise me frunció el ceño. ¿Por qué me sentía así? Ya había durado con otras chicas el tiempo que llevaba saliendo con ___. Obviamente ellas no pasaron por esta situación en específico, pero si por otras retorcidas. El hecho que fueran así de regaladas no era simplemente por capricho. Algunas como Victoria, lo hacían porque habían sido obligadas a hacerlo y se acostumbraron a ello. Ella había sido forzada por su padre a ser puta, porque necesitaba plata para ir al casino. Aún así yo no había sentido siquiera lástima por ellas y me limitaba a hacer lo debía hacer. Me limitaba a tener sexo.
____ era mi novia. Llevábamos poco tiempo saliendo y no habíamos tenido relaciones.
Si fuera cualquier otra chica, me hubiera aburrido de inmediato. Pero simplemente no puedo imaginarme dejándola porque sí. Me hacía llorar de risa y me mostró un montón de emociones más que antes no me imaginé a sentir. ¿Celos? ¿Yo? Me reí. "El único que puede vencerme soy yo" qué ridiculez.

~flashback~

–¿Sabes por qué dejé de interesarme por el baloncesto en primer año?
Levantó la cabeza extrañada.

–No realmente. Aunque si quiero saber.
Me sonrió y desvíe la mirada.

–Llegué a amarlo tanto y me esforcé tanto... pero cuando llegué a mi mejor temporada los demás dejaron de poder hacerme frente. Me sentí decepcionado y odié ser privilegiado. Dejé de entrenar y de esforzarme. Y como era en lo único que pensaba me vine abajo. Pero aunque quise dejarlo muchas veces no pude.

–Mmmm, ya veo. ¿Qué te hizo volver a querer entrenar?
Le vi la cara. Miraba al horizonte pensativa, con una sonrisa. Sonreí también.

–"El único que puede vencerme, soy yo" ese era mi lema.
Ella se rió y colocó su cabeza en mi hombro. Por alguna razón me sentí avergonzado.

–Ese era mi lema hasta que Tetsu logró vencerme.

–¿Tetsu?

–Fue mi compañero en secundaria, éramos algo así como la luz y su sombra. Ahora estudia en Seirin. Nuestro primer partido de Winter cup ese año fue contra ellos, a pesar de que ya los habíamos vencido, esa vez lograron tomar revancha y caí en cuenta de que fui iluso al pensar en ese lema.

–Tetsu debe de ser muy bueno entonces.
Me reí.

–Tetsu es peculiar, no es del tipo que trabaja solo. Me venció porque su nueva luz fue más fuerte yo.

–¿Peculiar?

–Lo veras en el juego de hoy.
Se restregó en mi hombro, se me pareció a un gato. Agarré su mentón haciendo que me mirara.

–Por cierto, no me quites los ojos de encima en el juego.
Se sonrojó con el ceño fruncido. Amaba esta cara. La besé hasta que me di cuenta de que estaba apunto de pasárseme la mano. Joder.
Me vencieron, ese idiota(Kagamixd) y tú.
Como siempre recuperó la compostura rápidamente y se puso de pie.

–Vamos, se te hace tarde.
La seguí. Que buena vista.

~fin~

–¿Qué es lo gracioso, Aomine?

Me reclamó Kise molesto. ¿Por qué es solo en momentos así en los que nos damos cuenta lo que realmente valen las otras personas para nosotros? No que no supiera antes que ella era importante, pero ahora lo que siento se siente como multiplicado por dos.

No me voy a quedar como un imbécil esperando.
Espeté molesto mirando al padre de ____.
Se quedó mirándome fijamente varios minutos sin decir nada.

–Tal vez... si haya algo que puedas hacer.

Demonios de dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora