Ayúdame |Izzy Stradlin|

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-¿Quién crees que puede ser?- Izzy sonrió a medias, terminando el zumo de naranja que Emma le había preparado.

-Yo… no lo sé- suspiró- e..es decir… ¿quién se fijaría en mi? Soy “la debilucha” –jugó con sus dedos con la mirada puesta en el piso.

-¡Elizabeth!- la regañó en broma- ¿qué estupideces estás diciendo?- enarcó una ceja- Yo lo haría… es decir… eh… ¡muchos se fijarían en ti!- colocó una mano detrás de su nuca mientras, un adorable color rosa se adueñaba de sus pómulos.

Una risita se escapó de sus labios. Tímida, lo abrazó con cariño.

-¿En serio crees eso?- preguntó, inocente.

-Claro que lo hago- suspiró- Emma, eres hermosa- apoyó su barbilla en la cabeza de la chica.

-Aún no entiendo- frunció el ceño- ¿por qué en italiano?

-Porque suena más romántico, dah- hizo una mueca obvia.

-¡Pero yo no sé italiano!- curvó sus labios en un adorable puchero- ¡Por lo tanto no es romántico!

-Ay, enana- Izzy rió- ya aprenderás, no es tan difícil.

-Lo dice el chico bilingüe que sabe tocar la guitarra- bufó aún fingiendo enojo.

-Ya, deja de quejarte- puso un dedo sobre su nariz y la tocó dulcemente- algún día aprenderás.

-Izzy…- clamó su nombre en un tono inaudible.

Él hizo un gesto con la cabeza.

-T…e quiero- su voz tembló y se sonrojó a más no poder.

Izzy soltó una melodiosa risa.

-Yo también, linda- le guiñó un ojo, poniéndose de pie- tengo que irme.

-¿Ahora?- torció los labios.

-Si… a menos que quieras que me quede- otra vez su sonrisa a medias. Era perfecta. Tanto que era capaz de quitarle la poca cordura que, aún conservaba.

-N…o- negó un poco nerviosa- está bien, no me gustaría que te saquen del trabajo.

-Trabajo- se quejó molesto, caminando hacia la puerta- Nos vemos, rojiza- lanzó un beso al aire como afeminado y cerró la puerta tras él.

Emma soltó una risa parecida a la de una enamorada. Apretó sus labios y sonrió corriendo hacia su habitación con la carta misteriosa aún entre manos.

La repasó una y otra vez, aún sabiendo que no entendería nada. ¿Quién podría ser su autor? No lo sabía con certeza, pero lo que si sabia era que le gustaba imaginar que fuera él.

Izzy había llegado a casa. Quitó sus molestos zapatos y desabotonó la ajustada camisa carmesí dejando la mitad de su torso al aire, después de todo, estaba solo.

-¡Jack! ¡Jack, cálmate!- reprendió a su mascota que ladraba descontroladamente a la puerta.

La abrió dejando paso a su mejor amigo, Axl.

-¿Qué hay, "Jeffi"?- chocó su mano con la de él.

-No me digas “Jeffi”, Will- golpeó levemente su hombro a modo de broma- ¿qué quieres?- tomó la cajetilla de cigarros a su lado y encendió uno en su boca.

-¿Le diste la carta?- sonrió emocionado.

-Sip- soltó el humo- Aún no entiendo, ¿cuál es tu plan?- enarcó una ceja.

-Ya veras- le quitó el objeto entre sus manos.

-Que te quede claro, Rose- frunció el ceño, extremadamente serio- Le rompes el corazón y te juro por mi madre, que te mato.  

Le habló tan frío que por un momento, el pelirrojo pensó que se había metido con la persona equivocada. Con una persona más que cabreada, con una enamorada.