La dimension oscura

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JANNA

Los cuernudos parecían sospechosos abrazándose, parecía que realmente fueran familia, no sabía que entre ellos se podían tener algún tipo de cariño, pensé que tendrían alguna pelea de la que intervendría pero sólo cruzaron unas palabras para darse a entender mejor, al parecer Jacob se había salido de su trance al cortarse por accidente, dijo que sus padres comenzaron a dudar de el y acertaron en eso, el trato de ocultarlo pero fue imposible, fue cuando el se negó a aprisionar a Tom, obviamente sus padres no lo tomaron muy bien que digamos, tanto fue su furia que lastimaron su persona, dijo que lo único que pudo hacer fue huir a lo que antes el sabía era el cuarto de su enamorada, que con fortuna encontraría a Tom para poder realizar su ataque final contra sus enemigos, supongo que es duro para Jacob tener que vencer a sus padres pero eso nos da toda la ventaja del mundo.

— Entonces... — tocó su brazo incómodo Tom — mis tíos ahora también están contra ti.

— Exacto — afirmó el pelinegro — en estos instantes deben estarme buscando, por eso necesito que me acompañen a otro lugar, este será el primero en buscar.

— Pero, ¿A donde nos vamos? — interrumpi sus palabras.

— A la dimensión oscura — dijo sin titubeos.


Abrió la brecha dimensional, las tijeras de deslizaron y nosotros atravesamos el portal, pisamos aquella dimensión extraña y oscura, donde parecía comenzar a anochecer, montañas se veían a lo lejos y parecía que estábamos en pasto.


— ¿Donde estamos? — voltee a ver a Jacob.

— Con ya lo dije en la dimensión oscura — encendió un flama entre sus dedos — aquí sería el último lugar donde nos buscaríamos, es bueno para planear una venganza.

— Tienes razón — Tom encendió sus dedos — aunque en unos momentos esto ya no nos va a servir — señalaron sus dedos.

— Es cierto — ladeó sus sonrisa el pelinegro — Tienes que ver esto Janna — señaló sentarme.

Todos procedimos a sentarnos en el pasto donde estábamos sentados, un momento de relajación antes de la batalla no era mala idea, Jacob estaba de mi lado derecho y Tom del contrario, la poca luz que creaba el cielo oscuro se desvanecía y un espectáculo se presentó frente nosotros, miles de luces pequeñas se encendieron formando una coreografía de movimientos delicados y bien coordinados, olas de aquellas luces se encendían y apagaban, mi corazón acelero su ritmo y mis ojos querían captar cada rincón de todo, mi respiración de alentaba y provocaba largos suspiros, un brazo me rodeo y mire en la dirección, el cuernudo pelirrojo me abrazo y sonrió, voltee para seguir viendo todo, nunca me había imaginado ver tal espectáculo.

— ¿Janna? — susurro Jacob.

— ¿Si? — voltee a mirarlo.

— Toma — me entrego un frasco transparente — atrapa algunas de ellas son delicadas y muy agradables.

Asentí a su propuesta y logre atrapar algunas de ellas, en realidad no eran muy diferentes a las luciérnagas de la tierra, permanecían las luces atrapadas en aquel frasco, mientras nos levantábamos para idear el plan que teníamos por planear, ahí entre las luces y oscuridad tendríamos que decidir nuestro futuro.

— Bien.. — dijo Jacob — tenemos que atacarlos, si ellos llegan a destruirte estos perdidos — señaló a Tom.

— Pero, ¿Como empezamos? — pregunte.

— Yo digo que con una distracción — dijo Tom — si ellos creen que estamos de su lado bajaran la guardia.

— Se te olvida que me acabo de revelar ante ellos — aclaro el pelinegro.

— Y a mi no me pueden ver ni en pintura — agregué.

— Entonces yo seré la carnada — comento.

— ¿Y luego? — pregunto Jacob tocando su barbilla.

— Les digo que me uniré a ellos porque me di cuenta que Janna no era para mí — volteó a mirarme — les sigo mintiendo para que "confíen" en mi, como prueba tengo de prisionero a mi propio primo — tocó el hombro de Jacob.

— Entonces les hacemos creer que yo me rendí, tu aceptas su forma de gobernar y después lo atacamos de sorpresa con la daga de tus padres — completo Jacob.

— Exacto — tocó su barbilla — pero no tengo idea si es seguro ir a mi castillo.

— Oigan — interrumpi — ¿donde quedó yo?

— Lo siento Janna pero tendrás que estar afuera de esto, no pienso ponerte en riesgo — me miró fijamente.

— Pero hariamos esto.. ¡juntos!— reclamé.

— Esperen... — nos detuvo Jacob — existe una forma para que nos ayudes.

— ¿Cual? — alce la ceja.

— ¿Aun conservas el dije que te dio Tom? — pregunto.

— Si, ¿como sabes de eso?— dude.

— No importa como lo sé — sacudio sus manos con desesperación — ¿Tienen idea del poder que está ahí dentro? — nos miró serio.

— No — contestamos al ultisono.

— Ese dije contiene el poder de convertir a su dueño en un demonio, sólo que el individuo puedo tomar las dos formas, las original y la demoníaca — el pelinegro miró a Tom — ¿porque crees que te lo quite? — fanfarroneo — es muy poderoso y eso nos va a servir ahora, sólo que... — me miró dudoso.

— ¿Solo que? — pregunte.

— Tendrás que olvidar tu vida como lo es, de ahora en adelante serás una demonio, no puedes seguir viendo el mundo con humana, aparte de que eso te obliga a estar con Tom por la eternidad — explico.

— No importa, hagamoslo — conteste firme.

— Janna — pronunció Tom — no quiero que lo hagas, no quiero atarte a mi, quiero que seas feliz con quién lo desees. — bajo la cabeza — no quiero que te pase nada y si llego a morir... quiero que tú sigas con tu vida.

— ¿Tom? — las lágrimas se marcaban en mi mejillas — ¿Como te atreves a decir eso?.— tome sus mejillas — lo superaremos juntos.

— No puedo creer que me enamoré de ti — me abrazo fuerte.

— Yo tampoco.




••••




Tom me nos cambio de ropa con un zap de sus dedos, nos envolvieron las llamas y apareció nuestra ropa común, el plan estaba hecho, todo transcurría como debía pero debíamos esperar para ejecutar el plan y poder derrotar a los tíos de los cuernudos, Jacob nos dio especificaciones donde al otro dia nos veríamos ahí mismo.

— ¿Entonces? — pregunte — ¿Donde te esconderás Jacob?.

— En el castillo de Tom — lo miro — si ellos creen que estás de su lado no te atacaran.

— Es cierto. — afirmó el pelirrojo.

— Por el momento es mejor que acompañes a Janna a su casa Tom — me señaló — creo que es mejor que pasen un rato juntos, yo te espero en casa.

— Está bien.




Lovers: Sentimientos del inframundo Star vs. Las Fuerzas del Mal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora