No te voy a ayudar

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JANNA

La llamada de Star era para saber si quería ir a un pijamada que organizaría, me sorprendió que tomara esa decisión pero supongo que será divertido, a veces es divertido las ideas que provienen de ella , nunca me imagine tener de amiga una chica tan alocada.

Trataba de despejarme del tema de Tom y sonar normal mientras Star hablaba por el teléfono, fue difícil estar aceptando por un lado y pensar en el otro asunto, ¿porque tenia que ser tan directo?.

— Entonces será el sábado — la voz de Star salió del teléfono.

— Ah si — contesto sin mas — te veo ahí.

— Janna, ¿estas bien? — su tono cambia.

— Si, luego hablamos — corto la llamada.

Me tumbo en mi cama suspirando exageradamente y tapo mi cara con la almohada de mi cama, todo me hacia pensar en la situación, Tom no me gusta, solo tengo curiosidad, es una persona que contiene misterios, ¿a quien no le gustan los misterios?, el era uno.

Mis ojos se cierran, respiro profundo y exhalo de la misma manera, mi cabeza se acomoda en la almohada de color morado que me permite bostezar y caer en un sueño profundo.



•••



— ¡JANNA! — una voz se escuchaba a lo lejos. — ¡ENANA! — unos dedos tocaron mis costillas.

Todo era oscuro y mis párpados trataban de abrirse viendo la luz de la ventana de mi habitación, mis sabanas eran suaves y mi respiración tibia, unas manos tocaron mis costillas y provocaron cosquillas que me hicieron retorcerme, tanto que termine en el suelo frío de mi cuarto,

— ¿Janna? — pregunto Tom sentado en mi cama.

— Ah — lo mire desde mi posición — eres tu. — me levante sin importancia.

Acomodaba mis shorts de pijama con mi blusa de tirante de color rosa, no le tome importancia a la presencia del cuernudo, cuando voltee a ver su cara, un leve sonrojo y algo incomodo se mostraba en su gesto.

— Malditasea — grite — no me mires idiota.

Corrí a mi cama tapándome, empuje su trasero y cubrí todo mi ser, hasta cubrí mi cara de vergüenza total, mis dedos de los pies tocaban ligeramente sus piernas, significaba que seguí sentado en mi cama, mi respiración se volvía molesta al poco espacio que me dejaban las cobijas, decidí asomar mi cara por un lado de la cama para evitar que el idiota me viera un centímetro mas.

Olvide que mi pijama en casa es rosa y algo escandalosa, nunca imaginas recibir visitas con tu pijama, para mi mala suerte Tom era un inoportuno, se me hacia una falta de respeto que entrara a mi cuarto de esa manera.

— ¿Que quieres? — digo.

— Un favor — dijo sin rodeos.

¿Un favor?
Que quiere este idiota, no lo he visto en días y quiere que lo ayude como si nada, un esclavo no se debe comportar de esa manera.

— Después de tu desaparición — reproche — no te ayudare — tape por completo mi cara. — busca a alguien mas.

— No hay nadie mas que me pueda ayudar — suspiro exasperado.

— No es mi problema — me voltee para tratar de volver a dormir.

— Janna, ¿Que quieres que te diga? — suplico — esto es importante para mi.

— El insolente suplicando — asome mi cabeza — esto es interesante.

— Calla, solo necesito de una chica bonita para... — interrumpí sus palabras.

— Espera... — lo señale — ¿me llamaste bonita? — pregunte.

— Claro que no — abrí la boca ofendida — no digo que seas fea — me envolví en las sabanas — eres lo mas cercano que tengo al sexo opuesto.

— Me ofendiste, no quiero ayudarte — dije con las sabanas en mi.

— Agh... — soltó un ruido extraño — ¿que quieres a cambio?

Este si que sabe que hacer para obtener algo a cambio, aunque no estoy segura, es demasiado idiota para que yo le ayude, lo pienso unos momentos y suspiro para después abrir mis cobijas y mirarlo desafiante.

— No tienes nada que ofrecer — alce un ceja — eres mío de todos modos.

— Touché — blanqueo los ojos — debe haber algo que quieras.

— Ya te lo dije, eres mi esclavo — lo mire fijamente a los ojos — eres mío y punto.

— Excepto cuando mueras mortal — me desafío — ahí serás mía — se acerco — y no tendrás escapatoria.

Tenia razón, eso me lo había dicho al principio de todo, esto no se iba a quedar así, odio admitirlo pero siempre que lo veo tengo unas inmensas ganas de romperle la cara con mis puños, pero en el inframundo el se lo cobrara.

— Hago esto y estoy libre de las consecuencias después de mi muerte — respondí rápido.

— Es un trato — seguía desafiante.

— Hecho — estreche su mano.

— ¿Que debo hacer? — me aleje de su cara.

Chasqueó sus dedos y un aura de llamas apareció, mi vista se nula un segundo y una manta larga se extiende en mis piernas, es de colores rojizos, una diadema de cuernos parecidos a los de Tom esta frente a mis ojos, la manta es un vestido sin mangas, largo hasta los tobillos con toques dorados, miro confundida al demonio frente mi y este señala el vestido.

— Fácil — señalo el vestido — usa esto.

— ¿Un vestido? — alzo mis cejas confundida.

— Es una larga historia — me hace señales para levantarme de la cama.

— Tenemos tiempo — me dirijo a mi vestidor con el vestido.








•••

Si hoy hay sorprais xD
Resulta que estos caps ya estaban y si no los leen yo pierdo el hilo de lo que es la historia, espero sean felices por los nuevos caps, porque este lunes no actualizare D:
Porque?
Pues la escuela se me esta haciendo algo dificil y aparte con mi taller de Electronica, tenemos proyecto para el 14 y no quiero que nada salga mal, mucho menos que salgan capitulos sin sentido o que a la mera hora los cambie porque no me gustaron, hare lo posible para estar actualizando pero si algun lunes no actualizo perdonenme :c

Los amo y bye ❤️

Lovers: Sentimientos del inframundo Star vs. Las Fuerzas del Mal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora