Lovers: Sentimientos del inframundo Star vs. Las Fuerzas del Mal.

Epílogo Parte final

— AVISO —

Esta parte fue pública casi un año después de su última actualización, puedes leer el capítulo anterior con gusto, también les agradezco la paciencia y que siguieran la historia, después de todo les dejo el cap con mucho cariño. :)

TOM

— ¿Lo que veniste a recuperar? — alzo la ceja arrogante mi tío. — exactamente qué.

— Su confianza supongo — dije con la cara firme.

— Nunca la tuviste — contesto mi tía.

Poco a poco camino hacia a mi, su mirada me hacía temblar, trague saliva, esto se estaba complicando, no me creían ni en lo más mínimo, di un paso hacia atrás, sin embargo su ojos quedaron frente a los míos, firmes me observaron para asustarme con su voz aguda.

— ¿Que te hace pensar que regresaras tan fácil? — me miró tocando mi barbilla.

— Quiero estar de su lado — dije tajantemente.

Los segundos pasaban lentos, mi cuerpo se calentaba y no podía explicarlo, estaba en mi límite, sus ojos me miraban tan fuerte que parecían matarte desde dentro, sus manos pasaron de mi barbilla hacia mi cuello suavemente, tocaron mi garganta para apretar justamente ahí fuertemente, la presión aumentaba, mi desesperación era mayor, todo comenzaba a tornarse en tonos de desesperación mientras sus ojos oscuros me seguían viendo, la vida se me iba no podía pelear, no tenía idea del porque, pero mis músculos no respondían.

— Estarás en el otro lado — dijo sin cambiar su expresión.

Todo seguia con lentitud, un golpe directo en la mano de mi opresor, sus ojos se tornaron desafiantes, sus posturas mejoraron en forma de alerta, la sorpresa yacía en sus ojos, sin embargo, el coraje de mi primo quería pelear.

— ¿Que haces aquí? — pregunto ofendió mi tío.

— ¿En serio creias que no regresaría?— los miro desafiante.

— ¡Que insolente! — grito con rabia mi tia.

Las llamas se hicieron presentes, sus manos ardían, el fuego verde nos seguía pero logré hacer un escudo, el impacto no era mayor a un pequeño rasguño, la batalla comenzaba y me sentía listo, eramos dos contra dos, las llamas corrían por la habitación con lluvia, volaban mis manos con una rapidez que nunca había tenido, un ataque de mi tío me sorprendio por el flanco derecho y Jacob me cubrio.

Era un espectáculo de luces hirientes, comenzaba a tener cada vez más rabia de no ser por lo que mi tía había dicho.

— Muere maldito estorbo — dijo entre gritos y desesperación. — No matamos a ti padres para que tu fueras la fuente de nuestros problemas.

La confusión me hirió con un rayo verdoso justo en la espalda, el dolor se expandió por todo mi cuerpo, pero no fue suficiente para dejarme tirado, la rabia me hizo levantarme, me acerqué instintivamente a mi tía quien yacia con un gesto molesto, nuestras llamas chocaron, mis lanzamientos eran cada vez más fuertes, uno tras otro hacían retroceder a mi tía.

Fue cuando nuestras miradas estaban frente a frente, nada más nos molestaba, las luces eran inevitables, necesitaba respuestas y hoy las obtendría.

— ¿A que te refieres?— dije dando un oportunidad de explicación.

— A que tus padres no fueron asesinados por otros demonios — se encendieron sus ojos en llamas — ellos no tenían porque ser reyes, nosotros debíamos serlo — grito y lanzó otro hechizo.