Evan: Almas Inmortales. [TERMINADA]

Perdición.

-Vaya, vaya, vaya! Miren quién nos ha venido a visitar hoy.
Frank: Rommel...
-El mismo de siempre Franki... dime que te trae por aquí?
No me digas que vienes a buscar a Arkania?
Frank: [Sorprendido] ¿Tú como lo sabes?
- [Carcajeándose] En qué aspecto me tienes Frank? Crees que soy estúpido cómo para no saber lo que haces?
Frank: Ahorrate tus burlas, porque en un santiamén estarás llorando.

-Si pensaste que destruí la humanidad te equivocas, he rescatado a muchos de los tuyos.
La madre tierra hizo un pacto conmigo, después de todo no soy tan malo cómo crees!
Tus hermanos de otras perras siguen vivos, porque rayos te preocupas por ellos, que han hecho por ti?
!Nada! Y sigues aquí buscando respuestas, salvandolos sin darte las gracias cuándo preferirían estar muertos.
Frank: [Molesto] Tú no comprendes el significado del amor, de la vida porque no eres digno de ello.
-Y crees que tú la tienes? Hacer tuyas dos mujeres y tener hijos con ellas, eso le llamas amor?
Eso es Frank se llama pecado, lujuría, perdición, deberías renunciar a las estupideces de Cornelius y unirte a mí, tienes todos los votos requerido para estar dentro de mi reino.
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Hubo un silencio duradero, dos grupos mirándose fijamente sobre todo Frank y Rommel, ellos no se quitaban el ojo encima.
Rommel estába intentando convencer a Frank que se uniera a él.

Rommel: Entonces? Qué dices Frank?
Frank: Está bien, [alzando la voz] Me uno a ti!
Sam: [Interrumpiendo] Frank, que haces? No!!
Frank: [Ignorando a Sam] Pon las reglas y condiciones estoy listo!

Rommel sonreía, por dentro se burlaba de aquellos que venían a lado de Frank, se sentían delatados por el lider que los trajo hacia Rommel y ver cómo se une a él.
Rápidamente se estrecharon la mano y un rayo color azul obscuro levantó ambos y se fueron.
El grupo se quedó indignado al mirar que Frank los había traicionado.

-Parece que tenemos un cuarteto que eliminar. [Dijo un hombre en la obscuridad]

Los campesinos se estaban acercando a ellos cuando una luz blanca y pura salió de la nada, dentro de ella salió un caballo blanco, el hombre que lo montaba llevaba cuernos.
Sam de inmediato identificó que era Cornelius, su cetro era largo y dorado que lo hizo sonar con el suelo haciendo que todos los enemigos se hicieran añicos.

Cornelius: No están solos, esto aún no ha terminado.