Todas las noches de mi vida [J.Jonas]

Epílogo

—Feliz cumpleaños— murmuró contra mi boca, le sonreí

Volví a besarla y apreté sus muslos. Estaba sentada a horcajadas en mí, el sillón se hundió un poquito más debajo de mí y yo suspiré, mordiéndole un labio.

—¿Qué ocurre? — preguntó, tomando mi cara entre sus pequeñas manos

—¿Sabes qué quiero de cumpleaños?

—¡Ah, no! Primero muerta— se río de mí y se bajó de mi regazo, sentándose en el lado opuesto del sillón

—Vamos, Evans... es prácticamente lo mismo— rogué por quinta vez, aventando la cabeza contra el respaldo, la mujer era taaaaaaaan necia

—No, me gusta mi apartamento

—Tienes que aceptar que el mío es mejor, tiene chimenea

—No, me niego a abandonar mi lugar, es mi rinconcito

—Vives más aquí que allá— la miré desde mi posición en el sofá: ella estaba contraria a mí, sus piernas estaban subidas al respaldo y sus pies casi tocaban mis mejillas

—Sí, pero es mi lugar ¿entiendes? ¿a dónde voy a ir cuando necesite platicar con mi mejor amiga? aquí no puedo hacer una pijamada ni una noche de mujeres

—Claro que puedes— acaricié el dorso de su pie— sabes que no me molesta ni tengo problema con que Anna duerma aquí, además, con Nick, parece no importarle usar mis habitaciones de hotel— refunfuñé

—No puedo nada más mudarme contigo, jamás me mudo con nadie, es la regla

—Bien, algún día lo harás, yo lo sé

—Quizá...

La luz penetraba el ventanal de vidrio de la sala y el calor de los rayos del sol tenía una sensación graciosa combinados con el frío del aire acondicionado, la cocina olía deliciosamente a pasta y tomates frescos, ____________ se levantó y removió la cacerola que tenía en el fuego.

Estaba molido: me dolían los brazos y tenía la cabeza agotada, llevaba semanas sin dormir bien, por lo que no dudé en el momento en que Benson me ofreció un descanso, había comenzado mi segundo año en oncología y ____________ ya era residente de tercer año, por lo que se había vuelto ligeramente sanguinaria: siguiendo mi ejemplo, torturaba a sus asignados con un "primero" y un "segundo".

Me estiré en el sofá y bostecé profundamente, me tallé los ojos y miré a la pelirroja: llevaba una camiseta (y apostaba lo que fuera a que sin ropa interior debajo) y un bóxer rosa muy apretado que le mercaba cada curva del trasero, con el cabello recogido muy desinteresadamente y par de calcetines que no hacían par; tenía una imagen increíblemente cómica y sexy.

—¿Iremos a cenar con Denise? — pregunté

—Se supone que sí, llamé a tus hermanos, prometieron estar ahí, incluso James va a estar

James había conseguido una beca para doctorado en la Universidad de Columbia y solíamos verlo bastante seguido, Sara y John habían regresado a California hacía unos meses para quedarse por un período de tiempo mientras decidían si mudarse o no a Ámsterdam, Kevin había comprado la casa de Central Park y solíamos comer en el nuevo restaurante que había abierto en la ciudad una vez por semana ¿Francia? Audrey se había quedado a cargo de la matriz en París y de las sucursales, Kevin viajaba una vez cada tres meses a supervisar su trabajo. Nicholas comenzó a vivir en Pensilvania y viajaba mucho a New York por distintas razones, una, por trabajo y dos, por Anna, _____________ y yo teníamos la teoría de que viajaba más por la segunda que por la primera.