Me gustas, Haniel

414 22 2
                                    

Recorrí todos los pasillos en busca de algún lugar donde esconderme, pero en todos lados había alumnos abucheándome, principalmente mujeres que me insultaban por haber rechazado a Haniel. Decidí meterme a un baño.

Quería andar con él, claro que quería pero, no se podía. Simplemente... no.

El timbre sonó y me dirigí a clases. Haniel llegó con la cajita donde había guardado el rompecabezas, yo aún tenía el SI en mi bolsillo. Me miró, se notaba algo decepcionado. Se sentó detrás de mi y yo me tensé. No sabía como actuar frente a la persona que quieres, te quiere y rechazas.

El resto del día pasó lento, extremadamente lento. Quería gritar por que me sentía presionada.

Evité a Haniel todo el tiempo. En cambio Diego me habló mejor que antes, claro, sucedió lo que el quería; que rechazara a Haniel.

—¿Estás bien? —me preguntó Santi.

—¿Acaso no te enteraste?

—¿De qué?

Suspiré cansada. Al parecer no todos en la escuela se enteraron del gran detalle que me dió Haniel.

—Haniel me pidió ser su novia. —Fui directo al grano. Abrió los ojos de la sorpresa.

—Sabía que algún día lo haría, pero creo que es muy pronto. ¿Entonces, ahora son novios? —preguntó apretando los dientes.

—No. —se sorprendió más —Le he dicho que no.

—¿No te gusta? —me preguntó incrédulo

—¡Claro que me gusta!

—¿Y lo quieres?

—Demasiado, si te soy sincera.

—¿Y por qué no andas con él?

—Por que...—tardé un tiempo en contestar mientras pensaba en mi respuesta.

—Mejor no me digas, dejémoslo así. Hiciste bien.

Fruncí el ceño. Creí que a Santiago le agradaba Haniel.

—¿Por qué lo dices?

Titubeó al responder.

—Creo que debes de darte tiempo para... conocer a alguien más. Tal vez... alguien más cercano a ti. No me cae bien Haniel.

—¿Cercano? ¿Cómo quien?

—Quien quieras, menos él.

¿Eran indirectas? Yo creo que si. Haniel ya me había dicho antes que yo le gustaba a Santiago, por que cuando estaba con él, Santi se ponía celoso.

—No sé, ¿sabes? no sé como actuar ahora delante de él. No se que decir, que hacer o que pensar. Y para colmo, vivo en su casa.

—¡Regresa a la mía! —pensé que la manipulación de Haniel tenía mayor duración —, yo ya estoy en casa, me conoces desde hace más tiempo que a él ¿por qué no?

Quedé callada por unos minutos.

¿Por qué no?

No era mala idea, Santiago era lo más cercano a un mejor amigo, le agradaba a su mamá... ¿Por qué me lo pensaba tanto? Por que no quería alejarme de Haniel. Él era la respuesta a todas mis preguntas y problemas.

Pero no podía seguir con él, sintiéndome feliz con él mientras mi mamá estaba desaparecida.

—Me quedaré contigo —acepté.

En cuanto las clases terminaron salí de la escuela lo más rápido que pude. Iría por mis cosas que estaban en la casa de Haniel, entonces recordé que vivía muy lejos y no podía ir ni en camión ni caminando. Busqué a Santiago para que me llevara, pero no lo encontré.

Lluvia de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora