Capitulo 7

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Maratón 1 3/4

Me levanto de la cama con cuidado de no despertar a Ry y voy directa al vestidor. Me quito el pijama de vaquillas y me pongo una camiseta de deporte violeta y mis leggins negros. Me coloco las deportivas blancas, me hago una coleta alta y bajo a desayunar.

En la casa no se oye absolutamente nada, solo los cantos de los pájaros fuera y el coche de los árboles contra los cristales.

En la parte de abajo me encuentro con el desayuno ya hecho y una pequeña nota.

Klia :

Mi trabajo empieza a las cinco por lo que le he preparado el desayuno y me he asegurado de que la señora McFly no se dé cuenta de que ha salido a correr tan temprano.

Tenga cuidado. No salga del recinto y por lo que más quieras no cruce las Dashnas. Acabo de regarlas y está todo encharcado.

Vuelvo a decirle que es mala idea pero usted sabrá.

Tob.

Sonrío y dejó la nota a un lado para tomarme el desayuno que consiste en un zumo de naranja, dos tostadas y un cola-cao.

En menos de diez minutos ya estoy fuera de la casa empezando a estirar para no hacerme daño al correr.

Empiezo con un trote suave que voy acelerando hasta llegar a mi ritmo normal.

Corro por la parte delantera de la casa hasta llegar al jardín trasero en donde corro por el camino de piedras que va hacia el chale de la señora Clark.

Lo sigo unos metros hasta llegar a las Dashnas (las cuales, tal y como Tob me advirtió, están rodeadas de fango) y doy media vuelta, o eso hubiera hecho si no me hubiera fijado en que el sendero continua hacia mi derecha.

Corro en esa dirección preguntándome como es que no me di cuenta ayer de que el camino tenía otro desvío aparte del chale.

Conforme me voy adentrando me voy dando cuenta que el paisaje se vuelve más abierto y los rayos del sol naciente traspasan las espesas hojas de los grandes árboles hasta rozar los pétalos de las exóticas flores que hay a mi alrededor.

Unos minutos más tarde acabo frenando en seco viendo el precioso paisaje que me rodea.

Un hermoso lago de agua cristalina se extiende varios metros delante de mi. Flores de todos los colores y tamaños lo rodean e incluso se sumergen en el agua y con las ondas de esta parecen que bailan en ella. Los árboles se abren a su alrededor dejando que los rayos del sol naciente choquen contra él y forme pequeños arco iris que decoran su fondo. Algunos animalillos salen de entre los árboles y paran a beber en ese agua transparente y limpia que te deja ver el precioso fondo lleno de piedrecitas y flores subacuáticas que solo podrías encontrar si te sumerjes lo suficiente hondo en el mar.

Es una imagen preciosa.

Con cuidado de no espantar al cervatillo que se encuentra bañándose me acerco al agua y me arrodillo en la orilla para refrescar me un poco la cara y coger aire para la vuelta.

Me quedo observando como el sol se alza majestuoso estrellas las hileras de árboles y como la madre naturaleza va despertando poco a poco a mi alrededor.

Un rato más tarde, cuando el sol ya ha salido me levanto de la orilla y empiezo de nuevo a trotar de vuelta a casa.

Cuando miro el reloj veo que son las 07:10 y ya estoy en la puerta trasera quitandome los zapatos para no manchar el suelo.

No oigo nada por lo que con mucho cuidado voy a mi habitación.

Ryan ya no está en la cama - la cual está hecha y bien colocada - así que aprovecho para desnudarme y entrar al baño a pegarme una buena ducha.

Naim: la ciudad detrás del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora