Ryan's POV
Ya estaba amaneciendo por lo que me escondí tras un árbol mientras los animales estaban parados para reponer energía y me transforme en humano. No es como si al transformarme apareciera desnudo, si no que prefiero que nadie me vea siendo un hombre con pelos por todas partes aunque solo sea por unos segundos.
Salí de detrás del árbol dos minutos después y me encontré con una escena bastante extraña. En la parte trasera del último carro estaban Jos y Will discutiendo en voz baja. El primero parecía sereno y seguro con lo que decía, pero el segundo no paraba de mover los brazos de un lado a otro en el aire y mirar a Jos como si estuviera loco. Intenté acercarme pero al parecer Will había usado un hechizo que bloqueaba el sonido. Ni con mi oído de lobo pude escuchar nada. Al cabo de unos minutos, Will bufo y algo preocupado asintió. Jos le dijo algo con una pequeña sonrisa y se alejo de Will. Éste, por otra parte, se quedó unos segundos más ahí parado haciendo un pequeño hechizo. No se veía muy bien desde mi perspectiva, pero parecía dibujar algo en el aire y a continuación, con un chasqueo, apareció un pergamino que de un segundo a otro empezó a arder y desapareció en el aire. Will suspiro y volvió junto a Nat al primer carro quien acababa de despertar y estaba absolutamente preciosa.
-Tiene el pelo revuelto, legañas y le huele el aliento.
Sam se acerco a mi con una sonrisa pervertida. Frunzo el ceño intentando aparentar como que no se de que habla.
-¿A que te refieres?
Ella bufa y rueda los ojos. Se cruza de brazos y me mira seria mientras se acerca a mi y cuando menos me lo espero, una picazón aparece en mi nuca,
-¡Bestia!
-¡Admitelo de una vez!
-¡Nunca!
-¿Así que hay algo que admitir? - pregunta con una sonrisa pícara
Te pilló
Lo sé
Suspiró frustrado y me apoyo en uno de los árboles que tengo más cerca y me dejó caer hasta estar sentado en la suave hierba. Elevo las piernas hasta tenerlas a la altura del pecho y las rodeó con los brazos, luego apoyo la barbilla en medio y me quedo observando una de esas extrañas flores que hay aquí en Naim, una Rusavi sino me equivoco, que se encuentra enfrente de mi. Es rosa, con toques negros, el tallo es espinoso y con un nudo a la altura de las hojas. Mi tía me dijo que se usa para sanar las heridas abiertas. Me quedo detallandola unos minutos hasta que noto como Sam se sienta a mi lado en la misma posición que yo, solo que ella apoya la mejilla derecha en la rodilla mirándome de perfil. Se lo que quiere. Y yo también lo quiero. Pero no sé cómo hacerlo, cómo empezar, como acabar. No sé cuál puede ser el resultado final. No sé lo que puede ocurrir durante o después. No sé si reacción. No sé qué opinará. No sé nada, y eso me aterra. Cuando había tormenta, Klia corría a mi cuarto y se acurrucaba a mi lado porque tenía miedo a los rayos y los relámpagos. Se pensaba que yo la protegería, lo que nunca le dije es que yo estaba igual o peor que ella. Pero intentaba aparentar fuerza y seguridad por ella, para que no tuviera miedo y se sintiera segura. Al poco tiempo supere ese miedo. Al hacerme el fuerte, me lo acabe creyendo y lo supere. Puede que esto sea igual, puede que sí lo intento, el resto sea más fácil.
-Cuando era pequeño...- empiezo a hablar sin apartar la mirada de la hermosa flor -, cuando era pequeño adoraba a tu hermana. La veía como una hermana más. La protegía, la cuidaba... Mi gran preocupación con ella era Garret. Él estaba loco, loco por ella. Su forma de mirarla, su forma de hablarle, su forma de ayudarla...a él no le temblaban las manos al agarrar a Nat. A él no se le atacaban las palabras cuando ella le prestaba atención. A él le resultaba tan fácil estar con ella, que, pese a ser un jodido mocoso, pensé que era por qué él la quería de veras. Y me aparte. La cosa de la que más me arrepiento - no podía parar. Tenía razón. Empezar costaba, pero luego era más fácil, tanto que no podía parar -. Cuando nos fuimos tras la muerte de...ellos, mi abuela nos mandó montar en el avión sin despedirnos, una parte mi grito de alegría por no tener que hacerlo. Es decir, os quería, por eso no quería despedirme de vosotros. Solo el pensar en ello me dolía. Sabes que, al principio, fue difícil, muy difícil. Recuerdo llorar cada noche con la cara en la almohada para que Klia no me oyera, ella era la que peor lo pasaba y yo tenía que parecer fuerte, por ella, por ambos. Al cabo del tiempo, se hacía más fácil, cuando pensaba en vosotros era duro, si, pero no dolía tanto como antes. La herida iba sanando. Pero había una persona que aún hacia que mi estómago se revolbiera y me entraran ganas de vomitar y llorar como un bebé. Nat se coló muy dentro de mi. No paraba de pensar en ella. La veía en todas partes. En el agua, el la tierra, en el rostro de las chicas a las que besaba...pero lo que más me dolía, era cuando me iba a dormir. Cerraba los ojos y ahí estaba ella. Tan bella, tan sonriente... - noto un nudo en la garganta y el escozor en los ojos que tanto conozco. Suspiró y sigo hablando -. Me dije a mi mismo que eran tonterías, que pensara en otra cosa y se me pasaría. Al final funcionó. Deje de verla allí donde miraba, podía reír sin sufrir, estar con otras chicas, tener mis relaciones, ser feliz. Pero después llegaba la noche, cerraba los ojos y veía su sonrisa, sus pecas, sus hermosos ojos, su pelo rebelde... Llegó un momento en el que llegue a no dormir por miedo a verla y que removiera todo eso que pensé que había dejado atrás, y, cuando pensé que lo había logrado, vinimos aquí y la volví a ver. La primera vez que la mire de nuevo a los ojos, algo dentro de mi se encendió, dándome ese calor que hacía tiempo necesitaba y no sabía que me faltaba. Ella se ha vuelto tan hermosa, tan inteligente, tan valiente... Lo único que me preocupaba era Garret, pero al enterarme de lo que había hecho, de lo que había pasado, grité como un niño pequeño. No podía creer que todo iba a ser tan fácil, por una vez, podría decirle todo sin molestar a Garret. Pero cuando intentaba acercarme solo...
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Naim: la ciudad detrás del espejo
Science FictionSegun la astronomia, una estrella es una enorme esfera de gas muy caliente y brillante. Las estrellas producen su propia luz y energía mediante un proceso llamado fusión nuclear. La fusión sucede cuando los elementos más ligeros son forzados para co...