Capitulo 24

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Maratón 3 2/4

Klia's POV

-¿Estas bien? - pregunto por enésima vez desde que nos hemos sentado

Quinz se ríe y asiente mirándose las manos

-Si, Klia estoy bien, y no, no me duele la garganta - me corta cuando me ve abrir la boca antes de que pregunte. La cierro y sonrió notando como me sonrojo -. Tranquilizante, no es la primera vez que un novio celoso me enfrenta como si fuera una amenaza.

Frunzo el ceño

-No es mi novio, ni siquiera es un amigo lejano.

Quinz me mira con una sonrisa de lado y una ceja levantada.

-Pues él parece creer que si que es algo.

Bufo y me enojo de hombros.

-No es nada - suspiro e inconscientemente toco el colgante -. Ya no.

-¿Qué quieres decir con "ya no"? - pregunta sentándose más de frente a mí y levantando ambas cejas.

Yo lo miro un momento antes de volver mi vista al frente en donde Sam y Nat están en un combate.

Suspiro.

-Hace años Sam, Nat, Will, Ry, Garret, Jos y yo eramos inseparables. Nuestro lema era "Si te metes con uno, te metes con todos" - suelto una risita -. En nuestro grupo todos eramos muy buenos amigos, pero algunas amistades son más fuertes que otras. Por ejemplo Sam y Will eran inseparables, Ry, Garret y Nat eran el trio del pueblo, incluso se bañaba juntos - me río al recordar esos tiempo, pero luego me pongo sería pensando en la siguiente pareja -. Pero la relación más fuerte era la de Jos y la mía. Eramos como uña y carne... ¿Qué digo? Eramos más que eso, eramos como un solo ser. Cuando eres niño, siempre sueles tener ese primer amor de guardería. El mío era Jos. Durante un tiempo fuimos algo así como novios - me río -, claro está que siendo un mico no es que fuera muy enserio, o eso pensaba a medida que iba creciendo lejos de él. Cuando mis padre murieron y a mi y a Ry nos llevaron lejos de Nemai y de nuestros amigos, lo único que era capaz de calmarme por las noches y hacer que dejara de llorar, era que algún día volvería a Nemai y volvería a ver a mis amigos. Volvería a verle a él. Pero cuando hace apenas una semana llegué, todo lo que encontré fue una amistad rota en mil pedazos. Cuatro amigos que tienen sentimientos muy fuertes con sus respectivos enamoramientos, dos amigas que han crecido tanto que apenas las reconozco, un amigo que se ha convertido en un mujeriego de pies a cabeza, otro que nos odia a mi hermano y a mi y quiere matarnos, y él. Creía que tras regresar, todo entre nosotros sería como antes, una buena amistad como en los viejos tiempos, pero todo lo que consigo por su parte son miradas frías, palabras de reproche y gritos momentos si y momentos también - miro a Quinz a los ojos -. Si hay algo entre Jos y yo, más vale que me digas que es, por que yo no tengo ni idea de que lo que pueda ser.

El brujo me mira unos segundos, como pidiendo permiso, asiento y en pocos segundos lo tengo abrazandome. Es extraño pensar que apenas le conozco de nada, pero el calor que emana su cuerpo me hace sentir tranquila. Repito hondo intentando calmar las ganas de volver a llorar.

Siento como su pecho vibra mientras el se ríe cosa que me hace fruncir el ceño y apartarme.

-¿Qué ocurre?

El sigue riéndose un rato más antes de calmarse totalmente.

-¿No te resulta extraño que apenas me conozcas y ya estés abrazandome? Por que a mi si.

Él vuelve a reírse y sin poder evitarlo yo también me río. Noto como las lágrimas de tanta risa se resbalan  por mis ojos. Al cabo de unos minutos dejamos de reír, yo con los ojos llorosos y el estómago dolido y el con la cara roja como un tomate. Durante unos segundos no se oye ruido a mi alrededor por lo que miro a Sam y Nat y me percato de que han dejado de entrenar para mirarme con una ceja alzada dándome a entender que esto debo explicárselo después.

Naim: la ciudad detrás del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora