Capitulo 28

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Ryan's POV

Seis días después

Habían pasado seis días desde que desperté en aquella choza. Tras la conversación sobre el futuro de mi pequeña hermana, Jasper apareció de nuevo, pero esta vez con compañía. Dar, el hada del fuego, me dijo que exactamente lo mismo que los chicos me habían dicho minutos atrás. También me dieron el "alta" y me ayudaron a volver al palacio, castillo, árbol, casa como queráis llamar a donde nos alojamos los chicos y yo.

Desde que hemos vuelto las cosas están normales. Hay risas aquí y allí. Bromas y entrenamientos. Muchos entrenamientos. Las hadas nos dijeron que no salieramos del árbol, en el que hacemos ahora nuestras vidas, por que podríamos revelar nuestro paradero. Cuesta entrenar aquí, pero gracias a Dios, Ala, Buda o las Hadas Legendarias hay pistas subterráneas en donde hacerlo. Jos me ayuda con la velocidad siendo un humano puesto que Dari me ha prohibido convertirme hasta que el líder de la manada que ha mandado llamar llegue a Naim. Sam y Nat han mejorado mucho con sus ataques hadas. Es difícil de explicar pero cada día se las ha visto más contentas y fuertes. Will es cada día un mejor hechicero. Es cierto que ellos ya tenían sus prácticas, pero dejaron de estudiar temprano por no levantar sospechas en Nemai. Según me contaron tenían que transportarse cada día a una hora a Naim para ir a sus clases. Eso sin contar que luego debían asistir al parvulario mundano al que asistían con Klia y conmigo y según me dijeron, para sus padres y para ellos mismos era agotador. Incluso Jos asistía a clases de hechicería. Su madre es un hada de la Tierra y su padre un hombre lobo amigo de mi padre. Según él, como ninguno de los dos estaba seguro de que gen era más fuerte en el cuerpo de su hijo, decidieron mandarlo a la escuela de hechicería por si las moscas, aunque, como ya sabemos todos, de nada le sirvió ir allí si luego salió a relucir su gen licántropo. La verdad es que estos días han sido muy agitados y doy gracias por ello. A todos nos han sentado genial. El estar tan ocupados nos ha permitido dejar a un lado nuestras preocupaciones por Klia. Pero lo malo es cuando cae la noche. Cuando tienes que ir a dormir y dejar que todos tus pensamientos, miedos y preocupaciones inunden tu mente. Es algo que nos ha quitado el sueño a todos. Will se pasa las noches dando vueltas en la cama sin pegar ojo. Sam, según su hermana, leyendo consiguiendo acabarse una saga entera sobre chicos que cazan demonios o algo así. Nat, según Sam, se pasa las noches practicando pequeños hechizos lo que me llamó bastante la atención puesto que es Nat la que suele preocuparse más por la lectura y Sam por la práctica pero según ellas, a ninguna le apetecía hacer lo que hacían normalmente por lo que decidieron cambiarse los papeles. Jos, que decir de él. Sus noches se basan en sentarse el el alféizar de la ventana redonda de nuestro cuarto estando ésta abierta y contemplar las estrellas en silencio. Y yo, bueno, lo único que hago es mirar el techo y preguntarme una y otra vez lo mismo.

¿Veré mañana al fin los ojos de mi hermanita abiertos?

Y todas las mañanas ocurre lo mismo cuando le pregunto a una de las hadas mayores a la hora del desayuno. Siempre, sea cual sea, me responde lo mismo.

-Aún no ha despertado. Pero esta haciendo progresos. Tenemos la sensación de que pronto despertará.

Pero una lo hace.

-¡Ryan! - dejó de correr al rededor de la pista subterránea que hay en el lugar en el que vivimos para mirar al causante de mi llamado. Quinz se encuentra parado en la entrada a las pistas con su toga habitual puesta y su sombrero de punta colgando detrás. Idiota. Nat, Will y Sam dejan de lanzarse hechizos para prestar atención y Jos aparece detrás de Quinz con el semblante pálido y serio - las hadas mayores te reclaman en la sala de reuniones. Jos irá contigo.

Sale de las pistas y yo me acerco a Jos quien se queda parado sin mover ni un musculo.

-¿Qué ocurre? - pregunto dándole una colleja.

Naim: la ciudad detrás del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora