Ya han pasado dos meses de clases, conocí muchas personas nuevas y que me enseñaron lo que es la amistad. Pero aún falta algo y es conocer esa persona que me haga feliz, que me enseñe lo que es el amor.
Casey me llamo teníamos que ir a dar una vuelta por la escuela mientras hablábamos.
Mientras caminábamos Casey alcanzó a ver dos de sus amigos y me halo para que fuese donde estaban.
Ella hablaba con los dos pero yo, yo me quede en silencio en toda la conversación cuando de pronto sonó la campana para ir a clases.
El chico que el cuál vi el otro día con Tony venía a mi lado pero solo me di cuenta cuando sonó su celular.
-¿Por que no contestas?- Le dije mirándolo fijamente.
-Mmm... no es una llamada importante- saco el celular del bolsillo y colgó la llamada para luego alejarse rápidamente.
Creo que pase todo el día en una pequeña nube pensando en que nunca le pedí su nombre y que me gustaría poder hablar con el otra vez.
Fui al parqueo de la escuela y busque a Casey quien me dijo que me estaría esperando en su coche para irnos al centro comercial a cambiar mi pelo a un color más llamativo.
Casey quiere hacerme diferente a como dé lugar, no sé qué le sucede últimamente estoy llegando a creer que no le gusta mi forma de ser o que le avergüenza que la vean caminando con esta pueblerina que hacen llamar Wiley.
El mundo está al revés o cambie muy rápido, estoy confundida.
Estuvieron hablando sobre un evento que sería bueno hacer para los que aún no están en último año, para que le den la bienvenida al su último año en la escuela.
Y me siento mayor aunque solo sea una pequeña chica de Quince años sin planes para su futuro más que tomar una cámara y fotografiar todo lo que ve.
Mi madre me llamó para avisarme que tenía que ayudarla a planear la fiesta de los gemelos los cuales cumplían sus diecinueve años de edad, y pues mi madre ama planear fiestas y votar la casa por la ventana como suelen decir a las fiestas grandes y buenas.
Es especial todo pero demonios, Devon aún tiene varios meses en depresión por Marie y no creo que quiera una fiesta como las que mi madre sabe dar, todas ruidosas y llenas de color y cervezas.
Yo aunque nadie lo crea sigo pensando en ese chico "misterioso" con el cual hable por primera vez aunque lo vi dos veces antes de haberle hablado el día de hoy.
Solo quedo pensando en una cosa "¿tendrá novia?, ¿será buen chico?, ¿y si me ilusiono en vano?" Preguntas que todos se harían pero que nunca nadie lograría responderse a si mismo.
Lucy me mando un mensaje invitándome a comer helados de yogur en una tienda cerca de su casa y pues no me negué porque amo el helado de yogur a decir verdad.
Cuando iba en el camino me puse a pensar que deje a mi madre sola por comprar un helado que podía esperar pero aún así fui a comprarlo, pero es que la verdad amo los helados de yogur que hacen en esa tienda.
Compre un yogur de galletas de chocolate y chispitas de colores, mientras que Lucy se decidió por un yogur de fresas, íbamos todo el camino riendo y cantando, contando cosas que no debíamos también pero eso no es tan digno de contar.
Fui capaz de decirle cómo me sentía en esta ciudad y su respuesta me gustó mucho ya que me explico que eso siempre sucede pero cuando lleve un año viviendo aquí me voy a acostumbrar a todas las cosas.
Ojalá sea cierto y que todas las cosas sean mejores de hoy en adelante, no quiero decir que me esté yendo mal aquí pero debo empezar a encajar y no ser la solitaria que fui en la otra ciudad porque a decir verdad no es un sentimiento bonito
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Mi mejor casualidad
RandomUna chica de quince años llamada Wiley Jensen que pasa la mayor parte de su tiempo sola leyendo libros de amor y escuchando música con ritmos distintos a los que escuchaban sus compañeros de su nuevo instituto , al pasar los primeros meses de clases...