Matt me a regalado una semana muy linda, llena de detalles, Flores y chocolates. Estilo antiguo.
Pero sucede que también a estado un tanto apartado por culpa del béisbol y el juego que tiene en unos días, está muy distante y eso me tiene aturdida y sin ideas.
Casey apareció otra vez, y quiso regresar a hablar conmigo como antes. Se lo permití porque no me gusta guardar malos recuerdos, así que otra vez somos "amigas".
Hablamos sobre cosas que pasaron mientras ella estaba lejos, no sé dónde estaba pero tampoco quiero saber, estuvimos hablando acerca de cómo le fue y sobre las personas que conoció donde estaba.
Pasó un momento y matthew me escribió pidiéndome que lo acompañara a la práctica de hoy, acepté. Sé que casey acaba de llegar pero es importante para mí ver a mi novio dar todo por su futuro, además ella puede aguantar otro segundo más lejos de mi.
Llegando a la escuela para ver la práctica de Matthew, su mejor amigo me pidió de favor que entrara discretamente y no hiciera ningún escándalo para no desconcentrarlo de su jugada para los juegos finales. Fue un reto no saludarlo pero así lo hice.
Practico excelente y dio todo en el campus.
Pero pasó algo no muy agradable, y todo fue mi culpa.
Mientras Matthew iba en busca de una pelota que habían bateado, se me ocurrió la maravillosa idea de gritar -"Tu puedes, tómala"- haciéndolo mirar hacia mi y al mismo tiempo tropezar.
Todos salimos corriendo al ver que callo tendido en el suelo sin hacer ningún movimiento, me quede fría solo de imaginar que podría estar lesionado por mi culpa.
Lo levantaron del suelo para llevarlo a la enfermería y saber que tenía. Iba todo el camino desmayado y ya me tenía asustada, si los besos de las películas funcionarán, le daría un beso para despertarlo y perder el miedo.
Al momento de llegar a la enfermería le sacaron el uniforme de jugar béisbol y lo dejaron en bóxer. Su pierna derecha está súper roja e hinchada, el hueso de su tobillo se salió de su lugar y se veía como si fuese a salirse por encima de la piel.
Nos fuimos a emergencias, había que practicarle una operación en el tobillo para poder restaurar el hueso y que pueda seguir jugando béisbol. Obvio depende si la operación sale bien para saber si volverá a jugar.
Estuve horas sentada en la sala de esperas, esperando noticias y esperando que su madre llegara.
*Matthew*
Aún no logro mover mi pierna, tengo miedo de que algo salga mal y perderla.
Tengo los ojos abiertos pero no puedo ver más que una luz frente a mi rostro, y a la vez solo escucho movimiento y la voz de una chica pidiéndome que cuente hasta 10 de forma regresiva.
Me imaginé que me estaban sedando para poder operarme, así que conté lentamente mientras los doctores esperaban a que mi cuerpo estuviese totalmente sedado y relajado.
Empezaron a operarme.
No pasaron bien 30 minutos de la operación para que yo abriera los ojos.
Esa sensación fue horrible, abrir los ojos y ver cómo entran el hueso de tu tobillo lo más lento posible, no pude cerrar mis ojos otra vez durante unos cinco minutos. Los cinco minutos más horribles de la vida.
Me sedaron otra vez hasta que pasaran las dos horas de la operación.
*Wiley*
Ya pasó un buen rato, estoy más nerviosa que nunca.
No dan noticias, no sucede nada y ya quiero verlo. Pedirle disculpas por haberlo interrumpido, me siento culpable.
Pasaron las horas y me puse más nerviosa que nunca cuando vi que lo sacaban del quirófano, pregunte a la enfermera a que habitación lo llevaban.
Me senté a su lado, tome su mano y mire fijamente su rostro mientras dormía. Quise despertarlo y besarlo pero me quede tranquila intentando no cometer otro error.
Recosté mi cabeza de una pared y no pasaron bien segundos para que Matthew despertara, lo mire y le recordé algo que le dije mientras estábamos en la enfermería de la escuela.
-Todo saldrá bien, tranquilo-
Tomo mi mano y a la vez me contesto -Wiley, gracias por estar conmigo en estos momentos, te necesito-
-Me quedare a tu lado el tiempo que sea necesario, segundos, minutos, horas, pero no pretendo dejarte cuando me necesites, Te amo Matt y me siento culpable de lo que paso-
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Mi mejor casualidad
RandomUna chica de quince años llamada Wiley Jensen que pasa la mayor parte de su tiempo sola leyendo libros de amor y escuchando música con ritmos distintos a los que escuchaban sus compañeros de su nuevo instituto , al pasar los primeros meses de clases...