Ella me recuerda a él.

Cap VIII

Una de las manos de Yulia acaricia la mejilla de Lena y desciende lentamente por su cuello dándose a la tarea de acariciar su piel con las yemas de los dedos notando las aceleradas pulsaciones de la carótida de la contraria; su otra mano libera la mejilla de la pelirroja para desprenderse el cinturón de seguridad con cierta torpeza e impaciencia, acto seguido lleva la mano a la cintura de Lena atrayéndola hacia ella, pudiendo sentir el calor que sus cuerpos emanan mientras se besan con algo parecido a la desesperación sin que pase por sus mentes la idea de romper ese beso que tantas sensaciones genera, no había lugar para el raciocinio en ese momento, solo la necesidad de más, de prolongar aquel beso, uno muy deseado e inesperado ya que ninguna de las dos imaginó que cobraría vida.

Los brazos de Lena rodean el cuello de la morena pegándola más a su cuerpo, como si buscara fundirse con ella en un solo ser mientras los latidos de su corazón aumentan la velocidad de forma desmesurada; el calor que emerge en su vientre se expande rápidamente por su cuerpo en todas la direcciones posibles logrando que un intenso rubor se instale en sus mejillas mientras la falta de aire comienza a sentirse y su cuerpo vibra levemente en medio de ese mar de sensaciones que se apoderan de su cuerpo. ¡Qué beso! Había buscado por tanto tiempo esa mezcla de sensaciones que le hicieran sentir que se desvanecería de un momento a otro, había desistido y se conformó con lo que Vlad le brindaba.. y claro que en nada se parecía a lo que sentía en ese momento aún pudiendo disfrutar esa mezcla de la más fresca menta con el dulzor del vino que la morena bebió, mezcla que parecía otorgarle un sabor exquisito a esos carnosos y apasionados labios que con tan solo un beso estaban generando un incendio en su cuerpo.

Yulia no sabía cuanto tiempo llevaba devorando esos labios.. le parecía imposible saciarse de ellos pero la falta de aire se hacía insostenible por lo que atrapa el labio inferior de la pelirroja entre los propios y lo succiona lentamente; a pesar de lo agitada que está su respiración nota el suspiro de placer que escapa de la boca de Lena, libera su labio inferior no sin antes halar del mismo y vuelve a besarla aunque esta vez de forma más calma, un beso tranquilo que logra prolongar la unión de sus labios por varios segundos más; al separarse de los labios de la pelirroja abre los ojos notando que los de ella permanecen cerrados mientras un tono carmesí adornan perfectamente sus mejillas salpicadas por todas esas hermosas pequitas que la hacen perfectamente adorable; la sonrisa que se forma en sus labios mientras sus parpados se alzan permitiendo que tenga acceso a esos verdegrises ojos que también parecen sonreirle de la forma más cálida posible. Shit! Estaba realmente jodida, incapacitada a decir algo o alejarse de ella, aún la sostenía por la cintura y su otra mano estaba en su nuca con los dedos enredados entre las ondas de sus rojizos cabellos, había probado el fruto prohibido y ahora solo quería más.. pero todo no era más que una falsa ilusión, lo sabía.

L: "¿Te arrepientes ahora?" Indaga en un hilo de voz con la respiración aún bastante agitada, notando como el azul de la mirada de Yulia se torna más oscuro.

Y: "¿No tienes otra pregunta en tu repertorio?" Pregunta mientras lenta y forzosamente se separa de ella para acomodarse en su asiento.

L: "Si, pero lo que quiero saber es eso que acabo de preguntar." Murmura también acomodándose en el asiento del copiloto sin apartar la mirada de ella, aunque ahora solo veía su perfil.

Y: "¿Por qué iba a arrepentirme?" Interroga mientras saca de la guantera una cajetilla de cigarros, extrae uno que prontamente apresa entre los labios a tiempo que deja la cajetilla en su lugar, coge el mechero y enciende el cigarro dando una larga calada.

L: "No lo sé." Murmura encogiendo de forma suave los hombros.

Y: "Para nada me arrepiento." Susurra liberando el humo por la boca. "Además.. fue un muy buen beso.. ¿Qué opinas?" Inquiere deslizando la mirada hacia ella.