Ella me recuerda a él.

Cap XV

Aunque el rostro de la morena se mostrara inexpresivo ante el atrevimiento de Lena de dedicarle esa canción que parecía expresar mucho de lo que sentía y dejaba en claro que no iba a rendirse así como ese pedido para que ella tampoco lo hiciera; sentía una extraña felicidad que provocaba una sensación hasta ahora desconocida para Yulia, ¿eran las estúpidas mariposas de las que todos hablaban? No lo sabía, pero sentía como si un centenar de mariposas revolotearan dentro de su estómago provocando una sensación agradable, un ligero y cálido cosquilleo que se expandía con el paso de los segundos, y sin ánimos de generar un conflicto ante el deseo de asaltar los labios de la pelirroja, opta por retirarse haciéndole saber que al día siguiente la acompañaría a elegir la platería para su boda aunque tuviera que aguantar a la bruja de su suegra como Nastya la llamaba, y sin más se retira sin saber si era bueno acostumbrarse a las sensaciones que recorrían su cuerpo con tan solo un detalle por parte de la pelirroja.

El martes por la tarde, como habían acordado, la morena se dirigió al vasar donde se suponía iban a comprar la platería y demás, para su mala fortuna con la primera que se encontró fue con la suegra de Elena que la saludó con una amplia sonrisa agradeciéndole que las ayudara y sin esperar a que la pelirroja arribara al lugar decidió comenzar a seleccionar la vajilla para el evento, Yulia le entregó a la dependienta que se acercó a ellas una lista con la cantidad, forma y tamaño de cada utensilio que necesitaban, lo cual les ahorraba bastante tiempo ya que solo debían escoger parte del diseño y la morena no dudó en recorrer el lugar a la vez que alejarse un poco de la mujer que tan solo por ser la madre de Vladimir y la poca importancia que parecía darle a la opinión de Lena, no le caía en gracia.. aunque bueno, para ser sincera, lo último que quería ver era justamente a Elena seleccionando de lo más entusiasmada la platería para su boda, ¿había algo peor? Claro que si, verla caminar hacia el altar y preparar la comida que se serviría la noche 'más feliz de su vida' de tan solo pensarlo le daba asco, por lo que intentaba distraerse observando la vajilla del lugar, aunque en el restaurante tenían una amplia variedad, nunca estaba de más, pero todo pareció quedar atrás cuando la pelirroja hizo acto de presencia en el local, Lena vestía una camiseta en tono azul, vaqueros de igual color aunque un poco gastados y zapatillas, en pocas palabras, bastante simple pero tan hermosa como siempre, con esos perfectos rizos enmarcando su rostro, inclusive el que parecía estorbarle la visión y ahora acomodaba tras su oreja le quedaba perfecto; Yulia niega con la cabeza al mismo tiempo que libera un pesado suspiro sabiendo que una vez más tenía que contenerse para no asaltar los labios de la pelirroja cuando se acercara a ella que en ese momento saludaba a Marisha, por lo que la morena interpretaba a la distancia la mujer le reclamaba algo, quizá la demora o que estuviera acompañada del pequeño Alek, y Lena, parecía no hacerle demasiado caso, cuando la mujer le indica donde está Yulia, la pelirroja junto a Alek se acercan a ella que pretende no haber advertido su presencia.

L: "¿Ahora me ignoras?" Interroga estado junto a Yulia, sin soltar la pequeña manito de Alek.

Y: "¿Por qué nuestras conversaciones nunca pueden comenzar con un hola?" Interroga deslizando la mirada del plato que sostienen en mano hacia la pelirroja alzando una ceja.

L: "Porque te haces la desentendida cuando sé que no nos quitabas la mirada de encima." Replica dando un ligero cabeceo hacia Alek que mira a la morena con una mueca pensante.

Y: "Alucinas.. de todos modos. Hola." Deja un beso en la mejilla de Lena y extiende la mano hacia el pequeño Alek. "Hola Alek, soy Yulia, ¿me recuerdas?" Interroga notando la mueca pensante del niño

L: "Si, tú hazte.." Deja la frase a medias sin querer decir alguna palabra fuera de lugar por la presencia de Alek.

A: "Hola Zulia." Murmura el pequeño tomando la mano de la morena y deposita un beso en el dorso de la misma para luego negar con la cabeza y liberar la mano de la morena.