Ella me recuerda a él.

Cap X

Daniel salió disparado en búsqueda de la morena, y por más rápido que sus piernas se movieron a grandes zancadas, bajando los peldaños de la escalera de dos en dos y retomando sus pasos presurosos que procuraban no perder el estilo para no parecer un demente mientras atraviesa el salón del comedor de la planta baja del restaurante, no logra alcanzarla; al salir del restaurante su cabeza gira hacia un lado y al otro buscando con la mirada a Yulia, no había rastros de ella, probablemente estuviera en el apartamento, ¿en qué estado? No quería imaginarlo, había mucho que ignoraba de su relación con Elena, por parte de la morena solo sabía del besó que le dió la noche que se vieron en el bar, y bueno Elena le contó que el día en que Yulia decidió ir a España, ellas habían estado en un parque y volvieron a besarse en reiteradas ocasiones; hasta ahí todo era normal ya que la morena siempre estaba acompañada, no era algo atípico.. si la preocupación que le generaba lo que pasaría con Elena y su relación con Vladimir, a Yulia nunca le había importado eso, era una chica fresca, impulsiva, y no obligaba o traicionaba a nadie, en la conciencia de sus amantes quedaba el si engañar o no a alguien, pero en su relación con Elena, todo parecía ser diferente y que ajeno estaba a todo, completamente excluido, pero en ese momento no podía pensar en él, sino en Yulia.. y en el estado que la encontraría, por la forma en que salió del local la imaginaba abrazada a una botella de vodka, quizás arrojando todo lo que se le cruzara en camino.. bueno no, ese era él y sus posibles reacciones.. aún no podía creer que Elena se fuera a casar con Vladimir.. él la quería si, a su manera.. pero ella no.. ¿por qué lo hacía? Se cansó de preguntarle al igual que Nastya y Elena solo decía que lo quería y que estaba lista para ese paso. ¡Qué gran mentira! Pero ellos nada podían hacer. Sus pensamientos agolpados van a la velocidad de la luz mientras entra al apartamento, su mirada se pasea por cada uno de los ambientes sin dar con ella, ya había recorrido todo el apartamento salvo la habitación de Yulia y es allí donde se detiene, en la puerta de su habitación, su puño se cierra y alza lentamente para luego impactar los nudillos contra la madera de forma suave.

D: "Yulia, Yul." La llama mientras agudiza el sentido auditivo sin llegar a oír nada. "Yulia, sé que estás ahí." Insiste siendo acompañado el sonido de su voz por el de sus nudillos golpeando la madera, segundos después baja la mano para tomar el pomo de la puerta e intentar abrirla, pero nada, estaba cerrada. "Abre por favor." Insiste pegando la frente a la puerta mientras un pesado suspiro escapa de sus labios y ya no es capaz de decir nada, solo se queda allí.. esperando; cinco largos minutos después la puerta se abre y Daniel da un paso hacia atrás.

Y: "Pensé que te habías ido." Murmura con un tono de voz neutro, su rostro carente de expresión en el que una sonrisa se esfuerza por florecer, pero sus labios solo se convierten en una delgada linea; su mirada.. estaba completamente vacía, como toda ella que intentaba pretender que lo que vio minutos atrás no destrozó lo poco que quedaba de si.. ya no había nada, hasta su alma la había abandonado, eso explicaba la ausencia de expresión en su rostro.

D: "Por supuesto que no, eso nunca." Susurra escrutando su rostro con la mirada mientras da dos pasos al frente, sus brazos se abren para luego envolver el menudo cuerpo de su amiga quien por la diferencia de altura reposa la cabeza en su torso.

Y: "Deberías, hay trabajo que hacer." Comenta mientras oye los latidos del corazón de Daniel, su ritmo era constante, muy diferente al propio que latía tan lentamente que parecía que de un momento dejaría de hacerlo, quizá se estuviera apagando.

D: "Ni sueñes que voy a dejarte así, además.. te eché de menos, ¿tú no a mi?" Agacha la cabeza solo para dejar un beso en la negra cabellera de Yulia mientras tensa los brazos en un abrazo protector.

Y: "Estoy bien.. y claro que si, te eché de menos.. pero no seas pesado." No había matices en su voz que sonaba completamente apagada.

D: "Si tú no crees tus mentiras nadie lo hará." Murmura mientras comienza a caminar hacia atrás con pasos lentos llevándose a la morena con él.