Ella me recuerda a él.

Cap XXV

La semana comenzó con cambios de un lado y del otro, la pelirroja se había medio instalado en el apartamento de Yulia a pedido de ella, la mañana recibió a Lena con los malestares de su incipiente embarazo, Yulia saltó de la cama para sostener la rojiza cabellera de la pecosa que después de eso quedó un poco pálida y con rechazo al desayuno que Yulia le preparó por lo que acordaron que ese mismo día, después de que Lena saliera del jardín de infantes en su primer día de trabajo irían al médico, Lena protestó un poco, pero la morena insistió en que no podía pasar el día con un vaso de jugo y que seguramente le darían algo para las nauseas matutinas por lo que la pelirroja terminó aceptando aunque la sola idea la agobiaba, intentaba asimilar lo que estaba pasando y cuanto cambiaría su vida de ahora en más, además tenía que enfrentar a Vladimir, en eso aún no quería pensar, quizás nunca, pero no era algo de lo que pudiera huir por siempre. Yulia llevó al jardín a la pelirroja, de allí fue al veterinario con pulga, la bola de pelos miraba ahora a su dueña con recelo, como si le estuviera recriminando que permitiera que le hicieran daño, nada más lejos de eso, le habían puesto las vacunas correspondientes, ahora sabía que el cachorro apenas tenía un mes de vida, su raza era pomerania, una raza pequeña, algo que la morena agradecía ya que no había mucho espacio en el apartamento o ya eran demasiados, el cuarto que utilizaba como despacho o tenía ya que realmente no le daba demasiado uso sería remodelado para cuando Alek se quedara con ellas, al menos en eso quedaron la noche anterior. Luego de la visita al veterinario la morena compra algunas cosas necesarias para el cachorro, desde los platos para el agua y la comida, galletas con forma de huesitos, el collar y correa de paseo, juguetes, algunas ropas y demás accesorios; al menos con eso se mantuvo ocupada gran parte de la mañana, luego de dejar al cachorro en el apartamento bajo el cuidado de Daniel fue a buscar a la pelirroja, y juntas se dirigen a la clínica donde se confirma lo que ambas sabían, Lena estaba embaraza de unas tres semanas aproximadamente, es lo único que pudo precisar el médico clínico que la atendió haciendo la derivación correspondiente al obstetra, comentando algunos aspectos a tener en cuenta por el embarazo, le receta algo para las nauseas matutinas y solo eso, una vez que salen de la consulta sacan el turno que era para la semana próxima y van a almorzar a un restaurante con terraza, si, hacía un poco de frío, pero la pelirroja tenía el sentido del olfato por demás sensible y no quería correr riesgos, y claro, nadie más que ellas estaban en la terraza que no estaba descubierta, pero el ambiente no era tan cálido como el del salón del restaurante. Una vez que la comida les es servida ambas se disponen a comer compartiendo el silencio que sus pensamientos provocan.

Y: "Ni Alek hace eso." Comenta la morena casi cuando el almuerzo llega a su fin, notando como la pelirroja había separado muchos de los vegetales en su plato y con ninguna aparente intención de comerlos.

L: "Normalmente apenas tolero el brócoli, ahora.. no puedo." Niega con la cabeza frunciendo los labios en una mueca demasiado infantil.

Yulia alza una ceja en un gesto divertido ante la escena que la pelirroja le regala.

Y: "Pareces una niña." Comenta en un suspiro que la hace sonreír de la forma más tonta posible. "Una demasiado adorable, ¿qué haré contigo?" Interroga para luego beber un trago de agua.

L: "¿Complacer todos mis caprichos?" Indaga a tiempo que juega con el tenedor removiendo un poco los vegetales que no se le hacían para nada apetecibles por lo que opta por dejar el cubierto y limpiarse los labios.

Y: "¿No lo hago ya? Tú escogiste el arroz con vegetales para ambas, y mira nada más, apenas probaste bocado." Expresa en tono suave sin querer mortificar a la pelirroja, sabiendo que no lo hacía con intención.

L: "Pero ya no se me hace tentador." Murmura arrugando la nariz.

Y: "Y postre, ¿vas a querer?" Inquiere siendo lo más comprensiva que puede, aunque creía que para el momento había rebasado su límite por mucho.