Ella me recuerda a él.

Cap XXVIII

Hola, aquí les dejo un breve capítulo, queda de cara a un momento picante, no era la intención, pero es hasta donde llegué el día de la fecha, y pronto (me aventuro a decir que pronto, mañana), estaré publicando un nuevo fanfic de los que hablé antes, la descripción no es mi fuerte, pero bueno, como siempre espero que le den una chace al contenido y que sea de su agrado. Muchas gracias por sus votos y comentarios, en verdad disfruto mucho la interacción que existe aunque más de uno/a no está muy contento/a con el embarazo de Lena, pero como dije alguna vez, es la alternativa que le encontré para seguir la historia sin que pierda su esencia, y ya.. los/as dejo leer tranquilos/as.

El silencio se hacía ensordecedor para la pelirroja que se negaba a abrir los ojos, no quería encontrarse con las miradas decepcionadas de sus padres, no quería saber de que forma la veían ahora sus suegros; quizás solo hubiera sido una alucinación, tal vez aquellas palabras solo existieron en su loca cabeza, ¿pero por qué nadie decía nada? Pensó por un instante que hablar con la verdad en ese momento le daría un poco de calma que parecía necesitar tanto como el aire que se respira o los cálidos labios de su novia que a pesar de no decir nada, no soltaba su mano, sentía las pequeñas caricias que le regalaba mientras esperaba al igual que ella una reacción de los mayores, sin sentir el alivio que se suponía o imaginó sentiría; nunca nada salía como imaginaba, debía estar acostumbrada ya, pero tampoco podía contener sus impulsos, podría golpearse mentalmente un millón de veces, pero nada cambiaría el momento que estaba viviendo, el silencio que invadió el recinto y comenzaba a desesperarla, tal vez todos se habían levantado e ido sigilosamente; la pelirroja inhala de forma lenta y profunda mientras mueve la cabeza en forma negativa, sin querer que sus temores e inseguridades la lleven a teorías que hagan quedar a sus afectos como los insensibles y malos del cuento; obligándose ahora a abrir los ojos previamente haber girado el rostro hacia donde se suponía estaba Yulia; al abrirlos se encuentra con la mirada profunda de su novia, ese azul intenso como el mismo mar que en ese instante le da la sensación de estar en calma, su mirada desciende a los labios de la morena notando la suave sonrisa que se surca sobre las comisuras de sus labios, cuanto los necesitaba y deseaba en ese momento, a toda ella en realidad, empaparse con la calma que Yulia emanaba por los poros; no entendía como ella podía estar tan tranquila en ese momento hasta que lo recordó, ella era quien estaba embarazada de Vladimir y Yulia no debía rendir cuentas a nadie; el corazón parecía encogerse dolorosamente dentro de su pecho, y sin ser capaz de mirar a nadie más, se sienta junto a la morena sin siquiera intentar refrenar la necesidad de sentir sus labios, el pulgar de su mano libre se posa sobre la sien de Yulia para recorrer en forma descendente el rostro de ella mientras se acerca a sus labios besándola de forma suave, notando como sus labios tiemblan levemente, los de Yulia se mueven contra los suyos con maestría que se entremezcla con la ternura a tiempo que aparta un rizado mechón de cabello que se había colado entre sus rostros mientras sus labios se mueven a un ritmo lento; no era un beso casto, ni por asomo lograba ser apasionado, era un beso cargado de sentimientos que lograban una relativa calma en la pelirroja que no deseaba separarse nunca de ese par de labios que tanto decían sin necesidad de pronuncia palabra alguna, y es la morena quien se separa lentamente abriendo los ojos a tiempo que libera un suave suspiro para luego sonreírle de la forma más tierna posible.

Los demás, sobretodo quienes acababan de recibir la noticia del embarazo de Lena, observaban a la pareja en silencio, esperando que Lena volviera a tomar la palabra, quizás para decir que se trataba de una broma o para aclarar la situación, porque obviamente Yulia no la había embarazado y la idea de que fuera a través de algún tratamiento de fertilidad asistida era muy poco probable, lo que los llevaba a pensar que el ex de Lena estaba involucrado; no era muy difícil llegar a esa conclusión, pero nadie se atrevía o creía con derecho de decir nada, en ese momento los únicos que podrían decir algo eran los padres de la pelirroja que se mostraban aturdidos por la bomba que su hija acababa de lanzar, debía ser un momento de felicidad, quizás lo fuera, pero aún había mucho por decir y digerir; de momento el silencio reinaba en el ambiente hasta que una voz inocente logra lo que ninguno de los adultos consigue, romper el sepulcral silencio.