Cap IX

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¿En qué momento todo cambió? ¿Cómo habían llegado a eso? ¿Cómo permitió que pasara? Error tras error la colocaban en ese preciso lugar y momento, recibiendo probablemente uno de los besos más dulces de su relativamente corta existencia, pero aquella dulzura extrema se entremezcla con el más amargo sabor de las gotas saladas que escapan de los hermosos verdegrises orbes de la pelirroja; era demasiado para Yulia; aunque la sostuviera de las caderas y no se apartara de sus labios luego de pronunciar las últimas palabras, sentía un hueco en el estómago que comenzaba a expandirse por todo su ser.

La estaba lastimando de una forma que jamás imaginó, y eso la mataba, saber que sus lágrimas fueran a causa de ella, de sus tontas acciones, era tonto querer buscar un porqué, sabía lo que la llevó a actuar de esa forma y nada podía hacer para cambiar algo de lo vivido.. ya no le guardaba rencor por su traición, no podía ser de esa forma, pero tampoco podían continuar así, pretendiendo que nada pasaba y definitivamente, nada más debía pasar entre ellas porque hablar con la verdad ya no podía, solo expandiría el daño y no lo soportaría, no podía verla llorar.. hacerla sufrir, no más. Sus labios apresan el inferior de la pecosa en una última caricia antes de separarse de Lena, manteniendo las manos en las caderas de ella, ahora pudiendo ver como las lágrimas fluyen con total libertad, descendiendo de sus ojos para recorrer sus mejillas dejando un húmedo rastro a su paso.

Y: "Ya no te hagas esto.. solo te estás lastimando." Murmura con una mueca de tristeza, aunque intentara esconder y disimular sus sentimientos, por momentos parecía que la desbordaban.

L: "Lo siento.. no sé que me pasa.. y no pude contenerme." Murmura sin tomarse la molestia de quitar las lágrimas que ruedan por sus mejillas.

Y: "No te pedí una explicación.. pero sabes que esto no está bien." Expresa de la forma más calma que puede sintiendo las manos de ella recorrer los costados de su cuerpo deteniéndose en su cintura para reposar allí.

L: "Lo sé, pero no pensé que te molestara." Murmura agachando un poco la mirada.

Y: "No me molesta que engañes a tu novio.. hasta podría decir que bien merecido lo tiene, pero te estás lastimando.. si me besas llorando, la culpa va a acabar contigo."

L: "Tú empezaste esto.. y yo no soy así, no sé como manejarlo.. y no puedo dominar mis impulsos.. quizás esté enloqueciendo, y no puedo dejar de desear tus labios.. aunque esté mal y la culpa no me abandone." Responde de forma sincera en leves susurros.

Y: "Lo siento.. de verdad soy muy tonta.. no pensé que te haría esto.. ya no llores.. mejor vamos a dar un paseo, ¿o tienes algo que hacer?" Interroga quitando las manos de las caderas de ella para eliminar las lágrimas que aún recorren sus mejillas.

L: "Tampoco que todo sea tu culpa.. también me dejé llevar y fui yo quien buscó el beso.. ¿A dónde quieres ir?" Inquiere con una ligera mueca sobre los labios al sentir los pulgares de ella eliminando las lágrimas de su rostro.

Y: "Ya no le des vueltas.. deja de pensar en eso. ¿Vienes?" Inquiere regalándole una suave sonrisa.

L: "No es tan fácil.. lo intentaré." Libera un pesado suspiro y asiente a las palabras de ella.

Y: "Daniel no deja de alardear sobre que lo dejaste conducir tu moto.. tengo que cerrarle el pico.. ven." Coge una de sus manos acercándose a la moto y sin pedir permiso se monta en la misma palmeando en el asiento para que la pelirroja suba detrás de su cuerpo, cuando lo hace coloca el casco en su brazo y le da arranque sintiendo los brazos de la pelirroja rodearle la cintura y como recarga ligeramente su cuerpo sobre el propio quedando la barbilla de Lena sobre su hombro, su abdomen y pechos pegados a su espalda y la parte baja; libera un suspiro y arranca a una velocidad baja puesto que ninguna llevaba casco; al principio no sabía a donde iban, no tenía nada planeado, solo quería irse de ese parque, que ella dejara de llorar, y en medio del camino sin rumbo fijo se le ocurre un lugar, aunque no era nada de otro mundo, solo un sitio tranquilo al que hacía muchos años ella no iba, quizá también le hiciera falta, por lo que no duda en cambiar la dirección y después de unos veinte minutos más de viajar en la moto de la pelirroja, sintiéndose sumamente cómoda con su cercanía, sintiendo su calor y aroma.. aparca cerca de la entrada del parque que es cubierto por muros con un enrejado que efectúa de entrada, apaga el motor de la moto y retira la llave para entregársela a su dueña, espera que ella baje de la moto y hace lo propio dejando el casco sobre el asiento del vehículo.

Ella me recuerda a él.Where stories live. Discover now