Viviendo Con Los Balsano.

Fallaste

haré un maratón de 4 capítulos♥, si puedo más, hago más.

Terminó las fiesta.Decidí olvidarme de todo y vivir la noche al máximo y ¿Qué mejor forma de disfrutarla que bailando a todo dar?.

Con las chicas hicimos de todo, nos olvidamos del mundo entero y disfrutamos un montón, sólo que ahora ya no puedo hacerlo así.

Ya todos nos encontrábamos camino al aeropuerto, con todos me refiero a los Balsano junto con mi madre y yo —Obvio—.

—Luna, todo estará bien, lo prometo—Susurra Matteo en mi oído.

—¿Y a este qué le picó? ¿acaso ustedes hablan para algo que no sea insultarse?—.

Asiento intentando contener mis lágrimas y me recuesto en su pecho ya que se encontraba a mi lado.

—Hemos llegado— Estaciona el padre de los mellizos.Sí, Matteo y Gastón son mellizos.

—Es hora, Luna—. Matteo frota mi brazo con su mano intentando reconfortarme.

Bajamos del auto e ingresamos al aeropuerto, tomamos asiento en las sillas vacías que se encontraban allí.

No habían muchas personas, a excepción de unas 2 familias y un señor que parecía ser abogado.

Claro ¿quién más iba a estar a la 1:00 aquí? Pase el tiempo que quedaba hablando con mi madre, al final, no la vería en un buen tiempo.

—Pasajeros con destino a Rusia en el vuelo cuatrocientos quince por favor ingresen por la puerta número dos— Anunció una voz femenina a través de los alta-voces.

El momento había llegado. Aquella mujer volvió a repetir lo mismo de hace un momento.

No pude evitar las lágrimas, intentando ser fuerte.

«Fallaste, estás llorando.»

Maldición, esa nueva voz en mi cabeza tiene razón, fallé, estoy fallando.En cualquier momento me desmoronaré.

(...)

Sábado, 07:21 p.m.

Anoche no pasó más que llanto, Matteo y Gastón intentaron consolarme pero no lo lograron.

Olvidemos aquello.

Ahora compartiré habitación con Matteo, claro que si quiero irme a otro lado, también Gastón ofreció su habitación para mí.

Todo esto mientras acomodan mi habitación, en la que solía quedarme hace unos años.

Digamos que no está en sus mejores condiciones, y no estaría nada mal remodelarla.

Justo ahora estoy con la cobija hasta mi cuello y con un resfriado al igual que Gastón.

Sábado, 08:14 a.m.

Desperté con Matteo a mi lado de espaldas, fue una gran lucha para poder acobijarme con ese gorila a mi lado.

Al final tuvimos que ir por otra, bueno yo tuve que ir por otra, porque les sorprendería qué tan pesado es el sueño de ese chico.

Tengo una pijama y un maquillaje de mapache ya que anoche no me desmaquillé ni lave mi cara.

Con cuidado retiro la sábana de mí y bajo sigilosamente a la cocina con el mayor cuidado para no despertar a nadie.