Viviendo Con Los Balsano.

¿Gracias?

Maratón 3/3

—Matt, Matt, Matt, Matt —comencé a molestarlo mientras con mi dedo daba pequeños toques en su mejilla.

No se percataba de mí.
Me ignoraba D':

Y yo que lo fastidio con tanto amor.

Estamos en el blake, pero es hora de recreo así que preferimos quedarnos nosotros dos a repasar para el examen.

Sólo que yo en lugar de repasar lo estoy molestando.

—MATTEAAAA, MATTEITAAAA. ÑEÑA DE MIS OJOOOS.

Soy un caramelito, kyc.

—¡LUNA, BASTA! —se puso de pie e iba hacia la puerta— me voy, suficiente.

—Ninguno de los dos se va a ningún lado —entró Ámbar y seguida de ella Gastón cerrando la puerta.

Matteo retrocedió y la rubia prosiguió a hablar.

¿Ahora qué hicimos?

—Tomen esto —nos entregó un par de papeles a diario y comenzamos a leerlo— respirenlo, aprendanlo, memoricenlo, haganlo real y vivan la experiencia.

Eran horarios, pero sólo habían redes sociales involucradas.

—Instagram, facebook, twitter y YouTube, serán sus más grandes aliados —enumeró Gastón.

—¿Qué hay de snapchat? —pregunté.

—Ya nadie usa snapchat —respondió mi amiga.

—Los dejamos, paz —hizo una seña con sus dedos y salió junto con Ámbar.

Terminé de leer el horario.

—Se tomaron muy enserio esto de ser nuestros “guías” —le hablé a Matteo.

—¿Se supone que debemos actuar? —preguntó ya que en el papel no decía qué teníamos que hacer.

—No, sólo ser nosotros mismos, dicen que lo demás lo hace el “fandom”.

—Woah —suspiró.

(...)

— PODEMOS VOLAR SIN TENER ALAS, PODEMOS GRITAR Y EEEE —cantaba Gastón en su momento fanboy.

Nunca interrumpan a Gastón en su momento de fanboylear.

Subí a la habitación que pronto estaría lista para mí y vi el buen trabajo que estaban haciendo.

Para ser sincera, extrañaría dormir con Matteo.

¿Quién me abrazará diciéndome que todo estará bien cuando tenga pesadillas?

¿Quién me calmará cuando despierte llorando porque soñé con papá una vez más?

¿Quién me dirá que estoy a salvo cuando comiencen los truenos a hacer de las suyas?

No le digo muy seguido lo mucho que lo quiero.

No le agradezco lo suficiente por la gran paciencia que me ha tenido.

Nunca yo podría soportar que alguien me despierte a mitad de la madrugada por tonterías de niñatas.

Sin embargo él sólo intenta calmarme dulcemente.

—mATTEO Y LUNA, VENGAN YA —Gritó Gastón interrumpiendo mis pensamientos.

Bajé con rulitos y nos sentamos en el mueble.