-... ¿Dónde fue el último lugar que se les vio?
- Estaban cerca del muelle con... - ambos detuvieron su charla cuando aquel escuálido y bajito joven inocente entró a la oficina.
- Oh... M-mil disculpas jefe - se inclinó en una reverencia.
- ¿Qué pasa Jungkook?
- Le he traído su café de todos los días - sonrió nervioso.
- Pff... ¿Es el nuevo? - dijo en tono burlón el otro hombre.
- Sí, así es. Jeon, te presento a Hoseok, él es mi mano derecha aquí.
- Oh, m-mucho gusto señor, si necesita algo. Sólo pídalo.
Era un chico recién egresado de la preparatoria, no tenía experiencia en nada, su madre estaba enferma y su padre los había abandonado. Debía hacer algo para mantener a su madre con sus medicamentos, así que "ayudante" fue el mejor empleo que pudo conseguir para un chico como él. Tenía que aguantar cada día burlas y chistes malos sobre él, además de que lo obligaban a hacer cosas estúpidas sólo para desperdiciar su tiempo. Entonces, ¿por qué seguía ahí? Bueno, además de su madre, Jeon Jungkook era un chico que amaba el misterio, las persecuciones, las armas, los secretos, las pistas, resolver casos. Sí... Eso hubiese sido genial si hubiera estudiado criminología o algo así. Pero su pobreza no le dio para más. Esto era lo más cerca que podría estar algún día de un caso, siempre espiando por las mirillas de las puertas, o pegando sus oídos a las mismas. Si tan solo lo dejaran...
No tienen ni idea de lo que Jeon esconde.
(...)
Llevo un año, un maldito año con estos inútiles de la policía. No deberían de llamarse "ley". Esos bastardos son todo menos la ley.
En este tiempo que llevo como ayudante me he percatado de algunas cosas. Siempre escucho sus conversaciones antes de entrar y... La verdad es que cuando me dí cuenta lo difícil que era para ellos comencé a actuar por mi propio pie, ya que la última vez que le pedí a mi jefe que me diera un caso... Se burló de mi. Me sentí tan humillado que corrí a mi habitación llorando. Pero... Era un chico, ¡crecí y soy más valiente!.
En mi habitación comencé a reunir pistas y notas sobre lo que escuchaba y los criminales que veía. Tenía una pizarra de corcho llena de pistas, fotos, notas, lugares y cosas de los dos casos que más escuchaba en la oficina; el caso P.R.E.Y. Aún me faltaban demasiadas pistas pero con el tiempo... Les demostraré que soy capaz y mejor que ellos.
Hace dos días que mi jefe y Hoseok no han regresado de una investigación, hace dos noches Hoseok y mi jefe se desvelaron hasta tarde, ¡ja! si supieran que su caso ya lo tengo más que estudiado.
(...)
- ¡No puedes irte ahora, te necesito! - escuchaba nuevamente aquel chico inoportuno por la puerta.
- Lo lamento señor, esto se volvió demasiado para mi.
- No te haré cambiar de opinión, ¿cierto?
- Esta vez no señor, lo lamento. - y sin mas dejo sus cosas sobre el escritorio no sin antes toparse con Jungkook en la puerta.
- M-Mike... ¿está todo bien? - cuestiono con angustia pues, a pesar de que se veía feliz había algo en su sonrisa que no convencía mucho. El mencionado no respondió nada y siguió de largo, en ese momento Jeon entro a la oficina viendo a su jefe recargado en su escritorio con la mirada perdida.
- ¿Señor, qué ha pasado?
- ¿...ah? oh... nada jovencito, - dio una gran bocanada de aire - vuelve a tu trabajo.
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P.R.E.Y. (BTS)
FanfictionJung Hoseok . Alguien le ha robado lo más importante de su vida... Y se rehúsa a vivir sin él. Los inspectores Jeon Jungkook, de la policía Coreana, y Lee, del centro de Japón, componen las piezas de este rompecabezas. Lo que parecía una serie de r...