Cap. 6

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Llevaron al joven Jeon de vuelta a la oficialía. Frustrado por no haber averiguado lo suficiente entró golpeando y tirando todo lo que veía a su paso. Casi histérico e irreconocible del perfecto y ejemplar Jeon Jungkook quien abrió un cajón y comenzó a sacar papeles y papeles razgándolos; no fue si no hasta que algo llamó su atención y se detuvo. Algo brillaba en el fondo de aquel viejo cajón que había pertenecido a Hoseok. Se acomodó el cabello y el saco, se sentó en la silla de cuero y saco aquel paquete de dudosa procedencia.

- ¿Qué es esto? - susurró en la habitación sola.

Se levantó y cerró la puerta con pestillo mientras abría el sobre. Dentro había una nota y un CD.

"Si quieres entender a un psicópata, no escuches sus palabras, observa su comportamiento"

Soltó una risita nerviosa para después meter el CD en el computador de su escritorio. Se acomodó un poco incómodo, se aflojó la corbata y se sacó el saco.

(...)

25 de octubre de 2003...

- Hace diez años - susurró nuevamente mientras rascaba su labio.

Expediente #15, Kim NamJoon, asesino serial.

- Bien NamJoon, habla - el Oficial cuyo rostro era imposible de ver colocó una grabadora portátil cerca del chico. Por su voz Jungkook dedujo que era Hoseok en sus años dorados.

- ¿Qué desea escuchar detective? - sonrió suspicazmente​.

- La verdad.

- Hay muchas "verdades" contadas hoy en día detective, y la mayoría son erróneas, ¿qué le hace creer que lo que diré será verdad?

Suspiro con estrés - ¡Escucha mocoso! - golpeó la mesa - más vale que hables ya o te pudrirás en el agujero más oscuro y asqueroso de este recinto ¡¿escuchaste?! - escupió entre dientes. El contrario soltó una carcajada seca echando la cabeza hacia atrás.

-¿Sabe oficial?- devolvió su cabeza hacia enfrente mientras dirigía una mirada burlona- no tengo el hábito de hacer lo que un viejo amargado me dice

-Sólo habla NamJoon, recuerda que yo tengo el poder suficiente como para mandar cortar tu cabeza- el mencionado soltó una risa burlona.

- Bien oficial ¿Por donde debería iniciar?

- Por esto... - Hoseok lanzó frente a NamJoon y sobre la mesa una bolsa semi-abierta.

- ¿Que rayos...? - cuestionó Jungkook inclinándose más a la pantalla para ver qué era.

- Restos descuartizados, pedazos de carne y extremidades de animales... - NamJoon sonrió psicópatamente.

- ¿Dónde encontró eso?

- En tu habitación... Nada importante. ¿Verdad? - lo miro con ironía.

- ¿Y qué quiere usted? Cada uno tiene sus pasiones, la mía es la sangre... - Hoseok tomó asiento frente a él y comenzó a narrar; pues no le quedaba más.

(...)

La perspectiva varía según quien la mire... ¿cómo explicas que un pequeño de 13 años disfrute de ver animales sufriendo?

Kim NamJoon era un chico normal, creció junto a su familia; nada diferente a lo habitual. Reuniones familiares, cumpleaños, navidades juntos. Nunca nada fuera de la común. Pero hay una etapa donde un niño comienza a buscar quién es, a definirse. Y Kim NamJoon lo encontró de la mala forma. Todo gran caos comienza con un simple acto, todo jugador puede hacer Jaque mate con un solo movimiento, o ganar en los últimos segundos de un partido.

Por aquel jardín donde el sol solía esconderse y hacer parecer al árbol más grande una persona, yacía el fuerte de dos hermanos. Una tarde mientras mamá y papá hacían los deberes y su hermana pequeña dormía, Nam se dispuso a subir al árbol y jugar un rato. Cuando subió se percató de un gato muerto colgado entre las ramas, quizá había tratado de saltar y cayó mal.
Con la curiosidad de un niño, Nam se acercó con una vara, admiró cada detalle de aquel pobre animal de piel blanca y ojos azules. Picó al animal, empezó despacio, pero en un momento dado lo estaba haciendo con algo de cizaña.

Sin temor o asco sacó al animal y lo metió al fuerte. Asegurándose de que nadie lo viera en su temor de niño, se fue a un rincón, observó por unos segundos y enterró la vara en el estómago del animal, hizo tanta presión que en segundos la vara traspaso al animal y sangre goteaba por su pelaje. Nam sonrió. En cuestión de segundos el chico sonreía histérica y nerviosamente. Tomó el animal manchando sus manos y ropa de sangre, tomó al animal de ambas patas frontales y Tiró de ellas hasta escuchar el crujido de sus huesos y cartílagos partiéndose, tiró más hasta que la piel se desgarró y sangre se veía esparcida por el lugar. Dejó caer todo al suelo y admiró un poco lo que había hecho dando un par de pasos hacia atrás. ¿Por qué le había gustado esa sensación?

Todas las adicciones comienzan con una probada, si no lo detienes no solo lo harás por gusto... Comenzarás a hacerlo por necesidad y no te podrás detener. No puedes. Es como una telaraña, como un pozo, como un laberinto... una vez que ya has entrado no podrás volver a salir.

El tiempo pasó, todo era igual. Más sin embargo en la habitación de aquel ahora adolescente siempre estaba cerrada y en la puerta negra de madera mantenía una estampilla "Go out". Sus padres querían mantener distancia con su hijo algo inestable. La escuela por lo general provoca desvelos y ojeras, creían que algo así en el rostro de Nam era normal.

Más allá de esa habitación donde solo vagaba una vieja ventana con cortinas color azul celeste siempre cerradas, paredes blancas manchadas por el tiempo y algunas manos que pasaron por ahí, un baño sucio y lleno de insectos, una cama desatendida y rodeada de ropa, zapatos y un montón de cosas de dudosa procedencia; había un escritorio, un viejo escritorio lleno de envoltorios de frituras, un computador y una vieja lámpara. ¿Qué ocultas Kim NamJoon que no dejas entrar a nadie a aquella obscuridad?

Ocultaba más secretos que un adolescente que ve pornografía y hace cosas sucias con su cuerpo, escondía una enfermedad, una pasión, un amor a la sangre, a la muerte.

Toda su niñez buscaba desesperadamente animales para experimentar, cortar y destazar. Pero quería más. Algo en él le decía que estaba mal, que aquello no le iba a traer nada bueno, y trataba de hacer su vida normal, trataba de adaptarse, pero no lo lograba. El adaptarse no le divertía en lo absoluto al pequeño Nam.

Pero un día conoció a una persona, una persona que logró captar su atención y la cual era capaz de hacer desaparecer sus deseos por sangre. Melody Perogn, la estudiante nueva.

El tiempo pasaba y Nam estaba enfocado en captar la atención de aquella dulce chica. Hasta que un día al fin lo logró, le pidió que fuera su novia y ella aceptó con una bella sonrisa en su rostro.  

Comenzó a salir con Melody, pasaban todo el tiempo juntos y cuando no lo hacían se extrañaban como locos para después recuperar el tiempo que habían perdido estando separados. Melody era como una medicina para él, una que le hacía olvidarse de la necesidad de ver sangre...una que le hacía querer adaptarse.

Pero todo cuento de hadas tiene su final, y para el pequeño Nam este final sería el mismo que le dio comienzo a su vida.

P.R.E.Y. (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora