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Estaba viendo desde una rendija lo que pasaba, escuché como la puerta de la habitación se abrió y dejo entrar a un Hoseok completamente diferente a lo que yo recordaba. Cansado, ojeroso y desalineado.
Era increíble la dulzura con la que se acercó Hoseok al cuerpo carcomido y tieso de Taehyung. Lo sé, suena despreciativo pero era así... Es lo que era.
Hoseok se acercó y dio un beso en sus labios... Me asqueo un poco.
Quería salir de ahí ya, pero no podía, ¿Cómo era posible que le temiera a Hoseok?
Creí que por fin me había librado y Hoseok se daría la vuelta y se iría pero...
(...)
Hoseok sintió que algo no estaba bien, se levantó un poco y miró al rededor de la habitación. Su mirada estaba cambiando, más obscura de lo normal...
- ¿Quién... está... jugando en mi casa? - cuestionó con enojo marcando cada separación de palabra. Se dio la vuelta observando al rededor - ¡Este lugar no está abierto al público! - oh no, Hoseok estaba furioso y Lee estaba asustado.
Podía sentir como su pulso comenzaba a acelerarse e incluso se le comenzaba a dificultar el respirar ahí dentro, con desesperación miraba por todo el armario en busca de algún lugar donde esconderse pero no tuvo suerte. Ni siquiera podía encontrar algo con lo que contraatacar si J-hope se ponía violento.
Cada segundo parecía eterno y eso no hacía más que torturarlo, sabiendo que en cualquier momento Hoseok podría abrir las puertas de par en par y descubrir que ahí se encontraba escondido. La imagen del estado en que encontró a Jungkook la otra vez apareció en su mente, e inmediatamente comenzó a sudar frío. Si a Jungkook que era prácticamente su mejor amigo lo dejó casi muerto, no quería ni imaginarse cómo podría terminar él.
Pero en ese momento Lee recordó que siempre cargaba consigo su arma, estar asustado no lo dejaba pensar con claridad.
Sacó su arma, la recargo y se colocó listo para disparar en caso de que Hoseok lo viera. Para su suerte el hombre dejo la habitación por el intruso que estaba en su hogar buscándolo. Lee aprovecho y abrió el armario lentamente. La noche estaba cayendo y las luces viejas de aquella casa no favorecían mucho.
- ¡Sal maldita rata! Sé que estás aquí - escuchó que gritó desde lejos, no sabía donde pero sabía que era lo suficiente para darle tiempo y bajar las escaleras. En ese momento maldecía que hubiesen cuatro habitaciones más antes de llegar a las escaleras, y siendo la habitación en donde se encontraba él la última, era claro que Hoseok estaba en una de las habitaciones frente a él.
Las probabilidades eran estas: si Lee salía del cuarto, J-hope estaba en alguna de las otras cuatro habitaciones, o corría y llamaba su atención... O caminaba lentamente y en silencio arriesgándose a que Hope no tardara mucho en revisar dicha habitación y lo viera.
- Lee... corre - se dijo y sin pensarlo abrió el armario y salió corriendo.
- ¡Lo sabía! - en ese momento Hoseok abrió la puerta de la habitación de una patada - Ven aquí maldito chupa pollas.
Lee corrió tanto como sus pies lo dejaron. Pero cuando llegó a la puerta principal ésta estaba cerrada.
- ¡No, maldición! - su corazón estaba a tope y entonces Hoseok lo tomó del abrigo, hizo que Lee lo mirara y le dio un fuerte golpe en la cara haciendo que Lee cayera al suelo.
- ¡Te dije que no te acercaras aquí! - le dio una patada en el estómago. Lee se las estaba viendo negras pero entonces sacó su arma y le disparó, para su mala suerte la bala solo le rozo el brazo, dolía, pero no lo suficiente para detenerlo.
Lee aprovechó y se puso de pie con dificultad dándole una patada en la cara, Hoseok cayó al suelo un poco desconcertado.
- ¡Hoseok basta, basta! - lo calmó con las manos como si de una bestia se tratase aunque... Así era. Hoseok se puso de pie listo para atacar de nuevo.
- ¿Por qué no solo nos dejas tranquilos? - cerró los puños con fuerza mirando de manera aterradora a Lee.
- ¿¡No lo entiendes, Hoseok!? ¡Está mal lo que estás haciendo!
- ¿A ti que te importa lo que haga o deje de hacer? - la respiración de ambos hacia ver qué tan pesado estaba el ambiente.
-Mira Hoseok... sé que tal vez lo que le sucedió a Tae fue algo muy duro para ti...- Lee sostenía con fuerza su arma, en caso de algún movimiento repentino de parte del otro- pero esta no es la manera de superar lo que le pasó- tragó saliva- debes aceptar que Tae se ha ido...
-¡TAE NO SE HA IDO, ÉL SIGUE VIVO!- Hoseok tenía una mirada entre demencia y dolor- él está simplemente cansado... pero por gente como tú es que no podemos vivir en paz.
Hoseok, o al menos lo que quedaba de él, se acercaba rápidamente a Lee pero él fue más rápido al esquivar el golpe y con su arma le dio un golpe justo en la parte de atrás de su nuca, dejándolo caer inconsciente en el suelo.
-Y decían que nunca iba a servir para nada- dijo Lee de forma un poco divertida soltando un suspiro, bendito el momento en que se decidió a aprender los puntos vitales de un ser humano.
Como pudo tomó a Hoseok y lo arrastró hasta un gran pilar de la casa que aún se veía muy sólido. Era tan grande que con dificultad Lee pudo esposarlo a éste para que no escapara mientras iba por ayuda, no lo haría, imposible.
Lee volvió a tomar su teléfono mientras subía a su auto con la esperanza de que esta vez Jungkook respondiera.
- ¿Diga?
- ¡Al fin! - exclamó en un suspiro con alivio - ¡Jungkook! ¿Dónde estás?
- Yo... Am... - su voz sonaba un poco temblorosa y dudosa - Estoy ocupado, ¿Qué quieres, Lee?
- ¿¡Dónde has estado!?... No, olvida eso... ¡Tenías razón! - gritaba sorprendido.
- Ah... ¿Ah si? ¿Sobre qué?
- ¡Sobre Hoseok! Necesito verte kookie... Por favor.
Suspiró antes de responder - yo... Quizá pueda ir a la oficina en un minuto.
- Gracias... Y Jungkook. Lo lamento.
- ¿Por qué?
- Por no haberte creído, y llamarte loco - Lee esperaba que Jungkook aceptara sus disculpas, pero en lugar de eso colgó el teléfono sin decir más. Lee se sentía aliviado al saber que su querido amigo Jungkook estaba bien. Pero, ¿Por qué colgó tan de golpe? Quizá aún estaba enojado, y si era así... Esta noche no dormiría en paz.
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P.R.E.Y. (BTS)
FanfictionJung Hoseok . Alguien le ha robado lo más importante de su vida... Y se rehúsa a vivir sin él. Los inspectores Jeon Jungkook, de la policía Coreana, y Lee, del centro de Japón, componen las piezas de este rompecabezas. Lo que parecía una serie de r...