Cap 20

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Mi corazón latía a mil por hora, daba pasos lentos temeroso de lo que pudiera encontrar. De vez en cuando un par de ratas y cucarachas salían caminando por ahí y me sobresaltaban un poco. Estaba nervioso y por si fuera poco aquel maldito olor me hacía querer devolver el estómago, me mareaba y me hacía querer salir corriendo. Pero no, debía ser fuerte, por Jungkook y por todos.

- ¿Hoseok, estás en casa? - cuestioné caminando lentamente hasta que mi mirada se desvió a algo en el suelo.

Se veía diferente a la textura del suelo, no parecía ser parte de la decoración. Un camino de unas manchas color vino que venían desde el baño de la planta baja hasta una de las ventanas de la entrada. Me incliné un poco para ver mejor y me di cuenta de que eran manchas de sangre pero se veían ya viejas, así que les reste un poco de importancia.

Di un poco de vueltas por la casa pero no encontré nada sospechoso así que me dispuse a ver la planta alta. 

Cada paso que daba crujía en las ya viejas escaleras de madera haciendo que el ambiente se hiciera más tenso de lo que deseaba. Al mismo tiempo que subí podía notar como aquel olor nauseabundo se intensificaba más, haciendo rogar a mis fosas nasales por alejarme de aquel fétido olor.

Una vez que me encontraba arriba decidí inspeccionar un poco todas las habitaciones en caso de que encontrara a J-hope en una de estas. 

Entré en la primera habitación que se encontraba a mi izquierda y con el corazón en mano comencé a revisar toda la habitación. Un par de cosas viejas estaban acumuladas en cajas, realmente nada de importancia.

A continuación me dirigí a la segunda habitación, ésta se encontraba en frente de la habitación en la que estaba.

Fui a revisar un poco pero este era un baño común y corriente, a excepción de unas manchas que se encontraban cerca de la bañera. Me incliné un poco para analizarlas y al parecer eran de sangre, pero se veían más recientes que las del piso de abajo.

Tal vez... ¿Jungkook, será que estuviste diciendo la verdad todo este tiempo? 

Al dirigirme a la tercera habitación noté que el olor era más intenso, por lo que cubrí un poco mi nariz con el cuello de mi camisa preparándome para lo que fuera que estuviera aquí. Revisé un poco pero no encontré muchas cosas más aparte de un gran desorden de ropa vieja, ¿Qué acaso J-hope no conocía la palabra "limpieza"?

Me encaminé hacia la habitación siguiente pero no encontré realmente muchas cosas de importancia, la habitación parecía ser el estudio de J-hope. Analicé un poco los papeles pero no encontré nada de importancia.

Saliendo de la habitación pude notar que había otra más pero ésta tenía la puerta un poco abierta

Caminé lentamente y con mi corazón latiendo a mil por hora la abrí solo para percatarme de Tae quien dormía plácidamente en su cama y cobijado hasta la cara.

Mi corazón sintió algo de emoción pues hacía mucho que no hablaba con él. Tanta fue mi emoción que me acerqué a él para despertar a mi viejo amigo y darle un abrazo.

- TaeTae - podía sentir mi sonrisa a tope - amigo soy yo, Lee, despierta. - tomé la cobija y la quite de su cuerpo solo para caer de espaldas al ver algo que me dejó sin palabras.

Toda mi vida creí haberlo visto todo, pero lo peor de todo... Era que Jungkook tenía razón, y yo lo llamé loco.

- Ta...Tae - no pude evitar soltar unas lágrimas.

El cuerpo profanado de mi amigo cubierto de polillas, gusanos, y todo tipo de insectos asquerosos. Lo que más me dolía es que yo lo creí vivo todos estos años, pero Tae estaba más que muerto. ¿Cómo mierda era todo esto posible? Mi mente estaba apunto del colapso, no lo podía creer de verdad. ¿Era una pesadilla? ¿Una mala broma? Me acerqué un poco a Tae otra vez, y lloré de nuevo a la vez que tapé mi nariz y sostuve mi estómago con fuerza para no devolver.

¿Cuánto tiempo Hoseok había estado viviendo con el cuerpo de Tae como si él estuviese vivo? No me puedo imaginar el dolor que sintió al perder a Tae para ser capaz de seguir viviendo con él y amándolo aún en estas condiciones.

No sabía que hacer, ¿Llamar a la policía?.... ¡Yo soy la policía! Mierda Lee, ¡Piensa!

- ¡Kookie! - resoplé en voz alta. Kookie era el único que entendería esto a la perfección y me creería. Decidí llamarlo esperando que estuviera bien pues hacía días que no lo veía ni hablaba con él. Pero justo antes de tomar mi teléfono escuché la puerta de la entrada abrirse.

Segundos antes habría corrido para recibir a Hoseok, pero ahora... El simple hecho de pensar en lo que estaba haciendo con Tae y después del daño que le hizo a Kookie me llenó la mente de ideas y el cuerpo de temores que comencé a temblar involuntariamente. No había a donde correr, estaba en el segundo piso y por la única salida venía entrando Hoseok.

(...)

- ¿Tae, bebé? Ya regresé - Hoseok dejó su abrigo en el perchero.

Por su parte Lee al escuchar a Hoseok llamar a un cadáver bebé le revolvió el estómago y lo asustó en demasía así que hizo lo único que se le ocurrió, meterse al ropero viejo.

- ¿Me extrañaste, cariño? Oh... Yo también lo hice - decía subiendo las escaleras. Pero Hoseok era tan listo que sabía que algo andaba mal. Sentía algo extraño, algo no estaba en su lugar.

Oh la ironía, Lee se encontraba en la misma situación que kookie hace unos meses, un loco peligroso afuera y un teléfono en la mano con el insaciable timbre que desespera más que relajar, pero no, Jeon jamás respondió el teléfono. En ese momento Lee se maldijo. A los amigos no se les abandona.

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A Hoseok se le pasó un poquito la fecha de caducidad de Tae :vvvvv como que se le olvidó refrigerarlo :vvvvv

P.R.E.Y. (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora