A.M. pt 3

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Me encontraba subiendo las escaleras de la forma más rápida que podía, Hoseok venía un poco más detrás pero aún así sentía que estaba muy cerca. Al encontrarme ya en la planta alta podía notar que aquel olor hediondo se intensificaba aún más.

Guiándome por el olor terminé llegando a una habitación, la cual suponía era de Hoseok. El olor era asqueroso pero debía encontrar la fuente de ese olor. 

Dando unas cuantas vueltas por la habitación descubrí que el olor venía del armario, estaba dispuesto a abrirlo cuando un fuerte golpe me mandó directo al suelo.

-Jeon... creí haberte dicho que te fueras- Hoseok se encontraba parado frente a mí con una mirada obscura.

-¿Qué... Qué hay ahí dentro?- dije mientras me iba haciendo un poco hacia atrás, sabía que Hoseok daba miedo cuando se enojaba pero nunca lo había visto así.

-Nada que te interese Jungkook- podía ver cómo él también iba caminando hacia mí.

En cierto momento mi espalda tocó la pared, debía encontrar algo para defenderme de él. Desesperado comencé a mirar a todos lados para ver si encontraba algo...pero nada, otro puñetazo impactó en el lado derecho de mi cara tirándome al suelo nuevamente.

Y fue entonces cuando lo vi, debajo de la cama había una botella de cristal, parecía de licor. Rápidamente me giré para encarar a Hoseok, estaba a punto de golpearme de nuevo pero detuve su golpe y aprovechando que se encontraba un poco inclinado le di una patada en el estómago y me levanté corriendo hacia la cama.

La botella estaba muy lejos y mi cuerpo no se podía estirar más pero seguí intentando hasta que Hoseok agarró con brusquedad mi pelo obligándome a levantarme.

-No me hagas reír Jungkook... ¿enserio creías que podías caber debajo de la cama y así conseguirías huir?- Hoseok comenzó a reírse para después apretar aún más su agarre en mi pelo, su otra mano se encontraba en mi cuello, estrangulándome.

De un momento a otro me lanzó hacia la pared y me dio una patada en el estómago la cual me sacó el aire totalmente. Caí de rodillas al suelo debido al dolor que tenía, pero Hoseok me tomó del cuello de mi camisa y me levantó para golpearme en la boca. 

En ese momento me sentía algo atontado y aturdido, mi vista se nublo un poco y por un momento reaccioné, jamás había estado tan asustado en mi vida. Mi respiración era acelerada, jamás creí estar en una situación así con Hoseok, mi compañero.

Le devolví el golpe y me solté de su agarre para ir corriendo por la botella que esta vez logré alcanzar y con rapidez le golpeé a Hoseok en la cabeza. Los cristales rotos de la botella cayeron al suelo y Hoseok se quejaba del dolor cayendo al suelo. De inmediato aproveché y me fui corriendo hacia algún lugar seguro...

-¡Te arrepentirás de esto Jeon Jungkook!- alcancé a escucharlo a lo lejos.

En un movimiento rápido abrí la primera puerta que encontré y me encerré, al estar dentro pude observar que era el baño de la casa. Con movimientos un tanto torpes tomé mi celular y vi que tenía señal, marqué el número de Lee y comenzó a sonar el tono de llamada que no hacía más que ponerme cada vez más nervioso.

-¿Dónde estás Jungkook?- podía escucharlo canturrear en el pasillo- sé que estás escondido en alguna parte

-Vamos Lee, contesta maldita sea- susurré para mí mismo tocándome un poco el labio que desde hace rato me ardía, solo para encontrarme que estaba sangrando. Quién sabe cómo se vea mi cara en estos momentos.

-¿Por qué no sales de una vez Jungkook y lo haces más fácil para los dos?- podía escuchar que estaba abriendo las puertas de todas las habitaciones a patadas... justo en ese momento Lee por fin me contestó.

-¿Qué ocurre Jungkook?

-No hay tiempo para explicaciones... necesito que vengas rápido a la casa de Hoseok y Tae, estoy en un apuro.

-¿Qué tipo de apuro?- en ese momento Hoseok pareció haberme encontrado al fin y ahora se encontraba dando fuertes golpes a la puerta.

-¡Abre la maldita puerta Jungkook, sé que estás ahí! 

-Jungkook ¿qué fue eso?

- ¡No hay tiempo para dar explicaciones, sólo ven y que sea rápido!- inmediatamente colgué y Hoseok derribó la puerta del baño, asustado retrocedí con una cara de horror.

-Ya no tienes más escapatoria Jungkook...- Hoseok se iba acercando hacia mí con un bate en la mano derecha y rápidamente me dio un golpe cerca de la mandibula. - te pedí por las buenas que te fueras, pero parece que escuchar y obedecer nunca ha sido lo tuyo... - con la vista borrosa vi que levantó el bate nuevamente.

-Hoseok... N-no - hablé débilmente.

El golpe que Hoseok me había dado había conseguido dejarme mareado en el suelo tosiendo un poco de sangre, Hoseok volvió a tomarme del cabello y me obligó a mirarlo.

-Es una lástima que esto termine de esta manera... pero no me dejaste otra opción- con brusquedad me soltó y después sólo sentí un gran impacto en la cabeza cuando todo se volvió negro...

(...)

- Esto es una locura - susurró Lee para si mismo, tomó su celular y marcó el número de Jungkook, pero éste no respondía.

Alarmado por lo acontecido no lo pensó más y subió a toda prisa a su auto. Condujo lo más rápido que pudo hasta que llegó a aquella vieja aldea donde vivían Hoseok y Tae. Estacionó el auto sin importarle donde quedó, bajó de éste y se paró en frente de la gran casa vieja. No tocó, creyó que no sería buena idea; además de que parecía que no había nadie, ni siquiera se veían vecinos cerca.

Vio todo al rededor en busca de algo, por un momento pasó por su mente la idea de que Jeon le había jugado una broma, pero no fue si no hasta que divisó un camino de gotas de sangre que llevaba desde la entrada de la casa hasta unos arbustos al lado de esta.

- ¿Qué ray...? ¿¡Jungkook!? ¡Jungkook! - al notar que era su compañero se inclinó en el pasto largo y abandonado sacando a su compañero de esos arbustos.

Su corazón se estremeció un poco cuando vio a su compañero en esas condiciones, su cabello estaba empapado en sangre, su labio estaba completamente partido, su nariz chueca y un ojo hinchado en demasía, completamente deforme... Irreconocible.

- Kookie, amigo, despierta - habló con pesar dando unos golpecitos leves en su mejilla.

Se hincó en el pasto y colocó a su compañero en sus piernas abrazándolo. Era su amigo.

- Jeon, despierta... Amigo por favor - al ver que no reaccionaba su voz evidentemente se quebró mientras sus comisuras lo traicionaban - Kookie - lo abrazó meciéndolo como a un bebé - ¡necesito asistencia, Oficial herido, repito, oficial herido! - habló por su radio - por favor Jungkook, no me dejes, resiste, ya casi llegan.

Pasaron varios minutos y parecía que el mundo estaba en su contra pues al parecer no había señal y nadie captaba el mensaje de Lee, hasta que comenzaron a escucharse palabras entrecortadas por la mala señal.

- ¿Qué ocurre Lee? ¿Todo bien? - era la voz de una oficial por la radio.

En ese momento el aire sopló más frío que de costumbre, había un silencio muy grande y las nubes negras sobre ellos no ayudaban.

- Perdimos al oficial Jeon Jungkook... - hizo una pausa, su voz sonaba muy débil y su mirada estaba pérdida mientras su camisa y brazos estaban empapados de la sangre de su compañero.

- ¿Estás bromeando?

No respondió.

- Aguarda ahí, llevaremos una ambulancia.

- No tiene caso... Él ya... - pero justo antes de que pudiera terminar el cuerpo de Jungkook comenzó a contraerse - ¿Kookie? - el chico comenzó a toser liberando de su interior sangre - ¡Mey, Mey! ¿¡Me escuchas!? ¡Traigan esa ambulancia ya! ¡Está vivo!

- Va para allá señor.

Con una sonrisa débil y lágrimas en los ojos Lee sostuvo a su compañero medio muerto en sus brazos hasta que la ambulancia llegó y lo llevaron al hospital.

P.R.E.Y. (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora