Cap. 24

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- No me parece gracioso, Hoseok - trató de hablar de manera recta y precisa.

- No pretendo que lo sea.

Hoseok estaba sentado frente a Jungkook en aquella silla de metal con ambas manos esposadas. Su mirada se veía tan perdida y a la vez tan dura.

Jeon suspiró y se acomodó el traje - habla Hoseok.

- ¿Qué quieres que diga? - su voz se quebró un poco y su nariz se tornó roja - me has quitado lo que más amo. Me quitaste a Tae.

- Yo no te lo quite Hoseok, tienes que entenderlo. Él se fue hace mucho tiempo.

- ¡MIENTES! - Jungkook se sobresaltó un poco asustado.

- ¡No, Hoseok! ¡Ya basta! Tienes que despertar. Sé que es difícil Pero él ya no está aquí. No más.

El ambiente se volvió más pesado. Era incluso imposible respirar.

- Y aún si acepto que se fue... ¿Qué pasará conmigo? - lo miró a través de sus pestañas, esa mirada rompió a Jeon de inmediato.

- Dilo... - susurró.

Hoseok se acomodó en la silla y mantuvo la mirada en el suelo.

- Nunca en mi vida había amado a alguien tanto. Toda mi vida sufrí cuando mis padres murieron victimas de un asesinato...

Ésto cayó como un balde de agua fría, nadie en la oficina sabía que Hoseok era huérfano, simplemente nunca lo dijo.

- Viví desde los 12 años hasta que pude salir de casa con mi hermana, ese horrible ser que se decía ser mi familia. Lo único que hacía cada día era torturarme y herirme como si fuera un muñeco - apretaba los dientes con total furia - cuando conocí a Taehyung me sentí protegido de inmediato, al mismo tiempo que sentía que debía protegerlo como nadie me protegió a mi.

(...)

El pequeño Hoseok de apenas 12 años de edad se había levantado en medio de la noche debido a que había oído varios ruidos en la planta de abajo, como si estuvieran robando la casa un par de delincuentes que no tenían sentido del sigilo.

Con cuidado Hoseok se bajó de la cama y bajó las escaleras para poder ver quién estaba haciendo tanto ruido a esa hora. Pero pobre de él que jamás se habría esperado lo que vería...

Ahí en la planta baja se encontraba su hermana manchada de sangre sentada dando saltos encima de alguien y a su lado estaba un cuchillo de cocina igualmente manchado en sangre. La luna no daba suficiente luz para poder ver detalladamente todo lo que pasaba, pero Hoseok no podía bajar allá, su cuerpo estaba totalmente paralizado en las escaleras, su mente le seguía enviando señales a todo su cuerpo de que saliera corriendo de ahí pero sus piernas no reaccionaban.

-Su-sunhee?- la voz temblorosa de Hoseok no había salido más que en un susurro, pero fue lo suficientemente fuerte como para ser escuchado por su hermana, quien volteó su cabeza lentamente.

-Vete a dormir- decía en un tono muy oscuro- y que ni se te ocurra decirle a alguien...

Sin más su hermana siguió con lo suyo mientras él estaba mirando horrorizado aquella escena tenuemente iluminada por la luz de la luna.

-¡Te dije que te fueras a dormir!- su hermana le gritó y con eso bastó para hacer reaccionar a su cuerpo e irse corriendo a encerrarse en su cuarto.

(...)

Jungkook no podría evitar ver a Hoseok con el ceño fruncido y una mirada de asco.

-Yo obviamente sabía lo que hacía mi hermana, podría tener 12 años pero a esa edad creo que todos ya saben lo que es el sexo y asesinatos- hizo una pausa- lo único que no sabía era que eran los cuerpos de mis padres...

-Tu...tu hermana...?- Jungkook estaba sin palabras.

-Ella asesinó a mis padres y estuvo manteniendo relaciones con ellos durante un par de años- Hoseok volteó a mirar a Jungkook directo a los ojos- al principio no podía si quiera salir de mi habitación por miedo a encontrarme con ella, pero después comencé a ser un poco indiferente respecto a eso y seguí haciendo vida normal... hasta que los vecinos me condenaron.

(...)

Las sirenas de los policías se podían escuchar con bastante claridad en frente de la casa de los Jung, los oficiales habían recibido varias llamadas de los vecinos quejándose por un olor horrible que provenía de la casa. Un oficial bajó del coche y se dirigió a la puerta dando fuertes golpes en ella para que quien quiera que estuviera ahí la abriera.

-¡Hoseok abre la maldita puerta!- Sunhee se encontraba golpeando la puerta del cuarto de su hermano totalmente furiosa y fuera de sí.

Hoseok lo único que podía hacer era hacer una barricada con su propio cuerpo en la puerta para evitar que su hermana entrara a hacer quién sabe qué.

-¿Tú los has llamado cierto?- decía con una voz demencial- vas a sufrir por esto...- De repente los golpes pararon y escuchó los pasos de su hermana alejarse lentamente.

(...)

-La maldita sabía como actuar- decía Hoseok mirando un poco hacia abajo con una sonrisa de lado en su cara- debido a que guardaba los cadáveres en un pequeño almacén que teníamos en el patio la policía se tragó totalmente la historia de que ella no sabía absolutamente nada, y llegaron a la conclusión de que el asesino había escondido sus cuerpos ahí.

-Espera- decía Jungkook levantando una de sus manos en señal de que parara- ¿y no les resultó sospechoso que estuvieran en estado de descomposición?

-Ella les contó que nuestros padres habían salido de viaje...- bufó un poco- dijo que era un viaje de tiempo indeterminado y que nos habían dejado solos en la casa con dinero suficiente para poder sobrevivir los dos solos.

-¿Y qué pasó después?

-Debido a que mi hermana ya era mayor de edad me dejaron a custodia de ella- el odio comenzaba a notarse nuevamente en su voz- cada día al llegar a casa ella me torturaba hasta hacerme desmayar. Esa sed tan extraña y ambiciosa de sexo jamás podía ser saciada por nadie, y al no tener con que desquitarse... Solo estaba yo. - apretó los puños - no era solo sexo, era más que eso - Hoseok levantó su camisa dejando a Jungkook ver una gran cicatriz que pasaba desde su abdomen bajo hasta llegar casi a su hombro; atravesando su cuerpo - esto me lo hizo en mi cumpleaños, gran regalo, ¿No? - cuestionó con burla y dolor notorio.

- Hoseok yo... No sé...

- Lo sé... Entiendo. De verdad amaba a Taehyung que todo parecía ir mal después de que... murió. Supongo que estaba esperando que todo volviera a la normalidad, pero eso no pasará. Sería una espera eterna.

- ¿Te escuchaste? - cuestionó Jungkook sonriendo ligeramente - lo aceptaste, y ese es un gran paso. Sin embargo cometiste crímenes Hoseok, y no puedo dejarte ir.

Sin decir nada Hoseok asintió cansado.

- Jung Hoseok, quedas bajo arresto, por atacar a un oficial y cometer actos de necrofilia. - Jungkook se puso de pie y ayudo a Hoseok a ponerse de pie.

- Espera... Antes de que me encierres déjame decirte algo... Tengo bajo la ropa un corazón fatigado, un corazón bueno: un corazón que a nadie haría daño.

- Lo sé... - pero en ese momento Lee entró de manera agresiva a aquella habitación.

- Jungkook - habló con la respiración acelerada - tenemos a otro.

Ambos se miraron unos segundos.

- Lleven a Hoseok a la celda - caminó con Lee mientras dos oficiales se llevaban a Hoseok.

- Es Suga...

- Será una noche larga...

P.R.E.Y. (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora