Cap. 9

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Sucio, profanado, asqueroso. Así se sentía cada día que regresaba a su hogar. Cada día mas delgado, mas débil y cansado. Era demasiado joven para entender ¿por qué cada noche ese hombre barbudo lo entregaba a personas desconocidas para que hicieran cosas malas con él? Marcaban su cuerpo, se despertaba cada mañana durmiendo al lado de hombres desconocidos mientras su cuerpo mantenía marcas violetas y blancas. Lo rompían y Yoongi no podía entender ¿por qué estaba bien que esos hombres hicieran eso con él? Tenía que haber ido a la escuela en lugar de posar para Internet. "No me toques, mi corazón esta amargado... todos lo van a pagar..."

Su madre murió, su padre lo vendió por drogas y ahora vivía con las manos de miles de hombres marcadas en su cuerpo.

- ¿Por qué tuviste que venderme a esos hombres viejos? - sollozaba en un rincón de aquel burdel que llamaba hogar.

Cada noche era una pesadilla, un dolor de estomago que se avecinaba como una tormenta en su cuerpo porque sabia que llegaba la hora, y la pasaría mal. Lo habían lastimado tanto en lugares que él ni siquiera imaginó que se podían meter cosas. Se había vuelto fácil para él entender, pero ¿cómo contarle a los demás que... tenía 7 años y dormía con un hombre cada noche? Dañaron su cuerpo por culpa de aquellos juegos promiscuos que le obligaban a jugar, toda la etapa de su niñez se fue al caño. Siempre trataba de ver las cosas positivas, sabía que moriría ahí pues... la última vez que trató de escapar le costó una tortura. Una larga sesión de cigarrillos apagados en su piel. Se cansó de tratar de escapar y vivir. ¿Por qué no dejar que las cosas pasen y ya?

Se sentaba a esperar como siempre fue, en aquel sillón de terciopelo rojo entre las cortinas con bastilla dorada. Hombres entraban y salían y él solo aguardaba admirando con un suéter negro que apenas le cubría su ropa interior y unas medias que le llegaban al muslo. Más allá de lo que podía ver escuchó la voz de aquel hombre que lo había comprado cuando era mas pequeño.

- ¡Juro que te pagaré! - gritaba asustado.

- Ya no te creo Steve - respondió el hombre de voz desconocida.

- ¡Por favor! - imploró - Te prestaré a uno de mis niños a cambio, ¿qué dices?

- Tus niños me aburren... no tienes nada bueno o sabroso para mí - Yoongi escuchó como aquel hombre recargaba un arma, conocía el sonido de esto. Siempre moría alguien ahí dentro.

- ¡Yoongi! - gritó.

- ¿Eh?

- Aún no conoces a Yoongi. Al menos échale un vistazo. ¡Yoongi ven aquí! - al escuchar ser llamado Yoongi acomodó su cabello y ropa, y lentamente salió de entre las cortinas rojas y la obscuridad del burdel.

Su jefe, Steve; estaba de rodillas en el suelo y como se imaginó, el hombre misterioso le apuntaba con un arma pero en cuanto Yoongi salió notó su enferma mirada sobre él.

Yoongi lo miró entre sus pestañas, se relamía los labios mientras lo violaba con la mirada.

- ¿Dónde tenías escondido a este bombón? - cuestionó con perversión guardando el arma mientras Steve se ponía de pie.

- Es mi favorito, no se lo doy a cualquiera. - habló nervioso.

Yoongi se quedó de pie mientras el hombre daba vueltas a su alrededor y lo admiraba.

- Te diré qué... Saldaré tu deuda completa... si me lo das a él.

- ¿¡Qué!? No.. mi Yoongi es el que más dinero me da, él... - se calló cuando le apuntó de nuevo - pensándolo bien... quédate con él. - sí, su vida valía más que la de un niño... además tenía más.

P.R.E.Y. (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora